martes, 7 de junio de 2011

Estudio Nacional acerca de la incidencia del consumo de alcohol, tabaco y drogas en el ámbito laboral - SEDRONAR

ESTUDIO NACIONAL ACERCA DE LA INCIDENCIA DEL CONSUMO DE
ALCOHOL, TABACO Y DROGAS (ATD) EN EL AMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
Presidente de la Nación:
DR. NESTOR KIRCHNER
Secretaría de Programación para la Prevención
de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico:
Secretario de Estado:
DR. JOSE RAMON GRANERO
Observatorio Argentino de Drogas:
Coordinación:
LIC. NANCY BARRERA
Investigadores:
LIC. MIRIAM GARCÍA
LIC. HECTOR PAGANINI
PROF. FABIÁN BERHÓ
LIC. SILVIA MIORIN
ESTUDIO NACIONAL ACERCA
DE LA INCIDENCIA DEL CONSUMO DE
ALCOHOL, TABACO Y DROGAS (ATD)
EN EL AMBITO LABORAL
Septiembre 2005
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
CONSIDERACIONES BÁSICAS 7
Estructura del Estudio 11
Marco histórico – social y económico 15
Mercado de Trabajo 17
El Ámbito de lo Laboral / El Ámbito de lo Privado 19
La naturaleza compleja del Ámbito de lo Privado 20
Los límites del interés empresario 21
De “fuerza de trabajo” a “recursos humanos”: la ampliación
de los intereses de la empresa 22
Estrategias empresarias para la articulación de ambos ámbitos 24
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD
EN EL ÁMBITO LABORAL 27
EMPRESAS 28
TABACO 28
a.- el tabaco como “un tema de salud” 28
b.- el tabaco como un tema “de seguridad” 29
c.- Un tema “de imagen” 30
Políticas: medidas y acciones. Generalidades 30
a.- como “tema de salud” 30
b.- el consumo de tabaco como “cuestión de seguridad” 32
c.- el consumo de tabaco como “cuestión de imagen” 34
ALCOHOL 37
a.- el consumo de alcohol como un problema privado 38
b.- el consumo de alcohol es algo que compete,
directamente, a la empresa 42
Política predominante: “creación de conciencia/dejar el
Alcohol afuera” 43
Política diferencial: “el alcohol está adentro” 48
DROGAS 51
a.- “droga” significa “droga ilegal” 51
b.- es un “problema de la persona/una enfermedad” 52
SINDICATOS 55
Obras Sociales 57
Registro de las diferencias: cASOS par ticulares 61
La actividad Docente 61
Peones de Taxis 63
CONCLUSIONES 69
BIBLIOGRAFIA 73
INDICE
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
1
CONSIDERACIONES
BASICAS
OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo
de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
l presente Informe presenta los resultados del ESTUDIO NACIONAL
ACERCA DE LA INCIDENCIA DEL CONSUMO DE ALCOHOL, TABACO
Y DROGAS (ATD) EN EL ÁMBITO LABORAL.
La perspectiva metodológica desde la cual se planteó el estudio es
básicamente de corte cualitativo por lo que las técnicas utilizadas han sido
entrevistas en profundidad. El muestreo utilizado ha sido no probabilístico, de
tipo intencional, ya que los informantes clave fueron seleccionados en virtud de su
calificación en el ámbito de empresas, sindicatos y obras sociales.
El número total de entrevistas en profundidad fue de 59 informantes
pertenecientes a empresas de tipo grandes, medianas y pequeñas, en los
cinco conglomerados más importantes del país: Gran Buenos Aires, Rosario,
Córdoba, Mendoza y Tucumán; 11 entrevistas a informantes de obras sociales y
finalmente 6 a representantes sindicales. Es importante destacar que en el caso
de los sindicatos y las obras sociales, inconvenientes de tipo institucionales no
permitieron lograr la cantidad de entrevistas con las que se preveía se saturarían
las respectivas categorías.
Los objetivos planteados para el estudio fueron indagar y obtener
información respecto de:
 Percepciones, sobre el consumo de ATD de los distintos actores
(empresarios, obras sociales y sindicatos) involucrados en la relación
laboral o en el mercado de trabajo
 Percepciones acerca de condiciones laborales que facilitan,
condicionan o promueven el consumo de ATD
 Políticas de prevención por parte de los actores, el desarrollo al
momento actual y la evaluación acerca de los resultados obtenidos.
En función de estos objetivos está previsto:
 Producir información que contribuya al desarrollo del Observatorio
Argentino de Drogas.
 Obtener información que contribuya al diseño de instrumentos de
registración de tipo cuantitativa respecto de esta problemática
Según el Estudio Nacional sobre consumo de sustancias psicoactivas en
la Población de 20041, la población entre 16 a 65 años tiene una prevalencia
CONSIDERACIONES BÁSICAS
de consumo en el último año de alcohol de 72,6, alrededor del 2% dijo haber
consumido marihuana y un porcentaje similar declaró consumo de sedantes
sin prescripción médica. En cuanto al consumo de Tabaco, la prevalencia del
consumo alcanzó el 37.1 %. Si se considera que este grupo etáreo contiene a la
Población Económicamente Activa (PEA), podemos suponer que los consumos
declarados en algunos casos se relacionan, de manera directa o indirecta, en la
mayoría de los casos con prácticas laborales de diverso orden.
El presente Estudio constituye, un abordaje cualitativo de la problemática
del consumo de ATD y sus efectos en el Ámbito Laboral con el objeto de producir
los conocimientos necesarios para elaborar un Instrumento de Indagación
Cuantitativa para ser aplicado en el universo conformado por los trabajadores.
Otro motivo que justifica la elección de una estrategia cualitativa de
investigación es el déficit de investigaciones que aborden la relación entre las
percepciones acerca del consumo y el desempeño de los consumidores en sus
ámbitos laborales.
Si bien las investigaciones en el campo de la salud atribuyen al consumo
de ATD deterioros en el rendimiento, algunas representaciones imaginarias
colectivas (a ser indagadas también por este Estudio) intentan comprender,
justificar o explicar dicho consumo como una condición “para poder desempeñarse
con eficacia en una determinada tarea” (por ejemplo, una tarea que implica mucho
tiempo de espera, períodos de inactividad prolongados, etc.). En este marco de
tensiones entre conceptos y prejuicios referidos al deterioro o a la optimización
en el rendimiento del trabajador, se ubican hoy las decisiones de los empresarios,
las acciones del Estado y de las Organizaciones de la Sociedad Civil en materia
de diseño de políticas de prevención y/o de asistencia.
1 - Segundo ESTUDIO NACIONAL SOBRE CONSUMO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS. POBLACION DE 12 A 65
AÑOS. (Presentación preliminar). ARGENTINA 2004. INDEC SEDRONAR
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
10
11
2
ESTRUCTURA
DEL ESTUDIO
OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo
de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
12
l diseño de este estudio prevé la presentación de dos marcos contextuales
básicos que se refieren a: aspectos de tipo histórico, social y económico que
atraviesan la situación actual del mundo laboral y por otro lado, un marco
conceptual de referencia a distintos ámbitos que surgen con nitidez de la lectura
de las entrevistas: “lo privado”, “lo público” y “lo laboral”.
Seguidamente se dedicarán sucesivos capítulos para hacer referencia
a Tabaco, Alcohol y Drogas como capítulos; allí se analizan las percepciones
halladas en el material relevado (entrevistas) en torno al consumo de sustancias
psicoactivas por parte de los trabajadores, las políticas de prevención de los
distintos actores sociales involucrados en el ámbito laboral y las condiciones
laborales que facilitan, condicionan o promueven el consumo.
Finalmente en el apartado de Conclusiones, se presentarán los aspectos
de mayor relevancia que han surgido de la realización del estudio.
El fenómeno del consumo de sustancias psicoactivas se define desde las
posturas teóricas de los especialistas, como una problemática social compleja.
A partir de los cambios acaecidos durante las últimas décadas, en la Argentina
y en el mundo respecto de las estructuras sociales, económicas y culturales es
necesario visualizar estas problemáticas en todas sus dimensiones.
Si bien el consumo está considerado por la OMS como un trastorno de
la conducta y del comportamiento, no es únicamente un problema de salud y de
sustancias sino que se convierte en un problema social.
Considerar todas sus dimensiones implica reconocer la intervención
de diferentes condicionantes: económicos, políticos, culturales y psico-sociales.
Lo económico está relacionado con las estructuras económicas de un país, los
niveles de NBI, etc.. Lo político está relacionado con las políticas desarrolladas
en torno a la prevención, y atención de la problemática, lo psico-social remite por
un lado a las características individuales y por otro, a las principales estructuras
sociales: la familia, la escuela, dispositivos que contienen o no a sus poblaciones
y el condicionante cultural está relacionado con las creencias que circulan en una
población en torno al consumo de drogas.
El concepto se ha operativizado como “consumo de sustancias
psicoactivas” y no como “adicciones o drogodependencia”. Se utiliza el término
consumo porque involucra desde el uso ocasional o experimental, pasando por el
abuso hasta llegar a la dependencia. La adicción (dependencia) es sólo una parte
de la problemática.
Las sustancias psicoactivas son drogas, las drogas son todas las
sustancias que introducidas en el organismo provocan una modificación de
13
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
su natural funcionamiento. Se consideran sustancias psicoactivas tanto a las
sustancias “legales” como lo son el alcohol y el tabaco; como a las “ilegales”
marihuana, cocaína, heroína, ácido lisérgico, entre otras.
Los intereses particulares de los actores sociales y las diferentes
correlaciones de fuerza entre los mismos, determinan áreas de visibilidad o
invisibilidad para los fenómenos, que pueden caracterizarse de distintas manera
a partir de considerar su existencia o no.
Así, la temática del consumo de ATD y sus efectos en el ámbito
laboral (y viceversa), concebida in abstracto, como una cuestión en sí misma
de gran importancia, puede ser abordada desde distintos puntos de vista o no
ser en absoluto tenida en cuenta, de acuerdo a la situación de cada uno de los
participantes de la situación laboral.
En la medida en que comienza a aparecer bajo la forma de un observable
propio de la actividad empresaria, y se traduzca en pérdidas de días de trabajo,
bajas en la productividad, etc. es posible que el consumo de ATD, se convierta en
un tema que merezca la atención de las empresas.
- Si consideran que se trata de un problema que pertenece al ámbito de la vida
privada de un individuo que es miembro de su personal, la empresa puede
decidir que no tiene responsabilidad alguna sobre el mismo, limitando su
accionar a la toma de alguna medida en función del observable: sancionando
al trabajador por sus ausencias, por sus tardanzas, o por bajas en el
desempeño en su puesto de trabajo, etc.
- La empresa puede considerar “que uno de los factores clave para el éxito
empresario es la calidad del equipo humano con el que cuenta” y decide
actuar en el sentido de “valorar y cuidar a su gente…” o sea, si incluye dentro
de su capital a las personas que conforman su planta, es decir, toma en su
sentido literal la expresión “recurso humano”, las decisiones a tomar serán
otras. Puede ser que estas acciones tomen la forma de actividades que
promuevan los “factores de protección” frente al consumo de ATD: actividades
recreativas que incluyan a las familias de los trabajadores, actividades de
promoción de la salud en general, etc.
- La empresa puede aplicar, como norma, los exámenes sobre consumo
de ATD a los aspirantes a un puesto en la misma, o periódicamente a los
miembros de su planta de personal y decidir, en función de los resultados,
los ingresos de personal, las promociones o los despidos, y esto forma parte
explícita de las políticas de la empresa en la materia.
Desde la posición del trabajador, la situación del consumo de ATD puede ser
vista de una manera muy distinta.
Ver o
no Ver
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
14
- Puede tratarse de un trabajador que debe pasar mucho tiempo sin realizar
otra actividad que vigilar que nada suceda, y que en ese tiempo continuo e
indistinto el fumar un cigarrillo imponga alguna suerte de corte que haga mas
tolerable el paso del tiempo tedioso propio de la inactividad forzada. Ese
trabajador, ante nuestra indagación ¿percibe de alguna manera la existencia
de una relación entre su hábito de fumar y las características de su tarea?
Al momento de evaluar su relación con la empresa ¿considerará que se le
permita fumar como una “libertad” que la empresa le brinda en su horario de
trabajo o lo verá bajo la especie de un trueque por el cual la empresa busca
compensarlo por la imposición dolorosa del tedio que la índole de su tarea
implica?
- Bajo éste mismo signo del “intercambio compensatorio” podría inscribirse el
caso de un Gerente que considera que tiene el derecho, en función de la
apreciación que la empresa hace de sus habilidades y conocimientos, de
tener la posibilidad de tomarse un vasito de whisky al finalizar su labor diaria,
o de recurrir a otro tipo de estímulo, bajo la forma del consumo de cocaína o
de anfetaminas, cuando se siente superado por las demandas y exigencias,
de las tareas a las que su labor lo somete.
- Un trabajador de la salud que se encuentra expuesto a diario a situaciones
en las que se presenta de manera desnuda los extremos del sufrimiento
humano. ¿Con qué mecanismos y herramientas, propios o institucionales,
cuenta para procesar los efectos de dicha exposición?
Ante las Obras Sociales Sindicales se presentan, de manera directa o
indirecta, todas las demandas de atención de salud de los trabajadores, en
tanto son las instituciones encargadas de atenderlas y de procesarlas. Cabe
preguntarse entonces: Desde su ubicación, ¿qué horizonte de visibilidad tienen
para determinar, dentro del conjunto de las consultas que atienden, cuáles
corresponden a problemáticas relacionadas con el consumo de ATD?, o sea,
¿bajo qué formas, abiertas o encubiertas, se presenta la consulta por dicha
problemática? Teniendo en cuenta la existencia de ciertas patologías que se
asocian a determinadas tareas, o a las condiciones en que las mismas se realizan
(las llamadas “enfermedades profesionales”), ¿cuentan las Obras Sociales con
instrumentos adecuados para la captación de dicha problemática? ¿Consideran
que deberían tenerlos o no?
Por otra parte, y en tanto se ocupan de la salud de los trabajadores
¿realizan tareas de Prevención Primaria sobre el tema? Estos son algunos de los
interrogantes que se abren en cuanto ubicamos nuestra perspectiva del lado de
las Obras Sociales, las que constituyen uno de los actores sociales privilegiados
en nuestra indagación.
Los representantes sindicales de los trabajadores, en su papel de
nexo entre los trabajadores y las empresas, también se hallan en una situación
de privilegio, puesto que ellos conocen, por haberla realizado, la tarea desde
adentro, no sólo en cuanto en qué consiste, sino también, bajo qué condiciones
se realiza.
15
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
Ellos son también, los que reciben las demandas de los trabajadores en
cuanto a la defensa de sus derechos, los que no se agotan en la reivindicación
salarial, sino también, y muy especialmente, en cuanto a las condiciones bajo las
cuales han de desempeñarse las tareas.
Por otra parte, las condiciones de trabajo, no están establecidas de
una vez y para siempre para el trabajador desde el momento mismo en que se
incorpora a la actividad, sino que pueden ir variando de acuerdo a cuestiones
que escapan a las determinaciones del trabajador, e inclusive, en muchos casos,
a las empresas entendidas en su singularidad, pero que pueden ser a posteriori
materia de negociación o de conflicto entre trabajadores y empresas, o entre
Sindicatos y Cámaras Empresarias, por ejemplo.
Nuestra sociedad viene padeciendo un deterioro en la calidad de vida y
está sumergida en una crisis de valores que inevitablemente alteran las reglas de
convivencia. En la década del ‘90 se instaló la idea de prescindir de un Estado que
según los referentes políticos de aquel entonces, era un Estado torpe, deficiente
y demasiado intrusivo para la vida de los ciudadanos. Privatizar resultó ser la
herramienta que terminaría con la “corrupción” y la inoperancia.
