domingo, 22 de septiembre de 2013

Adiccion en la familia empresaria

JOSE JAVIER Rodríguez 22/09/2013
Es de grave importancia el llegar a entender el crecimiento silencioso de la adicción al alcohol y del abuso de drogas no solo en la sociedad sino, dentro de la sociedad, en el seno de la empresa familiar. Es sorprendente la escasa atención que los investigadores han prestado a la adicción en las familias empresarias, dado el profundo impacto que estas adicciones al alcohol y a los estimulantes y sicotrópicos tienen en la empresa familiar. La adicción al alcohol y a las drogas implica una malísima gestión que grava y hunde a la empresa y a la familia empresaria. La semilla de la adicción está no solo en la sociedad sino en la propia familia y fructifica de manera ponzoñosa.
La adicción tiene un gran impacto en la eficiencia y efectividad de la empresa familiar. Si reside en la sede ejecutiva o entre los accionistas claves, la adicción es un contribuyente definitivo para conducir a la empresa a la ruina. Rompe la comunicación entre componentes de la familia empresaria. El familiar adicto tiene capacidad para romper y emponzoñar las relaciones entre padres y hermanos o hijos. Siempre afecta a los miembros de la familia que dirigen la empresa, a los familiares propietarios e, incluso, a los empleados.
La situación se agrava si la adicción reside en el fundador, patriarca o matriarca, o en el director del negocio. Cuando el alcohol o la droga entra en una familia empresaria hay tendencia a proteger al adicto y a impedir que otros investiguen e, incluso, algunas veces se niegan los efectos destructores sobre el familiar, su familia, su empleo y su empresa. A veces se tiene miedo de establecer las terribles consecuencias de esa adicción, como son la pérdida de energías en disimular o asignar al permanente problema sin buscar alguna solución. Al final se daña lo más importante: la cultura emprendedora de la familia.
He conocido casos de desorden emocional que conducen a la depresión, ansiedad y conductas con bipolaridad. Se han desecho matrimonios, producido rupturas entre hermanos y desorientación de parejas y progenitores. Todo ello ha afectado a la fortaleza financiera de la empresa y a su buen funcionamiento. La droga y el alcohol genera otro yo de quien se aleja de la familia y de su empresa pero intenta dirigir el sistema familiar empresarial.
La adicción es la razón para no llegar a acuerdos, fijar objetivos y lograrlos. Es la raíz de la desconfianza y pobre comunicación entre familiares. Esta desviación merece mucha atención porque afecta al tejido empresarial familiar, al funcionamiento y rendimiento de la empresa familiar, a las relaciones con los asesores y a los procesos para intentar corregir estas alteraciones.
En esta última década de abundancia (1997-2007), ha circulado mucho dinero en empresas familiares, a veces ganado sin mucho esfuerzo, y se ha distribuido entre familiares adultos y jóvenes, lo que ha facilitado el acceso al alcohol y a los estimulantes. Esa longanimidad no ha sido buena práctica en algunas familias empresarias, que han visto a jóvenes y adultos entrar en el círculo vicioso de la adicción.
Ahora estas familias se encuentran sin dinero y con un grave problema para sus empresas. La semilla de la adicción fructificó y maduró en el momento de recesión más inoportuno.
* Catedrático emérito de la Universidad de Córdoba. Exdirector de la Cátedra Prasa de Empresa Familiar
http://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/adiccion-en-familia-empresaria_830827.html

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