domingo, 29 de abril de 2012

ESTUDIO EN BARCELONA

Las aguas subterráneas dibujan el mapa del consumo de drogas

El Eixample registra más concentración de cocaína, el Paral·lel de éxtasis y el Besòs una mezcla
Las aguas subterráneas de Barcelona contienen restos de diversas drogas ilegales que varían en función de la zona de la ciudad y mantienen su presencia a lo largo del tiempo, según un estudio.
Pastillas

Las llamadas drogas de abuso analizadas incluyen compuestos derivados de la cocaína, anfetaminas, opiáceos, cannabis, lisérgicos, y bendodiazepines, y han sido detectados en las muestras de 37 pozos subterráneos tomadas a lo largo de 2010 en tres zonas diferentes de la ciudad, según ha explicado en rueda de prensa el director del Instituto Catalán de Investigación del Agua (Icra), Damià Barceló.
   Los investigadores han concluido que los niveles más altos de concentración se encuentran para la metadona en la zona del delta del río Besòs y para la cocaína en el tramo central de la calle Mallorca, con concentraciones de 68 y 60 nanogramos por litro.
   Por ello, el estudio sugiere que en una zona abundante en ocio nocturno y económicamente de clase media alta como el Eixample se detectan concentraciones más elevadas de cocaína, en un barrio de clase trabajadora del Paral·lel es más habitual hallar éxtasis, y en el Besòs existe una mezcla de compuestos propia de la proximidad del río.
   A pesar de ello, en el 86% de las muestras se hallaron trazas de metadona, en el 64% de éxtasis y también es usual hallar restos de diazepam.
   En el caso concreto de dos pozos próximos a la calle Enric Granados, además, se han detectado restos de cocaína previos a la metabolización que hace el cuerpo humano de dicha sustancia, lo que sugiere que "alguien ha tirado cocaína" directamente a las cañerías.
Trabajo pionero
Barceló ha explicado que el estudio, que publica la revista 'Science of The Total Environment', es uno de los primeros a nivel mundial que detecta trazas de drogas en aguas subterráneas, después de que trabajos similares ya lo hayan hecho en ríos y depuradoras.
En la investigación, que ha buscado restos de 21 drogas diferentes, han participado científicos del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), del Icra y de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Barceló ha reconocido que, a pesar de todo, los resultados no son del todo representativos porque deberían incluir análisis periódicos y, adicionalmente, en el proceso de llegar hasta los acuíferos urbanos las drogas experimentan un filtrado que reduce todavía más su presencia.
   De hecho, ha recordado que en el caso del agua que llega a las depuradoras las concentraciones de droga son de entre 700 y 800 nanogramos por litro --entre 70 y 100 una vez depuradas-- y, aunque no existe legislación al respecto, en ningún caso supone un problema para el medio ambiente.
   Barceló ha explicado que las trazas de drogas llegan a los acuíferos desde filtraciones del sistema de alcantarillado, y ha defendido la importancia de este tipo de estudios para determinar qué pozos pueden ser utilizados en caso de sequía y necesidad de aportar más recursos hídricos.
   En total, se estima que los pozos de la ciudad acumulan unos 40 hectómetros cúbicos de agua, cuando el consumo diario medio que hace la ciudad es de un hectómetro.
 http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/Aguas_subterraneas-mapa-consumo-drogas-Barcelona_0_1604239779.html

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