Entre los procesos de democratización y modernización del Estado,
nuestra Sociedad transita los andariveles de la complejidad social tratando de
encarar los desafíos que obligan al desarrollo de una economía sustentable,
la búsqueda de una ciencia aplicada al crecimiento, la generación de empleo, y
los nuevos paradigmas que emergen de la necesidad colectiva hacia una mejor
calidad de vida, entre otros.
El modelo de economía neoliberal a ultranza que imperó en los
últimos tiempos rompió con los límites de lo estrictamente “económico”
implicándose en la generación de una “sociedad de mercado” en dónde la
racionalidad condiciona las normas, actitudes y expectativas de la gente.
Es decir, el mercado no sólo regula las relaciones económicas, sino que
atraviesa profundamente todas las relaciones sociales. La conducta se estructura
preponderantemente conforme al intercambio mercantil y al cálculo utilitarista de
costo-beneficio.
Esta ofensiva neoliberal es acompañada en lo social por las nuevas
tendencias que plantea la posmodernidad, con su consabida crisis de valores,
de representatividad y un exacerbado modelo de sociedad de consumo, donde la
emulación y la posesión se vuelven los principales emblemas identificatorios.
En este contexto se formula ilusoriamente que, son los propios actores
los responsables de sus éxitos o fracasos; transformándose esto en una carga
ficticia, dado que el sistema no es funcional, en ningún caso, para el trabajador
típico de las condiciones necesarias para la consecución de tales objetivos.
Marco
histórico– social
y económico
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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Este escenario permite a algunos pocos acceder a la tan preciada
“libertad de mercado”, pero condena a una gran mayoría a la marginalidad, y
por otra parte a sostener la errónea convicción de que su fracaso es producto de
su propia incapacidad para competir, para acceder a mejores y mayores logros.
Este paradigma no sólo erosiona a los individuos excluyéndolos del sistema, sino
que afecta a todo el entramado social, ya que se termina naturalizando una clara
situación de desigualdad.
La circunstancia fundamental es la incertidumbre que comienza a regir
las situaciones individuales y que enfrenta a las personas a la angustia de tener
que decidir sin conocer el futuro, los lineamientos de un proyecto claro, y frente a
la ausencia de mecanismos de una contención social efectiva.
Predomina un «individualismo negativo» en un doble sentido, el individuo
recela de la acción colectiva al mismo tiempo que se siente aislado y excluido del
manto protector de la acción de conjunto.
La asimetría que se generó a partir de la aplicación de los programas
enmarcados en la lógica neoliberal dio como resultado, entre otros indicadores:
la propagación de la pobreza estructural, el desempleo a índices intolerables,
deterioros en la salud de los individuos, precarización laboral, aumento de la
mortalidad infantil, aumento de los índices delictivos, pérdida en las posibilidades
de negociación de los sindicatos, y desaparición de los derechos laborales, entre
otros.
Resultantes de este esquema son la desigualdad social y los
desequilibrios territoriales. Estas formas de exclusión no son sino el
aspecto más visible de una tendencia generalizada a la disgregación social.
Basta recordar la informalización de la economía (trueque, bonos, etc.) y, en
particular del empleo, la pérdida de principios universalistas y de representaciones
sociales que con anterioridad servían de anclaje a las identidades colectivas, la
erosión de los lazos familiares; todo ello indica la enorme precariedad de la vida
social.
En la medida en que el proceso de modernización incrementa la
diferenciación social y funcional, aumenta la precariedad de las posiciones
adquiridas. La diferenciación y la consiguiente incertidumbre pueden
alcanzar un nivel crítico cuando las aceleradas transformaciones sociales
se entremezclan con situaciones de crisis o de trastorno generalizado en
el ámbito económico. Cuando la violencia urbana, la corrupción impune, la
precarización del empleo son la experiencia cotidiana de la gente, entonces
los efectos centrífugos de la modernización ya no logran ser contrarrestados
por la tolerancia, la empatía, la honestidad y otras normas de trato sociales.
Sin tales normas de reconocimiento y compromiso, la igualdad jurídica y la
igualdad ciudadana pierden validez práctica y el mismo orden democrático
termina erosionado.
17
Aunque no es el objetivo del Estudio referir a información estadística,
basta una simple mirada para ayudar a la conceptualización del ámbito laboral
que se está abordando. Desde 2003 se observa un marcado cambio de tendencia
en las principales variables de la economía: actividad económica, actividad
industrial, empleo y desempleo, etc. Es particularmente importante señalar que,
aún en el marco de los cambios señalados, el estudio debe ser leído, para una
mejor comprensión de la dimensión de la problemática, desde un punto de vista
histórico, es decir como una consecuencia de diversas políticas económicas y
sociales.
Acorde con los fundamentos antes mencionados, la política en materia
de mercado de trabajo centró sus objetivos en la liberalización de las normas que
protegían a los trabajadores en relación a la estabilidad en el empleo.
Llegó a prevalecer entonces, una visión que vinculaba la contracción del
empleo a la rigidez de los marcos regulatorios laborales y, secundariamente, a
razones de orden macroeconómico. Estos marcos eran los que supuestamente
impedían, o dificultaban al menos, que el crecimiento que venía experimentando
la economía argentina se tradujera en generación de puestos de trabajo. A su vez,
producto de la fuerte expansión de la proporción de asalariados no registrados,
(que a principios de los noventa superaban el 30% del total de los asalariados)
se alegaba que las relaciones laborales se estaban flexibilizando de hecho.
Esto favorecía las acciones a favor de eliminar las rigideces de las relaciones
contractuales.
El argumento que se exhibía para explicar el elevado empleo en negro y
el incremento del desempleo se sostenía en el alto costo laboral que implicaban los
aportes patronales para financiar el sistema de seguridad social en los contratos
por tiempo indeterminado. (Iñiguez, 1997).
Así, en las bases de los intentos de reestructuración, se ponía como uno
de los más fuertes obstáculos a la rigidez de los marcos regulatorios que planteaban
trabas al uso de la fuerza de trabajo, en función de las restricciones provenientes
de las leyes y reglamentos laborales (Testa y Figari, 1997). Estos marcos –
siempre según esta visión – debían ser más flexibles, para que las contrataciones
y desvinculaciones de personal fueran más “ágiles” y no implicaran tantos riesgos
a los empleadores (como los que implicaba el principio de indeterminación del
período de relación laboral propio de los contratos “efectivos”).
Se suponía que la flexibilización laboral -que consistió en un conjunto de
medidas y modificaciones legislativas cuyo objetivo explícito era modernizar las
relaciones laborales facilitando a las empresas el manejo del personal- contribuiría
a aumentar la demanda de trabajadores ya que las empresas no tendrían la
obligación de agregarlos en forma permanente a la nómina salarial y, a su vez, las
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
Mercado
de
Trabajo
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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empresas contarían con mecanismos ágiles para reducir el personal, en caso de
caída de las ventas, evitando altos costos de indemnización.
En la línea de lo planteado, es importante destacar que la flexibilización
laboral, avalada y legitimada desde la estructura jurídica institucional de nuestro
país es la promotora de situaciones de precariedad laboral, que se transparentan
en las modalidades contractuales exentas de aportes patronales, de seguridad
social, y de posibles indemnizaciones por despido.
Es necesario precisar que la flexibilización laboral, reviste también una
dimensión de carácter interno a las empresas. Esta dimensión estaba dirigida a
adaptar a los trabajadores a la variación y a la diversidad en las tareas, es decir
al cambio de oficio o rol ocupacional con el objetivo de lograr mayor eficiencia
y productividad. Para ello se buscaba incidir sobre las restricciones al uso del
tiempo (duración de la jornada, descanso semanal, vacaciones y feriados) y la
organización del proceso de trabajo hacia el interior de la firma (estos aspectos
estaban hasta entonces fuertemente regulados a través de los convenios
colectivos de trabajo).
Asimismo, los cambios tecnológicos operados conjuntamente con las
nuevas técnicas de gestión del proceso productivo colaboraron en la pérdida de
competencias laborales en vastos sectores de la población. Lo que se tradujo
también en una reorientación del mercado de trabajo. Esto es la creación de puestos
de trabajo orientados a personas jóvenes y /o con mayor nivel educativo1.
Para finalizar, es importante mencionar que las Modalidades Promovidas
de Contratación (es decir, las que importaban descuentos a los empleadores)
fueron derogadas en octubre de 1998.
A pesar de haber sido promulgadas con el objetivo explícito de aumentar
los niveles de empleo registrados y reducir la desocupación, las leyes de
flexibilización no cumplieron con estos objetivos; el desempleo llegó a niveles
jamás conocidos en el mercado de trabajo argentino.
Al analizar la problemática del desempleo en la Argentina se
observa que el mismo no se caracteriza por ser un fenómeno de larga
duración2 (a la europea). Por el contrario, la corta duración de los períodos
de desocupación combinada con actividades intermitentes precarias,
pone de relieve la vinculación existente entre desempleo y precariedad
laboral que deviene en bajos salarios y en aumento de la pobreza.
En esta dinámica, el desempleo constituye un momento particular recurrente de
la vida laboral de las personas activas que se alterna con breves períodos de
1 - Catalano, A., Avolio de Cols, S., Sladogna, M. (2004) “Diseño curricular basado en normas de competencia laboral”.
Argentina. BID – FOMIN.
2 - Ver “Diagnostico del Desempleo” (SSPTyEL – Ministerio DE Trabajo, Empleo y Seguridad Social).
19
inserción en empleos precarios o de subsistencia. Empleos que, por otra parte,
no constituyen fuentes de recalificación o recomposición de las competencias
laborales requeridas por el mercado.
En este sentido, los cambios estructurales producidos en la economía,
específicamente en el mercado de trabajo, producto de las políticas adoptadas
en esos años, empeoraron la situación ocupacional y social del país, y finalmente
desembocaron en la crisis de diciembre de 2001.
Además, la grave crisis ocupacional y el aumento constante de la pobreza
y la indigencia llevaron a la instrumentación en el 2002 del Programa Jefes/as e
Hogar Desocupados, que llegó a tener a 2 millones de beneficiarios. Programa sin
comparación histórica que tenía por objeto mitigar los efectos de la desocupación
y la pobreza.
Ciertamente no resultaría justo hacer referencia solamente a los últimos
10 años de nuestro país, pero servirá para tomar un punto de partida, un recorte.
En síntesis una provocación para encarar un desafío descriptivo, comprensivo
y crítico de los problemas sociales que se evidencian como emergentes en la
actualidad cotidiana.
La realidad puede fragmentarse a partir de la presencia de diversos
campos, que cobran identidad y relevancia simbólica a partir de la hermenéutica
que se les aplique.
Así, cualquier temática, como por ejemplo la del consumo de ATD y sus
efectos en el ámbito laboral, y viceversa, concebida in abstracto puede aparecer
como una cuestión en sí misma de gran importancia que puede ser abordada por
los partícipes comprometidos en ese campo desde distintos puntos de vista o no
ser en absoluto tenida en cuenta, de acuerdo a la situación de cada uno de los
participantes de la situación laboral.
Entre los diversos y heterogéneos campos de interés y pertinencia hay
un conjunto de ellos, que las más de las veces tienen entre sí una relación de
complementariedad que puede devenir en contraposición y competencia: el
ámbito de lo público, el ámbito laboral y el ámbito de lo privado. Definimos como
el ámbito de “lo público” aquella parcela de tiempo vital de cada persona en la cual
tienen derecho a participar las instituciones del Estado, el ámbito laboral aquella
porción de tiempo que la persona enajena en función de un pago o retribución, y
el ámbito privado como el que resta después de efectuadas ambas particiones y
en las que los participantes de los otros ámbitos señalados no tienen, de hecho ni
de derecho, ninguna participación o competencia.
Esta particular partición entre “lo laboral” y “lo privado” tuvo un inicio al
momento en que el taller doméstico, en el que no sólo se trabajaba, sino que
también se aprendía el oficio y se vivía, fue reemplazado por la fábrica, como
El Ámbito
de lo Laboral/
El Ámbito de lo
Privado
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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lugar de producción de bienes y el hogar se constituyó como el ámbito para la
reproducción de la fuerza de trabajo, funcionando las escuelas y otras instituciones
similares como instancias articuladoras entre ambos.
Se tomará en consideración exclusivamente lo referido a las relaciones
entre el ámbito de lo laboral y el ámbito de lo privado, dejando de lado lo que se
refiere al de lo público.
Los campos delimitados por las esferas de interés antes descriptas
no existen en sí y de por sí, sino que deben entenderse como formando una
estructura y guardando entre sí complejas relaciones de interdependencia.
Así, en relación con el ámbito de lo laboral, el ámbito de lo privado debe
ser entendido como portadora de una doble naturaleza:
- Por un lado, abarca todo aquello de la persona que resulte ser
trascendente para con su caracterización como trabajador: en ese sentido,
será un ámbito que la persona buscará activamente proteger y preservar
de toda intervención que considere ajena, o al menos, condicionará las
intervenciones de acuerdo a sus intereses o posibilidades: “es problema
mío” puede responder el trabajador ante lo que considere una intromisión
injustificada de algún actor en dicho ámbito: y significa precisamente que no
se trata en absoluto de un problema, o al menos, no de un problema que le
interese al interpelador.
- Inversamente, para la empresa, el ámbito de “lo privado”, de
“lo personal”, amén de su carácter ajeno a su competencia por definición,
podrá constituirse como un tiempo y un espacio muy útil en tanto le permita
depositar allí todo aquello de indeseable, de incontrolable, en el sentido de
todo aquello que queda por fuera de su ámbito de interés, de intervención y
de control, pero también de aquello que no se desea ni interesa controlar.
En cuanto a los alcances de “lo privado”, se lo puede considerar como
desarrollándose en dos dimensiones: una temporal y otra espacial, representados
básicamente por el “tiempo libre” y por el “hogar”, respectivamente.
- Dentro de la dimensión temporal, algo que es por definición
ajeno a la intervención empresaria es lo que pertenece al pasado: lo que la
persona era o hizo en y con su vida antes de comenzar su relación laboral con
la empresa de que se trate. A ese pasado puede intentar relevárselo, aunque
sólo indirectamente, mediante exámenes preocupacionales que busquen
rastrear en la actualidad concreta del cuerpo del trabajador las huellas, los
rastros, las marcas de sus actividades pasadas y también su trascendencia
a la actualidad. Por detrás de esto aparece el terreno indiferenciado de las
responsabilidades públicas: el “Estado”, la “sociedad”, el “todos”, la “situación
actual”, etc.
La naturaleza
compleja del
Ámbito de lo
Privado
21
- El presente de la dimensión temporal también entra en el rango
de competencia de la empresa de manera indirecta: si bien debe limitar su
interés a lo que se hace en el horario de trabajo, cualquier actividad realizada
fuera de ese horario comienza a interesar al empleador en la medida en que
produzca alteraciones en esa mercancía por la que se paga: la fuerza de
trabajo durante el lapso de tiempo enajenado, bajo la forma de tardanzas,
ausencias, bajas en el rendimiento laboral, etc.
- El futuro, como es de esperarse, está signado por la
incertidumbre, a la que ambas partes, trabajador y empleador, intentan
acotar y dotar de cierto grado de certidumbre a partir del establecimiento
de un contrato implícito o explícito. En él se han de detallar los términos
del intercambio a realizar mientras dure la relación laboral, la duración de
dicha relación (hay que tener en cuenta que la indefinición de la duración es
también una forma de establecerla), las condiciones en las cuales la relación
ha de mantenerse y las razones para cesar la misma.
Hay que entender que la enajenación de una determinada parcela del tiempo
privado de trabajador, día tras día, hora tras hora, para convertirla en tiempo de
trabajo es un proceso continuo, y no dado de una vez y para siempre, aunque
la principal decisión se haya tomado al momento mismo de iniciar la relación
laboral: de ahí se sigue la pertinencia de ubicar como de interés para la empresa
la dimensión “futuro” del tiempo privado.
