El 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco. En esta ocasión, el Programa Nacional de Control del Tabaco del Ministerio de Salud de la Nación junto con las sociedades científicas y ONGs lanzarán una estrategia para promover un embarazo y maternidad libres de humo de tabaco.
Las mujeres fumadoras tienen mayor riesgo de infertilidad primaria y secundaria, embarazo ectópico, aborto espontáneo, ruptura prematura de membranas, desprendimiento placentario, placenta previa, parto prematuro, menor intención de amamantar a sus hijos, menor probabilidad de comenzar a amamantar y mayor probabilidad de amamantar por menor tiempo que las no fumadoras. (Haga clic acá para mayor información sobre los efectos del tabaco en la salud de la mujer embarazada: http://www.msal.gov.ar/htm/site_tabaco/tabaco-embarazo.asp). La buena noticia es que las mujeres que dejan de fumar antes o durante el embarazo, reducen su riesgo de ruptura prematura de membranas, embarazo pretérmino y bajo peso del recién nacido.
A su vez, los hijos de madres que fuman durante el embarazo tienen mayor riesgo de bajo peso al nacer y de algunas malformaciones congénitas. El consumo de tabaco durante el embarazo duplica el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante y aumenta el riesgo de patologías respiratorias (asma, bronquitis y neumonías a repetición), de otitis, de trastornos de conducta, de trastornos de aprendizaje, de obesidad, de diabetes tipo 2, de caries, de adicción en la adolescencia y de cáncer de pulmón en la edad adulta, entre otros.
Reconociendo estos efectos adversos del tabaco en la salud de la madre y el niño y con el objetivo de disminuir la mortalidad asociada, las Naciones Unidas lanzaron en julio de 2010 la resolución 2010/8 por la cual instan a sus Estados Miembro a implementar medidas de control del tabaco destinadas a proteger a las madres y sus hijos del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ambiental.
Se estima que un 15-20% de las embarazadas en Argentina son fumadoras, uno de los porcentajes más altos de América y del mundo. Nuestro rol como profesionales de la salud es clave para cambiar esta tendencia. Por eso, en CADA consulta se recomienda:
• PREGUNTAR si la mujer es fumadora o está expuesta al humo de tabaco ajeno (si convive o si trabaja en un lugar donde está permitido fumar) y registrarlo en la historia clínica como un dato de importancia.
• Si la mujer es fumadora, de un consejo firme: dejar de fumar es lo mejor que puede hacer por su salud y la de su hijo (la meta es 0 cigarrillos).
• Si la mujer está expuesta al humo de tabaco ajeno, explíquele de manera sencilla y convincente la importancia de que su hogar sea 100% libre de humo de tabaco
• Si la mujer no fuma ni está expuesta al humo de tabaco refuerce la importancia que eso tiene para su salud y la de su bebé. Recuerde que algunas embarazadas no se atreven a declarar que son fumadoras.
• Si la mujer quiere dejar de fumar, recuerde que hay un listado de instituciones que brindan tratamiento para dejar de fumar, que puede encontrar en: http://www.msal.gov.ar/htm/site_tabaco/beneficios-no-fumar02.asp, y una línea gratuita para dejar de fumar 0800 222 1002 con acceso desde todo el país.
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