Torrado Mosconi: "Que Dios preserve a los jóvenes de las adicciones y desenfrenos"
El obispo auxiliar de la Diócesis de
Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, deseó en este
comienzo de año que “Dios preserve la vida de cada uno de los jóvenes de
las adicciones y desenfrenos”, y que la comunidad lo inicie “unidos a
Dios, en familia y rodeado de amigos”.
Publicado el 01/01/2014 - “Feliz año
nuevo, para un creyente, significa mucho más que un simple deseo de
suerte. Porque nuestra vida no está sujeta al azar, ni a los astros, ni
al destino. Nuestra existencia está en las manos de Dios nuestro Padre,
que nos protege y nos cuida con amor.
Empezar un nuevo año nos debe llenar de esperanza. Se abre un futuro que nos permite mirar hacia adelante poniéndonos buenos propósitos que nos ayuden a crecer como personas de bien y como cristianos. También es ocasión para renovar nuestro deseo de mejorar todo aquello que no pudimos hacer bien, en el año que acabamos de terminar, y rectificar nuestros yerros y errores.
Debemos comenzar este nuevo año unidos a Dios, en familia y rodeados de amigos, con el deseo de vivir todo el transcurso del 2014 priorizando los valores espirituales, la unión familiar y la amistad.
No olvidemos en este día de fiesta acercarnos a quienes están solos y enfermos, a los pobres y a los ancianos. Llevemos una palabra y un gesto de cariño para que todos puedan experimentar la cercanía y el amor de Dios.
Es mi deseo que estas fiestas transcurran en paz y sin excesos que puedan poner en peligro el don sagrado de la vida. Especialmente que Dios preserve la vida de cada uno de los jóvenes de las adicciones y desenfrenos que sólo dejan desazón, sufrimiento y soledad.
Que todos los hogares santiagueños puedan recibir la bendición de Dios y sean colmados de su gracia para que todos sus buenos proyectos para este año 2014 puedan hacerse realidad. Rezo por todos y cada uno de los santiagueños y especialmente por los que más están sufriendo.
¡Feliz año nuevo!
Empezar un nuevo año nos debe llenar de esperanza. Se abre un futuro que nos permite mirar hacia adelante poniéndonos buenos propósitos que nos ayuden a crecer como personas de bien y como cristianos. También es ocasión para renovar nuestro deseo de mejorar todo aquello que no pudimos hacer bien, en el año que acabamos de terminar, y rectificar nuestros yerros y errores.
Debemos comenzar este nuevo año unidos a Dios, en familia y rodeados de amigos, con el deseo de vivir todo el transcurso del 2014 priorizando los valores espirituales, la unión familiar y la amistad.
No olvidemos en este día de fiesta acercarnos a quienes están solos y enfermos, a los pobres y a los ancianos. Llevemos una palabra y un gesto de cariño para que todos puedan experimentar la cercanía y el amor de Dios.
Es mi deseo que estas fiestas transcurran en paz y sin excesos que puedan poner en peligro el don sagrado de la vida. Especialmente que Dios preserve la vida de cada uno de los jóvenes de las adicciones y desenfrenos que sólo dejan desazón, sufrimiento y soledad.
Que todos los hogares santiagueños puedan recibir la bendición de Dios y sean colmados de su gracia para que todos sus buenos proyectos para este año 2014 puedan hacerse realidad. Rezo por todos y cada uno de los santiagueños y especialmente por los que más están sufriendo.
¡Feliz año nuevo!
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