Clásicamente, lo relativo al hogar, lo doméstico se instituyó como el lugar
donde se lleva a cabo la reproducción de la fuerza de trabajo: lo que en ese
lugar suceda, será privativo de la voluntad de la persona. A lo sumo, habrá otras
instituciones de la sociedad civil que se harán cargo, de manera más o menos
exitosa, del intento de que se ocupe con actividades “útiles y beneficiosas” el
tiempo libre. El sentido de lo “útil y beneficioso” estará dado para esas actividades
en la medida en que sean capaces de promover mejoras en la salud de la
persona, o en generar mejoras en su “calidad de vida”, a la vez que sean capaces
de cumplir un papel protector frente a actividades que puedan resultar dañinas
o perjudiciales: prácticas deportivas, actividades recreativas, etc. participan
clásicamente de estas categorías.
Distintos son los métodos que utilizan las empresas para realizar la
evaluación del efecto (supuesto) que las actividades fuera del horario y del ámbito
laboral tienen, varían de acuerdo a sus posibilidades, pero el elemento común
es su escasa sutileza al momento de registrar variaciones: esas se miden en
unidades temporales amplias (por lo general días) y registran sólo dos estados:
presente y ausente.
La indagación acerca de las causas ante el registro de ausencia del
trabajador puede, derivarse a una simple instancia de justificación médica, o
no hacer indagación alguna al respecto considerándoselas propias o “típicas”
de la actividad de que se trate. Las ausencias, es decir, esa porción de tiempo
Los límites
del interés
empresario
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
22
enajenado que no es entregado en tiempo y forma a la otra parte del contrato
laboral, conllevan, por lo general, pérdidas monetarias para el trabajador, las que
buscan no tanto compensar al empleador por el insumo que no ha recibido, sino
disuadir al trabajador de no incurrir en esas faltas: así, mas allá del descuento del
día en el caso de ausencias injustificadas y las sanciones que pueden derivarse
de su reiteración, las ausencias justificadas también acarrean pérdidas monetarias
como la pérdida de premios, de presentismo, etc.
Este modelo comienza a presentar problemas y a mostrarse insuficiente
cuando lo que la empresa requiere de sus trabajadores supera el límite de la
mera fuerza de trabajo durante el tiempo de trabajo y se comienza a pensar en el
trabajador en términos de “recurso humano”.
Las empresas deben comenzar a interesarse en y ocuparse de cuidar,
no sólo de la verificación formal y administrativa del cumplimiento de un horario
o de una cuota de producción, o la existencia en el trabajador de la capacidad
requerida para la tarea que se le demanda. También se verifica un plus de interés
por parte de la empresa, que extiende su ámbito de pertinencia y comienza a
ocuparse de “la calidad de vida” de su recurso humano: o sea, no solamente
lo que ocurre en el lapso de tiempo enajenado que transcurre en el local de la
empresa o en el cumplimiento de la función que la empresa le encomiende lo que
le interesa, sino que su interés se amplía hasta intentar abarcar lo que sucede
también en el “tiempo libre”.
Pero, ¿qué elementos están implicados en esa operación de pasaje de
interés por la “fuerza de trabajo” al “cuidado del recurso humano”? ¿Se trata de
un paso más hacia un mayor reconocimiento, integrador y respetuoso de esa
totalidad compleja y contradictoria que es el ser humano?, ¿se trata simplemente
de un nuevo nombre, más cercano a lo “políticamente correcto” para la apropiación
de la fuerza de trabajo por parte del capital?, o ¿se trata de un nuevo nombre para
una forma también nueva, más amplia y diferente en su naturaleza y sus alcances
que tiende a tomar en la actualidad la realización de dicho proceso?
De lo que se trata, probablemente, es que los intereses de las empresas
para con sus trabajadores han cambiado, por lo que la mirada que dirige sobre
ellos también ha cambiado, la naturaleza del trabajador es percibida de manera
distinta; en ese sentido sí se observa una apreciación más integral de las
cualidades y capacidades del trabajador, entrando en el círculo de interés algunas
que tradicionalmente no eran tenidas en cuenta, o si lo eran, lo eran de manera
secundaria y ocasional.
Para la visión empresaria tradicional, al no estar directamente relacionadas
con la tarea a realizar no interesaban, pero en la actualidad son tomadas como
partes pertinentes y necesarias en el diseño del perfil del puesto a cubrir. Esto
se traduce en la apertura de un abanico de exigencias hacia los trabajadores
postulantes para cubrir un puesto, y una redefinición de las capacidades y de la
posición laboral, con mayor incertidumbre e inestabilidad para los trabajadores
De “fuerza
de trabajo”
a “recursos
humanos”: la
ampliación de los
intereses de la
empresa
23
que ya están cubriendo dichos puestos. Se comienza a exigir por parte de los
trabajadores un interés más profundo, más integral, mayor conocimiento y
compromiso para con los intereses de la empresa, y a la vez disposición a brindar
ese plus de capacidades que no eran tenidas en cuenta pero que ahora han
devenido pertinentes y exigibles.
La intervención de la empresa en ese ámbito, en ese espacio a conquistar
o al menos, a hacer funcionar más en consonancia para con sus intereses, tomará
distintas formas, indirectas algunas bajo la forma de sugerencias, cursos, etc. Y
directas otras tales como políticas o lineamientos establecidos por la empresa.
Se exigirá que los empleados conozcan y compartan los objetivos de
la empresa y los modos adecuados de conseguirlos, su “misión” como se ha
dado en llamar; que sean capaces de interesarse lo suficiente como para poder
proponer mejoras sobre los mismos; que estén constantemente “motivados” para
el cumplimiento de su tarea, o sea, que no sean sólo competentes para su labor,
sino que busquen ser lo mejor posible dentro de ella, etc. Todos estos conceptos,
la mayoría de ellos vagos y difusos, remiten sin embargo de manera muy clara a
ese “plus” de exigencia empresaria que busca instalar dentro de cada empleado
una suerte de instancia que releve de la tarea de controlar, monitorear y vigilar al
personal de la empresa tradicionalmente encargado de dicha función, a la vez que
“naturalizar” la ampliación de las capacidades exigidas para cubrir un puesto.
Parece ser entonces que el imperativo que debería regir las relaciones
entre las empresas y sus empleados sea “no sólo quiero que me obedezcas,
sino que lo hagas porque me quieres, porque ahora también quiero que me
quieras”, y dado que estamos hablando dentro del marco de la lógica del lucro y
de la obtención del máximo beneficio posible, es obvio que se trata de un amor
interesado, por lo cual, en definitiva, a la cuestión hay que plantearla en términos
de intercambio.
Así, la empresa puede brindar un espacio para que sus empleados hagan
ejercicios físicos, incluyéndolo en sus políticas para la promoción de la salud de
sus trabajadores: en la medida en que haya obtenido una evaluación acerca de
que existe una relación inversamente proporcional entre días de trabajo perdidos
por razones de salud y la práctica sistemática de ejercicios físicos; o permitir que
se retiren antes un día por semana, por ejemplo, los viernes, mientras compensen
las horas en otros días de la semana, puesto que el viernes por la tarde es el día
con menor productividad de la semana. O más aún, que trabajen directamente
desde sus casas si así lo desean y las características de la tarea lo permiten, o
sea llevarse el trabajo a casa, no sólo en el sentido del mero cambio de ámbito
espacial de la tarea a realizar sino el instaurar directamente el arribo de lo laboral
al hogar.
Toda vez que el trabajador perciba como una ventaja lo que obtiene en
este intercambio, funcionará como compensación de esos “otros” insumos que
le serán exigidos, esos del todo distintos que la mera fuerza de trabajo durante
el lapso de tiempo ocupado que se requería antes: llegando a extremos, por
ejemplo, en el caso de los choferes de automóviles de alquiler que son obligados,
precisamente, a alquilar su medio de trabajo, pero que consideran que la “libertad”
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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con la que pueden realizar su labor puede ser suficiente como para compensar la
absoluta desprotección y precariedad en la que deben trabajar.
De este modo, el tiempo y el espacio de lo privado tendrá con respecto
a lo laboral ya no una relación de contraposición, competencia y mutua exclusión,
sino que se entremezclarán de una nueva forma, los límites entre ambos no sólo
serán difusos, puesto que así suelen serlo cuando hay un conflicto que los pone
en discusión, sino que habrá superposiciones, interposiciones y una comunicación
más fluida y compleja que la que antes había entre los ámbitos diferenciados “del
trabajo” y “del hogar”.
No se abre aquí juicio acerca de la legitimidad de que una empresa
dentro del sistema capitalista tome decisiones en función del acrecentamiento de
sus ganancias, sino de no perder de vista que, por mucho que puedan cambiar
ciertas cuestiones referidas a las relaciones empresa/trabajador, hay otras, más
profundas y fundamentales, que no cambian.
Como un ejemplo notorio de estas estrategias particulares de apropiación,
existe el caso de una empresa multinacional gastronómica (a la que se hará
referencia más tarde, en relación con el modo en que trata el tema del consumo
del cigarrillo como una “cuestión de imagen”) dirigida fundamentalmente a un
público de nivel medio o alto que pareciera que ha desarrollado una estrategia para
evitar casi cualquier contradicción entre el tiempo privado y esa porción de tiempo
enajenado que es el tiempo laboral: la empresa invierte la relación entre ambos,
o sea, el “tiempo libre” no se define como el que resulta de restar del tiempo vital
total el tiempo laboral , sino que a partir de la disponibilidad temporal del aspirante
a un puesto se define la duración el tiempo laboral. Con ello consiguen evitar la
fuente de conflictividad por excelencia: la competencia entre los intereses propios
de ambos tiempos, es decir, el tiempo concreto y material, el interés, la atención
que se le ha de dedicar a cada uno de ellos.
Brindan, entonces, un conjunto de opciones a sus trabajadores: horarios
cortos, con turnos cortos, por tiempos cortos, constituyendo la oferta laboral como
“el trabajo ideal para el que estudia, mientras estudia”, ubicando a lo que ocurre
en el ámbito de lo privado como refuerzo y sostén del tiempo laboral.
“Por lo general al tratar con rango de estudiantes se trata de
no rotar, por una cuestión de que la gente puede trabajar durante 4 o
5 horas por día y ese dinero le sirve, otras personas (en situaciones
personales diferentes) demandan las máximas horas que pueden.”
En el marco de la presente indagación surgió el tema de que la existencia
de un “proyecto de vida” para el trabajador es, en la opinión del responsable de
Recursos Humanos de la empresa:
“la forma de protección más efectiva con que cuenta la persona
para evitar el problema de las adicciones, porque la persona que tiene un
proyecto de vida no está tan desorientada y no se mete en esas cosas”.
Estrategias
empresarias
para la
articulación
de ambos
ámbitos.
25
Los puestos, descontando los niveles gerenciales, consisten en personal
de cocina, en menor proporción, y en meseras y ayudantes de meseras. Por
lo general, se contrata para cubrir esos puestos a mujeres jóvenes: “las niñas”,
según la terminología empleada por el interlocutor constantemente al momento
de referirse a dicho personal y el “proyecto de vida”, consiste, las más de las
veces, en estudiar una carrera terciaria o universitaria que habilite para el ejercicio
de una profesión.
O sea, no se trata de que se tenga un interés cualquiera por fuera de lo
laboral, sino una forma muy particular de tiempo enajenado capaz de presentar
exigencias simétricas y equivalentes a las que presenta un trabajo: el estudio.
“Este es un empleo donde no se trabaja más de 7 horas, a
lo sumo 8, no se pagan ni se hacen horas extras. En el caso de ser
necesario sí, pero por cuestiones de ausencias importantes del equipo.
Por una política de manejo de costos. Entonces es preferible tener dos
personas que hagan cuatro horas y no una que haga 8.”
Se le plantea como una ventaja para el trabajador el hecho de que los
horarios le permitan estudiar mientras trabaja, pero se soslaya que también lo es
para la empresa, puesto que esa limitación horaria y que se trata de una parte
importante (y no negociable) de la política empresaria se confirma, dentro del
discurso mismo de la empresa, por dos vías concurrentes: el estudio, como ya
se dijo, no implica, como el hecho de tener hijos o una familia que mantener, un
interés continuo y que puede llegar a ser sin límites, sino que el tiempo que hay
que dedicarle, al menos formalmente, es limitado y está reglado y establecido
de antemano, por eso se prefiere contratar a “las niñas”, mujeres jóvenes que
estudian: no hay necesidad de agregar “sin cargas de familia”. O sea que más allá
de esos conceptos generales, podemos observar que la valoración del “proyecto
de vida” que hace la empresa se refiere fundamentalmente a que resulta funcional
para el empleo lo más eficiente posible de sus recursos humanos. Por ello se
torna preponderante en el discurso de la empresa ese hecho. Por otra parte, los
turnos de trabajo no suelen superar las cuatro horas de labor diarias y sólo en
circunstancias muy excepcionales se pueden prolongar más allá, no hay horas
extras y no existe la posibilidad de realizar dos turnos en un día. Aquí la empresa
pone límites muy claros a los requerimientos horarios que tiene para con sus
empleados:
“Porque una camarera que está 8 horas continuamente
atendiendo comensales, sabemos que en las últimas tres horas está
ya saturada, así sea un movimiento grande o un movimiento plano. Y
por otro lado nunca se puede trabajar menos de cuatro horas, por una
cuestión legal y por una cuestión también de calidad de servicio y de que
la hora sea totalmente productiva”.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la duración habitual del
trabajador en la empresa es muy limitada y suele no superar el tiempo que le lleva
al trabajador el completar sus estudios, lo que se conjuga a la perfección con el
hecho de que el empleo presenta unas posibilidades de progreso o crecimiento
muy limitadas
ESTRUCTURA DEL ESTUDIO
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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27
3
PERCEPCIONES
Y OPINIONES SOBRE
EL CONSUMO DE
ALCOHOL, TABACO Y
DROGAS EN EL
ÁMBITO LABORAL
OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo
de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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En las empresas se brinda un tratamiento diferenciado al tema del
consumo de tabaco, al del alcohol y al de las drogas. El elemento primordial que
determina la diferencia en el tratamiento sería la percepción diferente que se tiene
de cada uno de los tres elementos:
- El tabaco se considera un elemento cuyo consumo está
socialmente permitido y las políticas para su control se refieren a la prohibición
de su consumo dentro de la empresa, que determinada por cuestiones
ajenas al tabaco en sí mismo (salud-seguridad-imagen), o será permitida sin
restricciones.
- El alcohol comparte con el tabaco el carácter de no ser un
elemento cuyo consumo esté prohibido, pero existe la sanción social para los
consumos realizados fuera de los lugares y situaciones habituales: el ámbito
de lo laboral es uno de ellos. Existe consenso en los efectos negativos que la
ingesta de alcohol tiene sobre las actividades motoras y la atención.
- Las drogas (estereotipadas como “drogas ilegales”) a la
sanción social suman la sanción penal, por lo que se da por sobreentendido
que es un consumo que no puede producirse dentro del ámbito laboral. Priva
la idea de “lo ilegal” por sobre toda otra consideración.
TABACO
Cuando existe una política al respecto (política entendida en sentido
amplio como “determinación a ocuparse de un tema dado”) al tabaco se lo
considera de distintas maneras, y es la percepción predominante la que determina
la índole de las acciones. Así, se lo trata como un tema relacionado con la salud
de los empleados de la empresa, con la seguridad de la empresa o con la imagen
de la empresa:
a.- el tabaco como “un tema de salud”:
Se instala la prohibición de fumar en la empresa, que por lo general
se inscribe en un conjunto de medidas de promoción de la salud. Se trabaja
activamente no solamente para imponer la prohibición controlando su observancia,
sino que se busca que los fumadores dejen de fumar; se brindan cursos para los
que quieren abandonar el consumo, ya sea realizados por la empresa misma
o por instituciones externas contratadas a tal fin, y en última instancia, para
los fumadores irreductibles, aunque ya reducidos a una minoría claramente
identificada y diferenciada como tal, se establecen lugares y/o momentos
claramente delimitados en los que se permite fumar.
Por lo general las empresas que se inscriben en éste ítem son empresas
multinacionales que tienen sus sedes centrales, dónde se formulan las estas
políticas, en sociedades que están en una fase de combate activo al consumo
1.- EMPRESAS
29
de tabaco. El tamaño de las empresas, a nivel nacional, no es lo decisivo para
la instalación de las políticas señaladas. Por otra parte, son empresas que
consideran a su personal “recurso humano”, en el sentido antes indicado, o sea,
que realizan una apropiación más amplia y diferenciada de las capacidades del
trabajador trascendiendo su fuerza de trabajo y actúan en consecuencia.
b.- el tabaco como un tema “de seguridad”:
La prohibición de fumar se inscribe en el conjunto de las políticas
de Seguridad de la empresa. En ellas se manipulan elementos fácilmente
combustibles como solventes, pinturas, tejidos sintéticos, papeles, etc. A veces
se permite fumar en áreas de las mismas empresas que corresponden a sectores
en los que dicha manipulación no se produce.
También se da este tratamiento en empresas que tienen procesos
productivos con líneas de montaje, o con trabajos que deban estar sincronizados
con máquinas o con otros trabajadores, en los que la “distracción” producida por
el fumar redundaría en demoras o perjuicios en la producción. También pueden
ser empresas en las que existan detectores de humo como medida de prevención
de incendios, por lo cual, el fumar produciría la descarga de las alarmas.
Por lo general se trata de empresas grandes (automotrices como caso
paradigmático), pero también medianas, lo que resulta determinante entonces no
es tampoco el tamaño de la empresa ni su carácter de nacional o multinacional,
sino principalmente, el tipo de proceso productivo de que se trate.
“En las áreas administrativas no se fuma... En las áreas de producción
como son de un volumen de aire muy importante hay lugares donde la
gente se puede reunir para fumar, hay carteles indicadores específicos
que dicen “En esta área se puede fumar” y ceniceros. No está permitido
fumar en el lugar que se trabaja…
La corporación tiene sus políticas y procedimientos y es de ahí de donde
se tomó esta medida. El valor fundamental es el respeto hacia el no
fumador, el generar un espacio de trabajo saludable.
El no fumador no tiene por que estar sufriendo por el humo del tabaco
que genera un compañero de trabajo”. Empresa automotriz FORD
Como una variante del tema “seguridad” podemos ubicar algunas
empresas en las que no se permite fumar a sus trabajadores por una cuestión de
higiene y limpieza de sus instalaciones. Son empresas que rigen sus procesos
productivos por normas estandarizadas de calidad sujetas a verificación por
organismos auditores.
c.- Un tema “de imagen”:
La prohibición de fumar rige principalmente en las áreas en las cuales el
personal de la empresa tiene contacto con clientes o con el público en general.
Los casos típicos son los bancos, las empresas del área gastronómica y las
instituciones educativas. En ocasiones la prohibición se extiende a la totalidad
de las ocupaciones y áreas de la empresa, en otras se limita a las áreas y al
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
30
personal antedicho. En éste conjunto convergen empresas que tienen una política
de prohibición de fumar y otras en las simplemente la prohibición de fumar es una
manifestación del carácter de no fumador de su principal responsable: o sea, que
dentro del término “imagen” conviven tanto la manera en que en la empresa decide
presentarse institucionalmente hacia el exterior junto con la actitud discrecional
del propietario de la misma: en un caso se trata de una decisión que, tomada por
un conjunto de individuos, los trasciende; y en el otro caso, depende simplemente
de una voluntad y una circunstancia, pudiendo variar las segundas en función de
las primeras, o viceversa.
Correlativamente con el interés en “la imagen” la prohibición de fumar
pierde su vigencia al momento en que se convierte en algo no visible: por ejemplo,
en una empresa gastronómica en la cual su personal usa uniforme de acuerdo a
la función que cumple en la misma, pueden retirarse un momento del local para
fumar con la sola condición de tapar con otra vestimenta el uniforme para que no
se las pueda identificar como pertenecientes a esa empresa. Otra forma que toma
la invisibilidad es la posibilidad de fumar en áreas de vestuarios o en los baños
para el personal de la empresa.
Como un matiz de la cuestión de la imagen, podemos ubicar a los que
consideran que los trabajadores, por su rol, deben “dar el ejemplo”: tal es el
caso de los docentes y demás empleados de establecimientos educativos, que
como tales deben ubicarse frente a los alumnos; también es ese el caso de los
empleados de laboratorios medicinales o de prestadores de servicios de salud.
Políticas: medidas y acciones. Generalidades
Las medidas que se toman en las empresas con respecto al consumo
del tabaco deben entenderse en el sentido de que estamos en el ámbito de lo
que es comúnmente admitido por la sociedad, pero que resulta prohibido, ya sea
por la manera particular que tiene la empresa de apreciar y demandar habilidades
y capacidades de sus trabajadores, ya sea por las características propias de la
tarea o labor, o de los procesos productivos empleados. Por lo tanto, las formas de
sanción que recibe quienes transgreden la regla no pasan de una reconvención o
de un llamado de atención. Sólo la reiteración de la falta, que ya pondría las cosas
bajo una luz diferente (de trasgresión a una regla se pasa a la desobediencia
directa a una orden dada por un superior), puede motivar una sanción mayor.
a.- Como “tema de salud”.
Como ejemplo del tratamiento que recibe la cuestión en las empresas del
primer grupo, se tomará el caso de una empresa multinacional con sede central
en Europa, dedicada principalmente a la construcción, instalación y montaje de
plantas industriales y de generación de energía.
Siguiendo con la tendencia general de los casos en que se trate de una
empresa multinacional con sede en el extranjero, el tratamiento del consumo de
tabaco en la empresa funciona de acuerdo a lo que sucede en la sociedad de
origen. En éste caso en particular, la referencia es Alemania, lo que se tradujo
31
en la necesidad de cambiar el concepto que se tenía en la materia. Refiere el
Gerente Médico:
“…hasta ahora sí hubo problemas con el tabaco… los alemanes
tienen una política más liberal y ponen el acento en la responsabilidad de
cada uno en cuanto al tabaco.”
A pesar de ello, en las filiales de la empresa en nuestro país se consiguió
instalar la prohibición de fumar siguiendo las directivas emanadas por las
dependencias de la empresa directamente relacionadas con el personal y con la
salud del mismo: Recursos Humanos y Salud.
“No se puede fumar en las dependencias. Aunque se ven
algunos ceniceros (como rastros provenientes de épocas pasadas. Por
otra parte, hay que tener en cuenta lo reciente de la instauración de la
prohibición).
“Es una medida tomada recientemente (la prohibición) hace 2
meses, la dirección de RR.HH. y el Área de Salud decidieron que no se
podía fumar en el edificio.”
Las medidas tomadas para hacer cumplir la prohibición no se limitaron a
la instauración de la misma seguida de la mera sanción al transgresor, sino que
consistieron en una serie de acciones, iniciadas a partir de un estudio realizado
para evaluar el impacto que la misma tendría en el conjunto de la dotación, lo que,
podríamos pensar, sería uno de los puntos decisivos al momento de dar luz verde
a las medidas referidas.
“Es un programa escalonado, por ahora han destinado sectores
para fumar, junto con la posibilidad de realizar cursos. Se trata de que la
gente tome conciencia y que no sea compulsivo.”
Hay que destacar la referencia al tema de la “conciencia”, en el sentido
de “conciencia moral” de cada trabajador, como recurso más deseable y
apropiado al que apelar, en lugar de tener que controlar y sancionar desde afuera
el comportamiento de cada uno.
“Primero se vieron cuántos fumadores se tenía en la dotación,
se recibieron las quejas de los fumadores pasivos. Se determinó que
había menos de un 10% de fumadores. Luego se ofrecieron cursos y
tratamientos pagados por la empresa a quienes quisieran realizarlos.
Los fumadores salían a fumar a otro lugar por responsabilidad ante el
compañero. Pero desde hace 60 días (con referencia al momento de la
entrevista) se impuso como norma”.
La política gradual de prohibición tiende a avanzar sobre la delimitación
en la planta de espacios para los fumadores:
“Los lugares para fumar son espacios muertos que llamamos,
grandes espacios previos a las escaleras, donde se puede fumar, para
no sacarlo (al fumador) en forma compulsiva”. En la actualidad “están en
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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camino de declarar al edificio Libre de Humo, a partir del 1 de julio. Todas
las empresas del grupo (…) van a ser declaradas Libres de Humo. A
partir de esa fecha no van a existir los lugares para fumar”.
Hay que tener en cuenta que la planta del personal está formada
principalmente por personal técnico: Ingenieros altamente especializados, técnicos
egresados de escuelas técnicas universitarias y profesionales de informática y
otras áreas, lo cual puede funcionar como un elemento a tener en cuenta para
evaluar las razones por las cuales la empresa emplea una política de este estilo.
Por otra parte, es obvio que se tuvo en cuenta el hecho de que los fumadores
constituyeran una minoría con respecto del total de la dotación, lo que minimizaría
las pérdidas en el caso extremo de tener que prescindir del personal que fuma.
b.- el consumo de tabaco como “cuestión de seguridad”
Para ilustrar el caso de las empresas que relacionan el consumo del
cigarrillo con cuestiones referidas a la Seguridad, el ejemplo corresponde a una
empresa automotriz de origen francés, radicada en la provincia de Córdoba. El
Gerente de Recursos Humanos comenta, acerca de las disposiciones tomadas
por la empresa en cuanto al tema:
Haciendo referencia a la prohibición de fumar dentro de la empresa, se
plantean dos cuestiones claramente diferenciadas: por un lado, la observancia
de normas de calidad de los procesos industriales y por otro, las referidas a la
seguridad de la planta propiamente dicha y una tercera cuestión que se agrega
y complementa a las precedentes, y que se relaciona el establecimiento de un
ambiente de trabajo que cumpla con determinados parámetros de calidad:
“Hay certificaciones ISO de la calidad y para el medio ambiente,
hay certificaciones que se llaman “de la producción protegida”, es decir,
que a partir de la prevención por los temas de incendios, cuando vos tenés
lugares que pueden ser altamente volátiles, para el tema de incendios el
tema de prohibir el cigarrillo en esos lugares lo limita. Nosotros tenemos
depósitos y áreas de fabricación con aceite donde no se puede fumar,
o sea también se limita por ese lado. Y por otro lado, nosotros tenemos
dentro de nuestro desarrollo de producción algo que se llama las 5 S1,
que es una herramienta de mantenimiento del orden y la limpieza que
es japonesa, que es como un instrumento, que es una de las primeras
armas de progreso que puede tener la persona…”
Por otra parte, existe lo que podría denominarse “efecto colateral de la
prohibición” que es el hecho de que exista una franja de fumadores que dejan de
consumir cigarrillos desde el momento en que ya no pueden hacerlo en su lugar
de trabajo:
1 - Las “Cinco S” consisten en:
“Seiri: separar los materiales y herramientas mas comunmente usados de aquellos que se usan mas
raramente; Seiton: mantener sistemáticamente las cosas en el lugar correcto para reducir al mínimo
el tiempo y los movimientos usados para buscarlas; Seiso: mantener todo a nuestro alrededor limpio
y prolijo; Seiketsu: establecer los principios descriptos mas arriba en nuestra vida cotidiana; Shitsuke:
inculcar buenos hábitos y practicarlos continuamente.
33
“Todo esto de tener que fumar afuera y que no se fume dentro
hizo que algunos dejen de fumar.”
También se comprueba que la posibilidad de implementar políticas
globales de prohibición de fumar a todo el ámbito de la empresa, o sea, incluyendo
en la prohibición sectores cuya seguridad no se encuentre directamente
comprometida por el fumar, puede darse con éxito en empresas en cuyas
dotaciones los fumadores representen una minoría:
“Nosotros hicimos un examen periódico, a través de la ART, y
ellos fueron más adelante y allí dio la cantidad de fumadores que hay
en la población, creo que hablábamos de 200 fumadores sobre una
población de 1000”.
De todas maneras, sigue existiendo el “recurso a la toma de conciencia”
por parte del trabajador de los perjuicios que conlleva el consumo de tabaco,
aunque las medidas que se arbitran al respecto, no garantizan el éxito. Se
establecen en ese contexto algunas negociaciones hasta llegar a una cierta
situación de equilibrio más o menos estable entre los intereses de las partes:
“Hemos difundido también en cartelera lo perjudicial que
es el cigarrillo para la salud y a los fumadores que de alguna manera
se sintieron como desplazados o restringidos en su accionar hemos
charlado con ellos y más allá de exigir un lugar para fumar poco a poco
fueron adaptándose.”
De todas maneras, y con referencia a las medidas adoptadas en los
sectores no directamente afectados por el tema de la seguridad, y a lo limitado de
sus efectos sobre el conjunto de la dotación que fuma:
“Hay gente que sigue fumando pero va a fuera y según dicen,
yo he consultado, no han bajado demasiado el promedio. Pueden haber
bajado, que se yo, si fumaban acá 15 ahora se fuman 10…: pero el
fumador fuma.”
Éxito limitado y parcial hasta que aparece bajo una forma concreta y
material el elemento capaz de señalar de manera inequívoca y absoluta la
trasgresión a la norma, el garante final de que la prohibición se cumpla:
“Si querés después vamos a ir acá… pero por ejemplo: ¿ves
eso?, es un detector de humo. O sea que tampoco podes fumar porque
suena la alarma, es el sistema de alarma contra incendios.”
En definitiva, la cuestión “de la seguridad”, sólo en la medida en que es
capaz de invadir bajo la forma de detectores de humo el resto de los ámbitos de
la empresa trascendiendo sus límites originarios (y legítimos, se podría agregar),
puede hacer cumplir la norma de la que es sostén y justificación.
Podría pensarse que la conciencia de la existencia de un problema nunca
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
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es mas aguda que cuando, de manera inmediata e inequívoca, pueden sufrirse
las consecuencias del mismo: dicha inmediatez sería lo que tornaría innecesaria
la instauración de políticas de prevención al respecto.
Tal el caso de una empresa dedicada al fraccionamiento de sustancias
químicas utilizadas en la industria vitivinícola, las que son altamente volátiles,
cuya planta se encuentra en la zona del Gran Mendoza.
“En este lugar (constituye la mayor parte del área productiva
de la empresa) no se puede fumar por el tipo de trabajo, se trabaja con
productos químicos. Es imposible, corremos peligro todos”.
Por otra parte, dicha inmediatez que se refleja en la conducta, quizás
sea suficiente para “la supervivencia”, es decir, para que pueda trabajarse
en condiciones de seguridad, pero esa “conciencia del peligro” no se traduce
necesariamente en “conciencia de lo perjudicial” del consumo de tabaco, mas allá
del ámbito laboral. Tampoco la empresa interviene al respecto.
No se trata del tabaco en sí mismo lo que se busca prohibir, sino que la
intervención podría limitarse a la supresión de la fuente de calor del cigarrillo. En
ese sentido, el jefe de personal comenta:
“Acá no se puede fumar por el manejo de los productos,
si quieren fumar salen afuera del galpón o en el baño, no dentro
del galpón, porque podemos explotar todos. Siempre fue así son
productos explosivos, es más no se pueden poner estufas, esto no
está calefaccionado. Es más no se puede hacer un asado.”
Claramente quedan así ubicados los límites y el estilo de la intervención
empresaria en la materia.
c.- el consumo de tabaco como “cuestión de imagen”
Para el caso de las empresas que consideran el consumo del tabaco
como un tema relacionado con su imagen, resulta ilustrativo el caso de una
empresa farmacéutica:
“Somos una empresa que trabaja para la salud. Nuestro objetivo
es la prevención, por eso aquí NO FUMAMOS”.
Así rezan los carteles distribuidos en sitios estratégicos de la planta de
producción. Los empleados, al ser parte de la empresa, deben asumir su papel
de representantes y cumplir con las directivas impartidas al respecto: lo dificultoso
de su aplicación y lo notorio de sus límites someten a graves condicionamientos
la efectividad de estas políticas:
“En el 98 pusimos un cartel como tiene “X” (otra empresa líder
de la misma actividad), pero no le llevaban el apunte: en el comedor
fumaban, en el vestuario fumaban, y el año pasado Personal puso una
35
nota diciendo que estaba prohibido fumar...alguna gente dijo “a mí que
me despidan”. Y después quedó medio...ni sí ni no ni...ahí en el medio,
porque pregunté al sindicato y no me contestaron, entonces quedó en
stand by”.
En éste párrafo, tomado de la entrevista realizada a un Directivo del
Área de Personal de la misma empresa, se pueden ver expresadas de manera
resumida las formas que pueden adquirir las acciones emprendidas por la
empresa a la vez que los límites de las mismas: parece ser que la empresa es
impotente cuando se la pone ante la opción de tener que recurrir al recurso
disciplinario para hacer cumplir la norma de no fumar: extremando la cuestión, el
personal responde “subiendo la apuesta”, dando por descontado que el costo que
los despidos del personal que fuma (tanto en lo estrictamente monetario como
en lo que se refiere a la pérdida en términos de Recursos Humanos) serían lo
suficientemente altos para la empresa como para disuadirla de tomar cualquier
medida al respecto. La referencia al Sindicato como estrategia de refuerzo en la
creación de la conciencia para evitar el consumo de tabaco en la empresa, aparece
como un dato que subraya y refuerza el carácter de impotente de la empresa en
la cuestión. Inclusive, es notorio que la empresa no encuentre respuesta en esa
instancia, ni siquiera negativa, lo que parece reforzar esa impresión. Por lo cual,
parece que la única salida honorable, es decir, que no implique un explícito volver
sobre sus pasos, que le queda a la empresa es intentar soslayar la cuestión:
“Los empleados saben que no pueden fumar y no lo cumplen y
nosotros sabemos que no lo cumplen y nos hacemos los tontos porque
todavía no tenemos fuerza como para poder hacerlo”.
Nuevamente parece que solo es posible “tomar conciencia” de que el
consumo de cigarrillos es nocivo y por ello debe ser evitado, es cuando se han
sufrido sus efectos en carne propia:
“Esta medida se implementó...el cartel está desde hace mucho
tiempo..” (y agrega bajando la voz) “…cuando yo empecé con el oxígeno,
en el 98, porque yo era gran fumador, me trasplantaron un pulmón por
fumar, por eso la conozco bien”.
En distintos momentos de la entrevista se solicita apoyo explícito
a la Secretaría, bajo la forma del envío de algún tipo de nota oficial que avale
la prohibición de fumar y poder contar con esa herramienta para solucionar
definitivamente la cuestión.
“Si Ustedes (SEDRONAR) nos mandan una nota que está
terminantemente prohibido fumar dentro de las áreas de trabajo, eso
nos va a ayudar mucho para ponerlo en práctica. Con eso ya tenemos
más fuerza de ley para prohibir fumar acá adentro. No podemos actuar
porque no sabemos cuánto nos protege la ley en ese aspecto”.
Resumiendo, parece que difícilmente se pueda trascender la mera
declaración de principios sobre la intención de la empresa de hacer que su
personal deje de fumar en la medida en que no cuente con la posibilidad de
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
36
hacerla cumplir sin recurrir a la medida disciplinaria, cuando las medidas que
se toman para establecer la prohibición de fumar se limitan simplemente a su
explicitación con carteles y al recurso a “la conciencia” del trabajador de que la
actividad en la que se desempeña “no se debe fumar”, sin que sea acompañada
por la implementación de algún otro tipo de acción que pueda colaborar con esa
intención.
Especialmente, cuando los que deben “cambiar de actitud” son miembros
de personal de calificación media y alta, de los que la empresa no puede prescindir
con facilidad.
Otro enfoque diferente de la “cuestión de la imagen”, se observa en la
empresa gastronómica a la que ya se ha hecho referencia por su particular modo
de articular su política de personal con las disponibilidades de sus empleados.
“El cigarrillo no está permitido en la hora del break. Si quieren
fumar se tienen que ir fuera del establecimiento, salir a la calle, cambiarse
o ponerse un abrigo que tape la identificación y se pueden fumar un
cigarrillo si quieren en los baños”.
De todas maneras, existe una serie de limitaciones funcionales implícitas
en las características de la tarea misma, que condicionan fuertemente esa
posibilidad:
( si se trata de personas que ) “…necesiten fumar entonces se
van al baño, porque el ritmo cuando está a pleno casi impide eso…”.
Marginalmente, aparece una acotación que relaciona las condiciones en
las que se realizan las tareas con el consumo de cigarrillos, al menos, como forma
de condicionamiento del consumo:
“Terminan una jornada de venta importante, y bueno, algunas se
ponen un buzo y se van afuera a fumar. Es decir dentro del establecimiento
no se puede.”
De todas maneras, mas allá de las limitaciones implícitas ya referidas,
existen limitaciones claras y explícitas para la “libertad” de fumar un cigarrillo:
La persona que trabaja cuatro horas tiene derecho a su
break antes de entrar o cuando se retira, eh... sin abonar su comida,
pero no en su jornada de trabajo, dentro de las cuatro horas no
se puede parar. No se puede salir en absoluto. Sí ir al baño. Su
break digamos que es de 40 minutos es a partir de las cuatro horas.
Si se van del local tienen que avisar porque también está el tema de
la cobertura de seguros por si les pasa algo afuera. Nosotros tratamos
de evitar que se vayan, entonces hay lugares en el shopping (donde se
encuentra el local), que son los pasillos técnicos y que no sólo va gente
de acá sino de otros locales y se juntan ahí y se sientan en un momento
de relax y se fuman uno, cinco cigarrillos juntos, no lo sé. Luego retoman
su actividad.”
37
Finalmente, aparece una forma paradójica de prohibición de fumar:
“Si permanecen en el local (las camareras) una vez terminado
el trabajo y una vez cambiadas igualmente no está permitido (el fumar
cigarrillos).”
Así, mientras están cumpliendo sus funciones, sólo pueden fumar en
tanto no se las pueda identificar como camareras o ayudantes del local, para lo
cual deben irse a fumar a los baños, o a los espacios comunes y neutrales del
shopping a los que el público no tiene acceso (los “pasillos técnicos”) y siempre
bajo la condición de ocultar el hecho de que son empleadas de la firma, pero
parece que ese derecho se extingue al momento mismo en que han cumplido con
su horario de trabajo: si deciden quedarse en el local en el que trabajan fuera de
su horario con fines estrictamente recreativos o sociales, y habiéndose despojado
de las vestimentas que las identifican como empleadas, ya no pueden fumar. Una
política equivalente emplea la empresa con relación a sus cuadros gerenciales en
relación con el consumo de bebidas alcohólicas, pero dicho tema será tratado en
el apartado correspondiente.
ALCOHOL
En cuanto al alcohol, ya nos adentramos en el terreno de los consumos
que sólo son admitidos socialmente en determinadas circunstancias y situaciones,
pero que de ninguna manera son admitidos en el ámbito laboral: existe entonces
una prohibición total y explícita para su consumo, que suele constar explícitamente
en los manuales de procedimientos que se entrega a los ingresantes a la empresa.
En los casos en que la prohibición no existe explícitamente es porque se la da por
sobreentendida, aunque por lo general se termina poniendo de manifiesto en ese
ámbito particular en el que se entremezcla lo laboral y lo privado del trabajador
que es el horario de almuerzo: cuando hay comedor en las plantas industriales
con comida provista por la empresa, nunca se sirven bebidas alcohólicas, ni
tampoco se permite el consumo de dichas bebidas cuando es el trabajador el que
debe proveerse los alimentos.
“La intoxicación alcohólica aguda produce grado variable de estimulación
del SN (regocijo, excitación, desinhibición, locuacidad, agresividad, irritabilidad,
descoordinación), pero si es intensa, puede seguirse de una fase depresiva
(somnolencia, estupor) que puede conducir a coma y, en casos severos, a muerte
por depresión cardio-respiratoria”1
“El alcohol afecta al sistema nervioso central y actúa como un
depresor que desencadena una disminución de la actividad, ansiedad, tensión
e inhibiciones. Inclusive unos pocos tragos de alcohol producen cambios en la
conducta, lentitud en el desempeño motriz y una disminución de la capacidad de
pensar con claridad; la concentración y el juicio del individuo se deterioran y si se
1 - “Efectos del alcohol etílico sobre el sistema nervioso ” Dr. Armando Martínez Martínez y Dr. Alberto
Rábano Gutiérrez del Departamento de Anatomía Patológica, Sección de Neuropatología, Hospital Clínico de San Carlos,
Madrid y del Laboratorio de Neuropatología, Fundación Hospital Alcorcón, Madrid, respectivamente, artículo de la Revista
Española de Patología vol 35, nro. 1, año 2002.
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
38
consume en cantidades excesivas se puede producir intoxicación etílica.”1
Como se puede observar, existe consenso en que los efectos que la
ingestión de alcohol tiene sobre el sistema nervioso central se manifiestan en
problemas de coordinación motriz, de atención, de retardo en el tiempo de
respuesta ante imprevistos, etcétera. Es decir, los oficios y profesiones que
impliquen la puesta en práctica de habilidades manipulativas, de atención y
rapidez manual, resultan, para su efectivo desempeño, ser incompatibles con la
ingestión de alcohol.
No obstante, en la práctica “…se halló en algunos casos que el concepto
de salud y de enfermedad dentro del trabajo se guiaba por un criterio económico
que toleraba o justificaba el consumo si se lo creía funcional con la actividad
que debe cumplir la persona. Este es el caso, por ejemplo de una alcoholización
silenciosa que aparece apoyada por una cultura que la explica como necesaria para
afrontar los trabajos con fuerte carga física (estiba, construcción, etcétera), bajo
condiciones climáticas rigurosas (obrero petrolero, forestal, etc.) en situaciones
de riesgo (manejo con alta tensión, trabajo en altura, etc.) en condiciones que
implican desarraigo (marinos, viajantes, etc.).2
Entonces, si bien las empresas coinciden en la valoración negativa
que se hace del consumo de alcohol con respecto a la actividad laboral, la gran
mayoría coincide en situar el problema dentro del ámbito de la vida privada del
trabajador y que responde, en su causalidad, más a cuestiones referidas a su
historia personal y familiar que a cuestiones relacionadas con su trabajo, o con
las condiciones en las que el mismo se realiza: las diferencias existentes se dan
en el tratamiento que dan al tema.
Con este criterio, pueden separarse claramente en dos grupos: por un
lado las empresas que consideran el consumo de alcohol como un problema del
ámbito privado y personal de los trabajadores y que no intervienen directamente
sobre el particular sino cuando se produce un desborde de los efectos del
consumo de lo privado a lo laboral, y por el otro, las que consideran que el tema
se encuentra dentro de su área de interés y se ocupan de él activamente.
a.- El consumo de alcohol como un problema privado
Dentro de este grupo podemos situar a la mayoría de las actividades. Las
referencias al sentido común aparecen con frases tales como “imagínese si vieran
a tal persona alcoholizada o tomando alcohol”, pero también con la extrañeza
acerca de la indagación en el tema: “¿tomar acá?, ¿a quién se le ocurre?”
justificando así, desde su punto de vista, la ausencia de políticas de prevención
sobre el tema. El mismo es considerado como un tema privado y personal, y que
1 - “Alcoholismo” artículo de Medlineplus, Servicio de Información online prestado por la Biblioteca Nacional de Medicina
de los Estados Unidos y por el Instituto Nacional de la Salud de EE. UU.
2 - USO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS, Investigación Social y prevención comunitaria. MIGUEZ, HUGO A., Ed.
Paidós.
39
compete y compromete en primer lugar a la persona del trabajador en sí misma
y secundariamente a su carácter de trabajador. Las motivaciones del problema
se encuentran en el ámbito de su vida personal, por lo que las soluciones deben
hallarse en ese mismo ámbito, situándose así, doblemente fuera del ámbito de
incumbencia de la empresa.
Las condiciones laborales no son percibidas como factores decisivos, ni
siquiera como pertinentes al momento de explicar el hecho de que un trabajador
consuma alcohol: las referencias a la inestabilidad laboral o la sobreexplotación
o la alta rotación de puestos en una labor que afectan una determinada actividad
son naturalizadas como “condiciones del mercado” y como tales, entendidas
como condiciones generales que afectan a todos los involucrados en el ámbito
laboral por igual. Lo que resulta ser percibido como determinante para que un
trabajador consuma son las cuestiones “culturales”, lo que en éste caso deben ser
entendidas en el sentido de “cuestiones referidas a las historia personal particular
de cada trabajador”.
Política predominante: “tratamiento disciplinario/inacción”
A las empresas sí les resulta pertinente el ocuparse del tema del consumo
de alcohol en la medida en que sus efectos trasciendan el ámbito de lo privado
y se manifiesten dentro del ámbito de lo laboral. Así, serán capaces de registrar
la problemática pero solo en la medida y en el sentido en que se lo permitan sus
instrumentos de registro: anotará ausencias, tardanzas, reiteradas solicitudes de
atención médica con posterioridad a días festivos, etc.
Pero será diferente el tratamiento que den al tema, las acciones que
emprendan en función de la actividad de que se trate, y la variación, podríamos
pensar, estaría en relación directa con la calificación requerida para el puesto
a cubrir y a cuestiones “culturales” referidas al mismo, entendiéndose a éstas
como “conjunto de representaciones y costumbres” asociadas y referidas a una
determinada actividad. Ejemplo de esta situación se da en la Construcción, se
aceptará como “parte de las reglas del juego” propios de la actividad en sí misma,
la “costumbre” de que se ausente personal el día posterior al día de pago o al fin
de semana. Así lo refiere el responsable del Área de Personal de una empresa
constructora:
“… y, es sabido (para los que son parte de la actividad) que
están los “lunes faltadores”, y no hay mucho que se pueda hacer con
eso”
Por lo cual, salvo el descuento del día no trabajado, no se tomará ninguna
medida al respecto. Y cuando se refiere “ninguna medida” es no sólo en lo atinente
a la toma de medidas disciplinarias, sino a que a pesar se que se tenga conciencia
de que la falta está directamente relacionada con el consumo perjudicial de alcohol,
no se actuará en el sentido de la prevención de dicho consumo. La explicación
brindada mas frecuentemente por parte de los responsables de recursos humanos
de las empresas hace referencia a la proveniencia social de los trabajadores de
los escalones inferiores de la actividad: los peones, los ayudantes y los medio
oficiales y oficiales de albañil.
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
40
En definitiva, la actitud de “resignación” empresaria se “explica” porque:
“ya es algo que es así (el consumo excesivo de alcohol por
parte de los peones, los ayudantes o los albañiles en general), son gente
que tiene esa cultura y que no se puede cambiar”.
Pero se debe acotar que no se trata de una cuestión privativa de las
empresas constructoras, sino que se trataría de concepciones compartidas por
otros rubros de actividades.
Esas actividades comparten con la construcción una serie de
características en cuanto a sus puestos de trabajo, los que serían como los
factores determinantes de dicha coincidencia.
Así, se acepta en determinados oficios, que trabajadores a destajo
contratados hasta la finalización de una determinada tarea y que rotan
habitualmente entre distintas empresas, se tomen “un par de días” después de la
fecha de pago, y antes de comenzar con una nueva tarea, o que se ausenten sin
aviso de su labor después de un fin de semana.
Comenta al respecto uno de los propietarios de una empresa metalúrgica
del interior del país que se dedica a la fabricación de balanzas industriales y que
tiene su dotación dedicada a las tareas productivas claramente divididas en dos:
una parte de su personal (personal calificado) que se dedica a la fabricación de
los mecanismos internos de las balanzas:
“…es gente preparada: tiene el secundario hecho en un 95 % de
los casos… son todos gente con oficios, son todos técnicos mecánicos…
y éstas personas son las que fabrican los mecanismos internos de la
balanza”.
Este personal está claramente diferenciado del que se dedica a la
fabricación de la estructura de las balanzas (“los soldadores”), a quien en la
percepción de prácticas referidas al consumo de alcohol, se los pone en un plano
de similitud con las prácticas de los obreros de la construcción:
“la gente que trabaja en la construcción se presta mucho más al
consumo de alcohol porque hay un nivel de preparación muy bajo en la
gente, que hace que se acerque a los vicios”
De este modo, se establece una relación entre el oficio o la actividad
laboral, el “nivel de preparación” de los trabajadores y el consumo de alcohol:
“Dentro de la planta, hay otro sector donde se fabrican las
estructuras de las balanzas, y ¡ahí si!, ¡ese es el sector en que la empresa
está mas expuesta a mayor riesgo en cuanto a la calidad del personal, sin
querer hacer diferencias, la gente que trabaja en el centro mecanizado
está mas preparada que la gente que trabaja en estructura”
Esa es la diferenciación por oficios, la mayoría de los que trabajan en
41
éste último sector son soldadores.
“es otro nivel de gente, están mas expuestos al consumo, es la
parte rústica de la empresa… Noto la diferencia en la calidad de la gente
porque la gente de mecanizado tiene mayor estabilidad en la empresa, y
menor rotación, en cambio, la gente de estructura (los soldadores) están
más expuestos al alcohol porque deambulan de una empresa a otra y no
se afincan en ninguna”
Es difícil diferenciar en el discurso expuesto, cuál es la causa y cuál la
consecuencia: si las características del oficio determinan el tipo de relación que
se establece con el empleador, o viceversa y a la vez, qué relación tienen ambas
con el hecho de “estar más expuestos al alcohol”.
Por otra parte, en relación con dicho personal se presentan otras
dificultades asociadas a las anteriores:
“es la gente que falta más, que da mas parte de enfermo, es
gente con menor disposición al trabajo. Se asocia que la gente que
hace esta tarea es distinta a la gente que busca otro oficio. Es distinta
la persona que se dedica a soldar que la que trabaja con una máquina
herramienta. Hemos notado que los primeros son los que tienen mayor
inconducta y tienen (mayor cantidad de) ausencias infundadas”.
Por otra parte, en la generalidad de las empresas, ante el caso
de ser detectado un trabajador que intentara ingresar a su puesto de trabajo
alcoholizado, se le impediría el ingreso, se le descontaría el día y recibiría una
sanción disciplinaria “por no haberse presentado a trabajar en las condiciones
requeridas”. Las medidas a adoptar se darán exclusivamente en ese registro
y serán similares a las que reciben otras faltas, realizando entre ambas una
equivalencia que oculta, bajo la uniformidad del castigo, la naturaleza distinta de
la falta cometida.
Aunque cabe acotar que en empresas pequeñas o medianas, mas cercanas
a “lo familiar”, pero también en algunas empresas grandes, especialmente entre
sus cuadros gerenciales medios que tienen contacto directo con los trabajadores,
a pesar del tratamiento disciplinario institucional del problema, son constantes las
referencias a “hablar” con el trabajador, a título personal entre las pymes y casi
como política de la empresa entre las otras, para “aconsejarlo” y “convencerlo de
que haga un tratamiento para abandonar el consumo”, para que “tome conciencia
de las consecuencias de su adicción”, etc. También son frecuentes las referencias
a consultar en forma simultánea al departamento médico (tanto para confirmar el
estado de ebriedad de la persona en cuestión, como para encarar algún tipo de
acción en el sentido del modo de tratamiento del problema) como al departamento
legal.
Como ejemplo, y volviendo al caso de la empresa metalúrgica referida,
se transcribe el relato de un caso tal como fue referido por el entrevistado, aunque
previamente, y en varias ocasiones, había señalado enfáticamente que:
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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“No hay en la empresa ningún plan de prevención acerca del consumo
de ATD, puesto que jamás se han visto obligados a implementarlos al no haber
tenido nunca la necesidad”
Relata el entrevistado:
“en la historia de la empresa, una sola persona no pudo
seguir trabajando por tener problemas con el alcohol. Era una persona
que, en el momento que podía, bebía durante las horas de trabajo.
Consideramos que era peligroso para él y para la empresa, por la
responsabilidad que nos cabe, por lo tanto lo invitamos a que se retire
de la empresa.” Sigue diciendo: “hicimos la mas cómoda, no tratamos
de ayudarlo. Entendíamos que no estábamos capacitados para eso.
Fue un caso excepcional en toda la historia de la empresa”.
Otra empresa metalúrgica, dedicada a la fabricación de componentes
de filtros industriales, brinda una ilustración complementaria del tipo de acción
que emprende una empresa “familiar” con respecto a la persona cuyo consumo
de alcohol acarrea problemas en su actividad laboral: la acción disciplinaria se
presenta acompañada por el acercamiento y el apoyo a la persona por parte del
responsable del área de personal de la empresa:
“La única vez que tuvimos un problema con una persona que
tenía problemas con el alcohol hicimos todo lo posible, pero lo tuvimos
que echar… Era una persona violenta…. Hablamos con la familia, le
conseguimos un lugar para que hiciera un curso (para dejar de beber),
pero no hubo caso, dejaba un tiempo, pero después volvía (al consumo
perjudicial de alcohol)”.
Finalmente, a la desvinculación laboral, última decisión patronal, se la
fundamenta en los hechos colaterales al consumo del alcohol y no al consumo de
alcohol en sí mismo:
“Es que los propios compañeros venían a quejarse de él,
porque tomaba y se ponía violento, insultaba a los compañeros, hasta
que tuvimos que echarlo porque le tiró una pieza de maquinaria por la
cabeza a un compañero, y eso ya no lo pudimos tolerar”.
b.- El consumo de alcohol es algo que compete, directamente, a la
empresa
Existen empresas que perciben el consumo de alcohol por parte de sus
empleados como algo que los involucra, aunque dicho consumo no se produzca
dentro del ámbito laboral mismo, puesto que dicho consumo es percibido como
perjudicial, de distintas maneras, para los intereses de la empresa. Estas empresas,
que actúan activamente en el sentido de promover el descenso del consumo de
alcohol por parte de su personal o a brindar medios y recursos para un mejor
control del mismo, ya sea mediante cursos sobre la temática, facilitando el acceso
a tratamientos, etc. suelen hacerlo en función de la evaluación que hacen de
43
las consecuencias en días perdidos de trabajo que el consumo de alcohol tiene
sobre la actividad: pero con la notoria coincidencia de que dichas actividades de
prevención las ubican dentro de una política mas general para evitar accidentes:
hacen entonces, hincapié en la relación que existe entre la mayor incidencia de
accidentes de tránsito y el consumo de alcohol, y no tanto por los perjuicios que
el consumo de alcohol por sí mismo conlleva. En esto coincidieron las empresas
automotrices, las que señalaron que entre las principales causas de días perdidos
por motivos de salud se encontraban los días requeridos para recuperarse de las
heridas sufridas en accidentes automovilísticos.
Política predominante: “creación de conciencia/dejar el alcohol afuera”
En un punto en el que coinciden todas las empresas es en que, a la vez
que ubican en el ámbito de lo personal del trabajador el problema del consumo
de alcohol, es decir “por fuera” de la actividad laboral, establecen instrumentos y
procedimientos para mantenerlo “afuera” del lugar de trabajo, evitando el ingreso
de alcohol, de la forma en que fuere, al lugar de trabajo: mediante la inspección
directa de los trabajadores y sus pertenencias al momento de ingresar a las plantas
de producción, o mediante la medición de la alcoholemia, o bien la instauración de
estrategias preventivas orientadas a que sea el mismo trabajador el que decida
actuar en este sentido.
El Gerente de Seguridad e Higiene de una importante empresa automotriz
con una planta en los alrededores de la Ciudad de Rosario, hace referencia a esta
cuestión:
“Otro factor de ausentismo en períodos largos de tiempo, son
los accidentes de tránsito… Algunos se produjeron entre la planta y la
casa del trabajador y otros los fines de semana”
Ya ha ubicado a los accidentes de tránsito como la principal causa de
pérdidas de días de trabajo, solamente superada por las enfermedades de las
vías respiratorias en época invernal y las ausencias justificadas por casamientos,
maternidad, etc. o sea, como teniendo una incidencia económica lo suficientemente
importante como para motivar que se trabajara en un amplio espectro en cuanto
a la prevención de sus posibles causales:
“ en cuanto al consumo de alcohol (trabajamos) en evitar su
consumo antes de manejar un automóvil como modo de prevenir dichos
accidentes. Para eso damos cursos al personal, cursos de prevención,
para que no tomen antes de manejar, y para que si vienen de una fiesta
o algo así, en un fin de semana, y tomaron, que no manejen.”
Por otra parte, en las empresas cuya actividad tiene una relación directa
con la conducción de automotores -transporte de cargas o de personas-, por
lo general limitan su accionar a la aplicación de sanciones severas para los
transgresores: el despido en el caso de un conductor alcoholizado. La circunstancia
de tal “descubrimiento” suele estar relacionada directamente con un accidente
vial, en el que interviene la policía y se realiza un control de la alcoholemia.
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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Según relata el encargado de personal de una empresa de colectivos
urbanos de una capital provincial:
“No hemos tenido problemas de que lleguen alcoholizados,
se cuidan, me imagino que directamente no vienen a trabajar. Pero si
llegara a pasar, pierden el trabajo. No trabajan, se hace un informe y se
llama para hacer el dosaje y también al abogado para ver que hacer”.
Se observa como, en la medida en que el consumo de alcohol, no se
realice en horarios de trabajo o bien, se mantengan sus efectos fuera del ámbito
laboral, no hay registro alguno de su ocurrencia ni, por supuesto, alguna medida al
respecto. El supuesto da cuenta de aquello que, si bien no se sabe por experiencia
propia puesto que el entrevistado afirma que en sus años de actividad jamás se
ha dado el caso, es parte de “lo sabido” para una determinada actividad: o sea,
el consumo de alcohol por parte de los choferes existe en su vida cotidiana, y la
ruptura de ese orden y la aparición del alcohol en lo laboral es algo que aunque
le suceda a otros, sucede.
“Cuando tienen un accidentes de tránsito, a los choferes
inmediatamente la policía les realiza el dosaje y si sale alcohol, pierden
inmediatamente el trabajo. Y tené en cuenta que tenemos choques
todas las semanas. En la historia de la empresa desde hace 40 años
no hay antecedentes de problemas de alcohol.”
Aquí se observa que, actuando como refuerzo sobre la incompatibilidad
entre el consumo de alcohol y el manejo de vehículos, se da intervención policial:
quizás el hecho, aparentemente por todos conocidos, de que conducir alcoholizado
es delito, haga que las empresas se consideren eximidas de emprender políticas de
prevención al respecto, aunque el hecho de que a pesar de la explícita prohibición
y las durísimas sanciones a las que se exponen los que la transgredan se sigan
produciendo casos de conductores que consumen alcohol, indica al menos dos
cosas: el binomio prohibición/sanción no son condición necesaria ni suficiente
para evitar el consumo; y la capacidad de control sobre el consumo de alcohol se
debilita a medida que se acrecienta la distancia con las sedes en las que dichos
controles puedan realizarse.
Desde otro punto de vista, y sobre la actividad de los transportistas que
realizan los trayectos, relativamente cortos, entre los cañaverales y los ingenios
transportando materias primas, comenta el encargado de personal de un Ingenio
Azucarero de la Provincia de Tucumán:
“Con quienes hemos tenido problemas de alcohol es con
los transportistas de carga. Los transportistas son los choferes y
eventualmente tenemos problemas con eso porque es gente que,
otra vez relacionada al tema cultural y que tienen un régimen distinto
de trabajo. Ellos trabajan doce horas por doce, un régimen así, y
prácticamente no tienen descanso, trabajan todos los días incluidos
sábados y domingos.
Vuelve a aparecer el “tema cultural”, al que ya se hizo referencia, pero
45
matizado en ésta ocasión, con una referencia a las condiciones de explotación
en las que se realiza la tarea: si bien no se dice explícitamente, debe existir
alguna relación entre las condiciones laborales y la proveniencia “cultural” de los
transportistas, los que, si bien desempeñan un oficio que requiere cierta calificación,
se encuentran en el escalón inferior de dicha gradación por capacidades.
“Lo que sucede es que los transportistas no están en el ámbito
de los controles nuestros, son todas empresas contratadas. Lo que si,
nosotros a la entrada, a los que se los detecta con alcohol no se los
deja descargar, se los saca afuera y se les manda aviso a los dueños
del transporte”
La intervención sobre la persona del choferes limitada: dar aviso a los
patrones del chofer para que sean ellos los que decidan las medidas a tomar.
“De estos casos, el año pasado hemos tenido 3 o 4 casos,
comparado con que hay 800 camiones por día. Vos pensa que son 12
mil camiones por mes y en cuatro meses tener 4 casos… pero bueno,
no deja de ser una evidencia de que hay. Por ahí habrá otro que no lo
podemos detectar”.
De todas maneras, el problema sigue situándose por fuera de la empresa
misma, aunque se haga referencia a la posibilidad de que existan casos que se
ubicarían entre esos “otros que no los pueden detectar”.
Si bien las medidas a tomar sobre la persona del transportista se dejarán
a cargo de su empleador, el ingenio actuará a fin de salvaguardar sus procesos
productivos:
“Cuando se detecta alcohol no descarga. Queda cautivo en el
cauchón hasta que se le pasa y después con evidencia de que está en
condiciones se lo deja pasar. No podemos detectar si el consumo es
mientras manejan o en el tiempo de espera a la descarga.”
La intervención sobre empleados de terceros se aplica de manera similar
sobre los empleados propios al momento de ingresar a la planta. En el caso de la
empresa automotriz ya citada por su criterio de asociar la prevención de accidentes
de tránsito con la evitación del consumo de alcohol, se aplican controles directos
sobre el personal al momento de pasar por portería:
“Por otra parte, hay un control de seguridad en las porterías en
las cuales se realizan controles de maletas y bultos, tanto en el ingreso
como a la salida, esto entendido como intento de “prevenir” el consumo
de alcohol y drogas. Hasta el momento, y haciendo un recuento de los
9 años que llevo en la labor, jamás hemos tenido ningún caso”.
Se puede suponer que el personal que ingresa a través de la portería
a la planta pertenece a los escalafones inferiores: obreros, obreros calificados,
personal administrativo, etcétera, pero se desconoce el procedimiento con
respecto al personal de los escalafones superiores que ingresa en automóvil,
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Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
46
o por otras entradas. En la empresa de transportes de pasajeros de la capital
provincial ya referida, ante este planteo se obtuvo como respuesta:
“no pasa nada, son los dueños, no se ha presentado tampoco,
pero ellos tienen la posibilidad de decir no voy a trabajar, si son el padre,
el hijo, los cuñados, todo queda en familia. Generalmente pasa con el
abogado de la empresa, que llama y dice hoy no voy porque tuve una
fiesta anoche...”
En una empresa dedicada a la elaboración de materias primas derivadas
de los cítricos para la industria alimenticia situada en la Provincia de Tucumán,
puede observarse de manera dramática la puesta en crisis de la pasividad
empresaria frente al tema del consumo de alcohol por parte de su personal de
menor calificación laboral:
“La gente que trabaja con nosotros es gente de campo, gente
que está muy poco formada. Es gente que no terminó la primaria
y que vive en zonas rurales, cerca de las fincas, donde hay mucho
campo y pocas alternativas en todo caso de recreación, todo ese tipo
de cuestiones, entonces culturalmente…”. “Culturalmente están muy
acostumbradas a tomar mucho y eso no está como mal visto y es como
normal. Yo personalmente creo que esto pasa en todos lados, no sólo en
nuestra provincia, las chicas cuando salen en Buenos Aires y en otros
lugares hay como una cuestión cultural, toman a la par de los varones
en cantidad y calidad, antes se tomaba mucho menos. Es un fenómeno
cultural pero que va más allá de nuestra idiosincrasia”.
El recurso a “lo cultural“, nuevamente aparece, en el discurso empresario,
como “lo natural”, o sea, aquello del orden de lo inevitable. En tal sentido, esa
dimensión “cultural” se plantea como el ámbito al cual la empresa no puede
acceder, y al que si accediera, se mostraría como refractario a toda posibilidad de
cambio o transformación a partir de dicha intervención.
Pero la realidad se encargaría de poner en duda dicha concepción,
tal como lo relata la Jefa de Capacitación en Desarrollo y Supervisión de la
Empresa:
“Nosotros vivimos un evento bastante desgraciado, en el año
2000 en una finca propiedad de la empresa, un día se presentó el
rondín que trabajaba en esa finca que realizaba tareas de seguridad. Se
presentó en estado de ebriedad y el capataz de esa finca le dijo que por
favor se fuera a su casa, que por supuesto no podía quedarse a trabajar
en ese estado, era un 31 de diciembre, entonces estaba bastante ebrio,
él se fue a su casa, pero buscó una escopeta vino y lo mató. Mató al
capataz, que era una persona muy joven, tenía 35 años, con un futuro
interesante, era excelente empleado.
La irrupción de una conducta violenta que desencadena una serie de
sucesos de consecuencias irreversibles y de costo inestimable para la empresa,
47
los determinó a poner en cuestión el carácter de “irreversible” e “inmodificable” de
esa característica “cultural” de su personal, e intervenir para su transformación,
motivados en un principio por la necesidad de evitar la repetición de un hecho
como el referido, pero la intervención en la materia, para ser eficaz, implica
necesariamente una intervención de una profundidad y un alcance mucho mayor
al que originalmente se piensa.
“A partir de este suceso desgraciado hemos decidido llamar a un
equipo interdisciplinario que está formado por un médico, una psicóloga
y una médica clínica que hace muchos años que trabajan en adicciones
en general (…)
Les pedimos que nos confeccionaran de alguna manera un
Programa contra el alcoholismo, contra el alto grado de consumo de
alcohol, para que nosotros lo pudiéramos encaminar en la empresa.
Al final, ellos ya tenían un programa armado para empresas sobre el
tratamiento de las adicciones en las empresas”.
La política de la empresa en la materia debe ponerse en práctica de
manera gradual, buscando generar un consenso que progresivamente abarque
a la totalidad de los empleados, aunque es clara la dirección que se sigue en su
aplicación: de arriba hacia abajo.
“En función de eso, empezamos un trabajo largo en la
empresa, primero el convencimiento de todas las gerencias de los
distintos departamentos. Nos parecía muy importante que este programa
surgiera desde la gerencia y no al revés, como que tiene mayor eficacia
de resultados, si la gerencia le pone ganas y empeño esto se tiene que
hacer”.
Se solicitó y se obtuvo colaboración de los Sindicatos relacionados con
la actividad ( U.A.T.R.E. y Alimentación ) pero dicha colaboración, de acuerdo a
los dichos de la empresa, puede entenderse mas como un compromiso de no
dificultar la implantación de la política, ya decidida por parte de la empresa, que a
una participación activa en su diseño.
“En la 1º etapa de prevención se hizo un reglamento interno que
está consensuado con los gremios de la actividad”
De todas formas, existió una cierta inercia o resistencia por parte de
los empleados cuando la política comenzó a trascender el marco de “las charlas
informativas” o de “los cursos” y lo escrito en un Reglamento, y comenzó a
ponerse en práctica.
“No hubo resistencia al entregar el reglamento interno, la hubo
cuando comenzó la 2º etapa que era la de control, pero para eso nosotros
habíamos hecho todas estas acciones de información y formación
durante prácticamente un año. Ellos sabían que este control se venía.”
El control en el cumplimiento del reglamento se tornó efectivo de una
manera directa, material y concreta:
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Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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“La etapa de control tiene que ver con el alcoholímetro, son
unos aparatos en los que tenés que soplar y eso le da el grado de alcohol
en sangre.”
Los resultados parecen dar la razón a la iniciativa empresaria, no sólo en
cuanto a evitar hechos de violencia como el que motivó el inicio de la política, sino
también en términos de reducción del consumo por parte de los consumidores
habituales y finalmente, en términos económicos.
“Hacemos prevención porque esa persona de acá a 5 años
puede llegar a tener problemas. Antes se tomaba un vino en el almuerzo
para empezar a trabajar a las 14 horas, ahora se toma un vaso, porque
tiene que entrar a trabajar, porque quiere trabajar y el examen no le
tiene que dar positivo… Nosotros veníamos escuchando pedidos
desde la jefatura de campo, que son supervisores de la cosecha que
son gente que tienen a su cargo cuadrillas de 27 personas, ya habían
tenido inconvenientes con personas que venían ebrias a trabajar, que
las tenían que mandar a sus casas. Que nunca completaban el número
de la cuadrilla, que el sábado les pasaba lo mismo, que el día después
de cobro también. Determinados síntomas que eran normales, lo
que pasa es que uno lo tomaba como una cuestión habitual, lógica.
Vos sabías que para controlar la cantidad de fruta cosechada del día
sábado o del día lunes, había que descontar la cantidad de gente,
había que descontar “x” cantidad de ausentismos que tenían sí o sí.
Eso sí ya se ha notado, hay una diferencia importante. El día sábado
y lunes lo podes considerar como un día normal de trabajo. Y antes
teníamos que pensar que el día sábado era la mitad de un día y el
lunes era la mitad de otro día, en cuanto a cantidad de fruta cosechada.
El rendimiento ha mejorado.”
Como se puede observar, lo que era considerado “normal” -el ausentismo
del día sábado y/o el lunes- referido al consumo de alcohol, pudo ser modificado
para beneficio de todos los actores involucrados, pero, lamentablemente en este
caso se dio a partir de un hecho de violencia. Esto es, implementar estrategias
de prevención que desarticulen tanto “creencias” como prácticas relativas a la
alcoholización de los trabajadores.
Política diferencial: “el alcohol está adentro”
En cuanto a las empresas que tienen puestos de trabajo que implican
el contacto directo con bebidas alcohólicas, su manipulación y expendio, o sea,
las que no pueden aplicar la política del “poner afuera” el alcohol, prohíben
explícitamente en manuales o en la instrucción impartida a los ingresantes la
prohibición de consumir alcohol en el trabajo y las sanciones, que pueden llegar
hasta el despido, que el consumo acarrearía. Establecen una instancia directa
de control y supervisión interna para verificar la observancia de la prohibición de
consumo en el lugar de trabajo incluso una vez concluido el horario de trabajo por
parte de su personal.
49
Volviendo al caso ya referido de la empresa gastronómica de origen
estadounidense, se instaura la prohibición total para el consumo de alcohol
por parte del personal, aún de aquel que se encuentra fuera de su horario de
trabajo y que no porta la vestimenta que pueda identificarlo como siendo parte
de la dotación de la misma. Se hace referencia inicialmente al personal de salón
(camareras y ayudantes), pero luego se hace extensivo el comentario a la totalidad
del personal:
“Si permanece en el local una vez terminado el trabajo y una
vez cambiadas, ya igualmente no está permitido. Ni siquiera un gerente
puede en su día franco venir al restaurante y consumir alcohol, tabaco
sí, pero alcohol no… “
En el discurso de la empresa aparece, en primer término, como justificación
de la medida adoptada, el hecho de ser algo “corporativo”, o sea, que trasciende
lo decidido en los locales de nuestro país, finalmente, se intenta explicar la lógica
de la medida en sí misma.
“Porque ya es una cuestión corporativa, pasa en todos nuestros
locales del mundo. Entonces consideran que un gerente cuando no
está en operaciones y está en el local, si hay algún problema en ese
momento sigue siendo el representante por más que haya un gerente
de turno, y no es ejemplo, pierde autoridad moral si lo encuentra
tomando alcohol. La política en ese sentido es para todos igual. Ni
siquiera los empleados que a veces van al otro local pueden consumir
alcohol.”
Frente al hipotético caso de encontrarse ante un trabajador que transgreda
la regla, no hay una política explícita a seguir. Por ello, las decisiones son, hasta
cierto punto, discrecionales por parte del nivel gerencial.
“Lo primero es la charla en cuanto a motivos (del consumo),
no se pretende que alguien haga terapia dentro del trabajo por el solo
hecho de que no estamos capacitados para un apoyo psicológico, sí
anímico, sí de contención y obviamente recomendar la ayuda pertinente.
Lo que pasa es nunca tuvimos un caso tan específico. Si me tocara hoy
en día detectar este tipo de cuestiones, sí aplicaría toda esta escala de
situaciones para determinar o no algo.”
En el caso de otra empresa del mismo rubro, pero nacional, el Encargado
del Local, ante la interrogación acerca de la existencia de políticas de prevención
del consumo de alcohol, tabaco o drogas, comienza haciendo referencia directa
al tema del alcohol, lo que indica que se trata de un tema del que concretamente
deben ocuparse por la disponibilidad de alcohol en el lugar de trabajo. En cuanto
a la existencia de determinadas creencias (las “costumbres”) asociadas con la
actividad, comenta:
“(Risas) Es sabido lo de los lunes. En la gastronomía, en
el gremio nuestro el gran problema es el alcoholismo, pero nosotros
nunca tuvimos con nuestros empleados ese problema.”
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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La política se reduce a intervenir a posteriori sobre el problema, bajo la
forma de una sanción disciplinaria, sin que la acción a nivel institucional trascienda
ese marco:
“Si el trabajador falta sin justificación hay un día de
suspensión.”
Mientras tanto, se adjudica a un tercero (en éste caso la Obra Social) el
tomar a su cargo la labor en el área de la prevención. No existe ningún tipo de
intercambio en lo relativo a políticas de prevención, entre la empresa y la Obra
Social,
“La Obra Social maneja la prevención del alcohol y droga. Hay
carteles pagados en los vestuarios… hay un delegado del local que
participa en el gremio, es un mozo.”
Esta aparente pasividad en cuanto a la intervención empresarial,
probablemente se deba a la existencia de un conjunto de trabajadores que se
encuentran disponibles para cubrir eventuales despidos. El hecho que se trata
de personal que no requiere mayor calificación para desempeñarse en el puesto,
refuerza esta línea de pensamiento; los costos en capacitación que debe estimar
la empresa por cada puesto que se cubra, es mínimo, como también lo es el costo
laboral por despido.
Resumen
En general se considera que las motivaciones que llevan a una persona
a consumir alcohol se hallan en cuestiones relacionadas con su vida personal,
con su pertenencia de clase, con “cuestiones culturales”, etc. y es en ese ámbito
en el que deben encontrarse las soluciones al problema.
Las empresas se muestran hipotéticamente en condiciones de brindar
apoyo para que el trabajador afectado encuentre la solución a su problema. Sólo
intervendrán en la medida en que dicho consumo perjudique de alguna manera
el desempeño laboral del trabajador, lo que será registrado por la empresa y
tratado, en lo institucional de manera disciplinaria, aunque, no desestimando
intervenciones de tipo personal, a modo de consejos o recomendaciones para
que el trabajador busque tratamiento para su adicción.
Las condiciones de la tarea no son percibidas en general como causantes
del consumo de alcohol. Pero en los casos en que se establezca alguna relación
entre la tarea desempeñada y el consumo, se considera a ambas cuestiones
como coincidentes sobre un mismo sujeto, como si ambas consistieran, junto con
algunas otras, en características propias de determinado sujeto, sin que pudiera
establecerse entre ellas una relación mas compleja que la mera coexistencia. Las
razones por las cuales se da dicha coincidencia se encuentran en otra parte: los
genes, la herencia, el nivel de instrucción, etc.. Desde ese punto de vista, puede
“explicarse” que una persona con un trabajo irregular, sin continuidad, que es mas
un oficio aprendido en la práctica que una profesión, que no requiere de mayor
instrucción formal, consuma alcohol, especialmente si se trata de trabajadores
51
cuya actividad se desarrolla en ámbito rural. Y eso es comprendido y aceptado
como un dato de la realidad sobre el cual las empresas nada pueden hacer, hasta
el momento en que sea la realidad misma, bajo la forma de la ruptura violenta de
la trama cotidiana, la que se encargue de llamarles la atención sobre esa realidad
de deterioro progresivo a la que se habían acostumbrado los distintos actores a
considerar “normalidad”, y a intervenir sobre ella de manera decisiva en función
de su transformación.
DROGAS
En el otro extremo del arco que va desde la “tolerancia/prohibición por
problemas de salud-seguridad-imagen” se encuentra el tema del consumo de
drogas.
En el marco de la presente indagación se observó que la temática del
consumo de drogas en el ámbito laboral era uno de los mas afectados por los
contenidos de discurso del sentido común, lo que producía una serie de sesgos
que signaban el modo de abordaje del tema por parte de las empresas:
a.- la asimilación entre “droga” y “droga ilegal”,
b.- el problema es de “la persona”, posteriormente “del trabajador” y
c.- es un “problema de la sociedad en general”.
a.- “droga” significa “droga ilegal”
En general, “el uso indebido de sustancias psicoactivas está caracterizado
por los estereotipos de la “la adicción a las drogas ilegales” y es, de este modo,
desvinculado de los problemas originados por el consumo de alcohol y tabaco, y
también por la utilización abusiva de fármacos medicinales”1.
En este estudio, al momento de construir las herramientas de
relevamiento, se hizo explícita la diferenciación al interior del conjunto de las
sustancias psicoactivas entre tabaco, alcohol y drogas. En el caso de estas
últimas, para la casi totalidad de los entrevistados, se produce una identificación
conceptual con “drogas ilegales”
Hay dos casos particulares en los cuales la propia actividad de la
empresa obliga a una conceptualización mas acotada del término: por un lado,
cuando se trata de actividades relacionadas con la farmacología - fabricación,
manipulación o comercialización de elementos medicinales- o en la administración
de medicamentos, como es el caso de clínicas y otras empresas dedicadas a los
servicios relacionados con la salud, en las que se efectúa un uso riguroso del
término, y se hace referencia también al “uso indebido de drogas de uso medicinal”;
el otro caso se presenta en actividades relacionadas con el uso y manipulación
de solventes, pinturas o adhesivos que contienen elementos tóxicos, los que
son incluidos, en tanto existe la posibilidad de ser usados como tales, entre las
1 - MIGUEZ, HUGO A. Op. Cit.
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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“drogas”, sumadas a las “drogas ilegales”.
Las políticas que instrumentan estas empresas obligadas por su
actividad a la manipulación y el contacto con sustancias son: en el caso de
las empresas relacionadas con la Salud, controles de inventario y sistema de
control administrativo de stock de medicamentos, más estrictos para el caso de
las sustancias psicotrópicas; mientras, en las empresas en dónde se manipulan
elementos industriales potencialmente tóxicos, se establecen procedimientos
rigurosos desde el área de Seguridad e Higiene Laboral.
Acerca de la disponibilidad de fármacos en un laboratorio medicinal que
se dedica a la fabricación, y en particular en los sectores de fraccionamiento y
envasado, el Gerente de Recursos Humanos de una empresa mediana dedicada
a dicha actividad, comenta:
“No, está todo muy controlado, inclusive por normas (de
Seguridad e Higiene), si hay sobrantes no utilizables se destruyen.
Existen controles que no puede faltar nada, lo que sobra se destruye
por normas. Y se envía a residuos peligrosos. Cada 15 o 20 minutos se
sacan muestras para realizar controles y después se tiran, no vuelven
a la máquina, se mandan a quemar.”
Si a veces les recetan (a los trabajadores) algún producto que
se elabora en planta, se les brinda gratuitamente, con la receta”.
Esa es la descripción acerca del tratamiento que la empresa da al
problema de la disponibilidad de sustancias, es decir, que se acota su disposición
(por parte de los trabajadores) mediante procedimientos estipulados en manuales
de normas de Seguridad e Higiene Laboral. En cuánto elemento facilitador
“No considero de ninguna manera que estas características
(las condiciones particulares de la tarea, que incluyen el contacto con
dichas sustancias) puedan ser favorecedores del consumo de ATD. Es
muy rebuscado pensar eso, el consumo de sustancias es más por la
crisis que hay, que no les alcanza el sueldo, no me venga con macanas
de esa índole, por favor... Es ridículo!”
b.- es un “problema de la persona/una enfermedad”
Un sesgo, también observado en relación al tema del consumo de alcohol,
es el ubicar “el problema de la adicción a las drogas” en cuanto a sus causas,
dentro de lo privado y personal del sujeto afectado, es decir, el carácter secundario
de la incumbencia del ámbito laboral: o sea, como problema en primer lugar “de
la persona” y solo en una instancia posterior como problema del “trabajador”.
Pero también acentuando la exterioridad de dicho problema al relacionarlo no
solamente con las condiciones “culturales” particulares del trabajador afectado
(como sucedía con el alcoholismo) sino ubicándolo directamente como “un
problema de la sociedad en general”, a veces haciendo hincapié particularmente
en que se trata de un problema “de los jóvenes”. De este modo, el consumo de
drogas (no olvidar el primer sesgo: decir “drogas” es decir consumo de “drogas
53
ilegales”) es un evento “exterior” a la relación laboral: por un lado es atinente a la
“persona”, es del “ámbito privado”, y por otro, el consumo se da en un momento
vital anterior al inicio de la actividad laboral, “los jóvenes”.
Así lo refiere la Gerente de Personal de una empresa de transportes
de cargas de larga distancia con cabeceras en las Provincias de Córdoba y de
Tucumán, pero con cobertura en toda la zona Noroeste del país.
“Este tipo de adicciones están en todas las clases sociales, es
más una forma de enfrentar los problemas de la vida más que el círculo
donde se mueve.”
En general, la representación como “enfermo” de la persona que es
adicta al consumo de sustancias psicoactivas aparece de manera muy atenuada y
marginal. En el caso de la adicción al alcohol, suele aparecer bajo la denominación
eufemística de “el problema”, no aparece prácticamente nunca en el caso del tabaco
y sí aparece en el caso de la droga. Como toda representación, está condicionada
por lo que el sentido común dicta en la materia: en este caso el consumo de tabaco
es “un hábito”; el alcoholismo es “un vicio”, o sea, un caso extremo de mal hábito y
por último, la adicción a las drogas es “una enfermedad”, que puede iniciarse como
“un hábito”, convertirse en “un vicio”, pero que finalmente, revelará su carácter de
enfermedad. Por ello, y como tal, ameritará un tratamiento específico en instituciones
dedicadas a tal fin.
Las percepciones y opiniones que tienen las empresas, por lo general,
ubican en el plano de lo hipotético el consumo de drogas en el ámbito laboral.
La participación que se reservan ante la situación, repetimos, hipotética, es a la
vez marginal y central: marginal puesto que derivan el tratamiento en instituciones
dedicadas a tal fin, comprometiéndose a brindar “todo el apoyo” que se necesite
para llevarlo a buen término, y central, puesto que se considera que el trabajador
no pierda su puesto de trabajo, como factor esencial para su recuperación, dada
la importancia capital que tiene el empleo, en términos económicos y psicológicos,
para una persona.
Desde esta perspectiva, las condiciones laborales no son tomadas como
elementos determinantes en el consumo de drogas, a veces ni siquiera se considera
que tengan relación alguna con la cuestión.
El concepto salud – enfermedad en el ámbito laboral se advierte influido
por criterios económicos al momento de justificar o tolerar el consumo si en definitiva
éste es funcional a las actividades que debe cumplir el trabajador. El encubrimiento
de esta situación, implícitamente, reconoce la relación que se puede dar entre
condiciones laborales y consumo indebido de drogas, pero lo que se pretende es
atenuar cualquier implicancia en lo relativo a la responsabilidad empresaria.
“…La empresa no deja en banda a nadie, por ejemplo: una
de las empleadas perdió la audición, entonces la empresa en lugar de
despedirla la pasó a desarrollar tareas administrativas. Se ayuda a todos,
no se discrimina. El trabajo que realizaba antes esa persona era en el
Call center”.
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
54
“En el tiempo del corralito, el Banco contrató a una empresa
que brindaba un servicio de atención “seudopsicológica” para todos
aquellos empleados que se encontraban bajo situaciones de estrés, el
personal que estaba en el área de atención al público, específicamente.
Ahora en el banco no hay situaciones estresantes. El banco está en un
proceso de crecimiento muy grande como el resto de los bancos y eso
implica que no hay trabajo estresante. Si vos ganas 3, 4 lucas eso no
te estresa más allá del trabajo que hagas. Estás bien pago.”
La percepción acerca del modo en que actúa la empresa, que manifiesta
no tener políticas de prevención en el tema de “drogas” porque no la consideran
necesaria, en el discurso puede verificarse una equiparación entre el tratamiento de
un hipotético caso de “adicción” como lo hacen con cualquier otra “enfermedad”:
No se realizan por parte de las empresas controles de consumo de
drogas, siendo en la mayoría de los casos verificaciones de tipo observacional.
Relata el Gerente de la empresa de origen alemán ya citada mas arriba:
“Dentro del programa previsto (de políticas de prevención del
consumo de alcohol y de drogas) hay médicos especialistas, psicólogos y
psiquiatras. También contamos con un esquema similar al de Alcoholicos
Anónimos. En el caso de que se produzca la detección de un caso de
consumo de drogas, de ser necesaria la internación es a cargo de la
empresa. (Pero) no tenemos ningún caso, ni de jóvenes que hayan venido
al otro día con un tema de alcoholismo o síntomas de drogadicción que
son detectables fácilmente en sus actitudes, movimientos”.
Refiriéndose a sus empleados, en particular a los que conducen
camiones:
“No tengo conocimiento de que tomen medicación o drogas
ilegales, nunca. Sólo una vez tuve un cierto comentario de un empleado
con el cual después hablé, pero sinceramente por la conversación que
tuvimos y las actitudes de él, me parece que era sólo un comentario.
Creo que una persona que consume debe tener una cierta conducta
inestable, se le debe notar en la cara. Pero yo no he detectado este tipo
de cosas.”
La única circunstancia a la que se hace referencia al respecto, es a una
práctica cultural legitimada por el uso en la zona Noroeste de nuestro país. En los
hechos, es tratada por la empresa como “costumbre”, relativizando de este modo
sus efectos:
“Acá en Córdoba no se consume. Sí los choferes que vienen de
Tucumán, mascan la hoja de coca que es un estimulante (…) Estacionan
el camión, duermen un rato… Es a ellos a los que se les podría atribuir
este tipo de inconveniente con la coca. En el norte es muy común y
según ellos los mantiene despiertos.”
55
Se observa que la coca no es considerada como “droga”, puesto que
a continuación, cuando sí se habla específicamente del tema en cuanto a las
actitudes a adoptar al respecto, no se la incluye:
(Ante el caso de algún empleado que consuma drogas)
“En primer lugar se le hablaría y se le daría un tiempo de reacción, de
maduración. Enseñarle al empleado que sepa distinguir lo que son los
problemas personales de los laborales. También debería tener en cuenta
que al ser droga tendría condicionamiento físico para trabajar que, por
más que ponga voluntad la sustancia lo está condicionando.
Pero el principio fundamental sería la prevención. Prevenir al
empleado que si el sigue en esa actitud va a terminar en una situación
difícil (Nótese que “prevenir” significa en este caso “advertir”). En este
sentido nosotros no somos de no darle una oportunidad, no se me ha
dado el caso del alcohol o la droga pero sí en otro tipo de situaciones y,
hemos tratado de ayudarlo, contenerlo y hacer un poco de terapia.”
Finalmente, y se presenta un extracto de los comentarios realizados por
la Encargada de Personal de una planta de fabricación de bebidas gaseosas de
primera línea, ubicada en la zona del Gran Mendoza:
“No hay políticas de Prevención, nunca han habido problemas
de ese tipo dentro de la empresa o no llegó a la oficina de personal.
Que yo sepa no han dado información, ni han habido ofrecimientos de
charlas o programas por parte del sindicato o la obra social, en relación
al tema”
Y en particular, ante la pregunta de si existían condiciones laborales,
como turnos rotativos que alteraran el ritmo normal de sueño – vigilia, u otras,
respondió:
“la verdad que con el sistema de turnos rotativos y las horas
extras que realizan en el área de producción, no sé como hacen. Pero
nosotros no hemos tenido problemas, o por lo menos no llegó a la
oficina de personal”
Existe por parte de los Sindicatos una notoria tendencia a considerar
que la implementación de políticas de prevención en la materia corresponde al
Estado, o bien a la iniciativa empresaria. Si el ámbito sindical desplegara alguna
acción al respecto sería a modo de anexo a lo que reconocen como es su principal
responsabilidad y esfera de interés: genéricamente “la defensa de los derechos de
los trabajadores”, equiparable, a partir de de la década pasada, a “la conservación
de la fuente de trabajo”, es decir, que de lo que se trató fue directamente de
trabajar para que la empresa siga existiendo como tal. Si bien se observa que
en la actualidad se está revirtiendo esa tendencia negativa en las condiciones
económicas generales de nuestro país, aún persiste entre los representantes
gremiales entrevistados una suerte de “inercia” que los hace permanecer sujetos
2.- SINDICATOS
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
56
al imperativo de sostener el nivel de empleo. La implementación de políticas de
prevención, especialmente en cuanto a la prevención primaria, queda relegada a
un segundo plano.
Se da cierta simetría entre la percepción de las empresas y los
sindicatos. Por ejemplo, acerca del consumo de alcohol como práctica habitual de
los obreros de la construcción, uno de los representantes gremiales, a cargo de la
oficina de Seguridad e Higiene en el trabajo, dice:
“Ha mermado en los últimos tiempos el consumo de alcohol, el
alcoholismo está fuera del trabajo y no dentro del mismo… Antes sí… hay
nuevas generaciones de trabajadores, hay otra cultura”
Hay una clara referencia a la procedencia de origen de los trabajadores
involucrados y a la “funcionalidad” del consumo para con la concreción de la tarea
en las condiciones laborales vigentes a ese momento, continúa el entrevistado:
“Cuando se produjeron las grandes migraciones a partir del año
20… llegaron polacos, rusos, etc. y la única forma que tenían de aguantar
el frío y la fatiga del trabajo era de alguna manera dopándose, además ya
venían con una cuestión cultural con el alcohol”.
Pero esas “justificaciones” para el consumo en el ámbito laboral, ya no
están vigentes en nuestra época:
“Se ha eliminado bastante el trabajo fatigante, se han cambiado
las técnicas y la organización del trabajo (cambios que) repercuten en
un menor esfuerzo por parte de los trabajadores. Todo esto lleva a que
también haya cambios culturales”.
Para cerrar con éste comentario:
“En los años ’50, en una obra – la construcción de un edificio del
Banco Hipotecario Nacional – se desató un conflicto porque pretendieron
impedir que los trabajadores tomaran vino en el almuerzo (los trabajadores
solían ingresar con botellas de un litro de vino). A raíz de esta situación se
realizó un paro y se paralizó la obra. Finalmente se negoció que se podía
ingresar medio litro por día por persona y con ello se resolvió el conflicto”.
Con respecto a las obligaciones y responsabilidades sindicales en
la evaluación de las condiciones y el medio ambiente en el se desarrollan las
actividades laborales, y teniendo en cuenta que éstas condicionan la necesidad
de políticas a implementarse o no en materia de prevención de consumo de ATD,
se pueden citar las palabras de un Dirigente Gremial del Sindicato de Obreros y
Empleados Vitivinícolas.
“Todos los trabajos que se realizan son rutinarios y repetitivos, como
los de una línea de montaje fabril. Hay turnos rotativos y los puestos de trabajo son
aislados, en especial el de calderista (porque suele haber uno solo por empresa, y
tiene que ubicarse en cercanías de la caldera para realizar su labor, que están en
57
el sótano o subsuelo de las plantas)... También hay una fácil disponibilidad para el
trabajador de bebidas alcohólicas, porque ese es el material sobre el que trabajan…
En general, hay una situación de inestabilidad laboral que atraviesa a la totalidad
de la actividad... A ver, hay (trabajadores que están realmente en peligro cierto de
perder su empleo mas allá de la “sensación generalizada de inestabilidad), no podría
decirle ahora la cantidad de afiliados que están en esa situación, pero hay, porque
las empresas siempre tienden a hacer comentarios que infunden temor a la gente,
principalmente, la gente mayor siempre está con riesgo de quedarse sin trabajo,
porque saben lo complicado que es el mercado laboral”
En cuanto a las derivaciones que tales situaciones tienen y con respecto
a las acciones que emprende el Sindicato:
“Conflictos graves, no. No hay. Pero sí hay muchos conflictos
pequeños y permanentes por incumplimiento de los convenios por
parte de las empresas, por lo que el sindicato tiene que estar encima
permanentemente. Pero graves no hay.”
Puede observarse el condicionamiento directo que la labor sindical
recibe cuando la “protección de los derechos del trabajador” deviene “preservación
de la fuente de trabajo”.
“Salvo el año pasado, que tuvimos una empresa que directamente
fue a la quiebra. Veníamos dos ( ¡ ) años luchando eso (el mantenimiento
de las fuentes de trabajo ) pero no se pudo salvar”.
Pero la “vuelta a la normalidad” de lo que es la labor sindical, según la
entiende este dirigente (en una opinión compartida por la mayoría de los dirigentes
entrevistados), pasa por la resolución de “los pequeños conflictos” derivados de
los incumplimientos por parte de las empresas.
“En general son conflictos diarios por incumplimiento con
elementos de trabajo que deberían proveer las empresas y no proveen, de
acuerdo al convenio colectivo, ítems que deberían pagar en el salario y no
los pagan. En fin, ninguno es grave y todos son salvables.”
En aquellos casos en que la realidad de los problemas derivados
del consumo de ATD, bajo la forma que fuere, se impongan y obliguen a tomar
medidas al respecto: se actuará entonces, en un primer momento, en el sentido de
la prevención secundaria, derivando el problema a la Obra Social, y en segunda
instancia, en el intento de implementar una política de prevención primaria, en el
caso en que se considere que las condiciones laborales que dieron origen a la
intervención se mantengan en el tiempo.
En las Obras Sociales se observa un déficit en cuanto a la prevención
primaria, trabajándose sobre todo en prevención secundaria y terciaria. Por los
cambios que fueron produciéndose a partir del impulso privatizador de los ’90,
la relación de la Obra Social con sus afiliados, pasó de la atención de prestación
3.- Obras Sociales
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
58
directa, con médicos y/o sanatorios propios, a una instancia poco más que
meramente administrativa dada la derivación de la atención de la salud de sus
afiliados a los terceros contratados. Esta “tercerización” de los servicios de
salud, trajo aparejada entre sus consecuencias, una cierta descentralización
del conocimiento que las Obras Sociales tienen de los motivos de consulta,
tratamientos efectuados a sus afiliados, etc. de los cuales sólo toma conocimiento
al momento de efectuar la autorización de una prestación o validar un pago por
prestación realizada: en ambos casos, existe un cierto margen de incertidumbre.
a.- En el primer caso, el motivo manifiesto de la consulta (principalmente
en la atención psicológica y psiquiátrica), no coincide necesariamente con la
motivación inicial de la misma.
b.- El contacto que se tiene, una vez cumplimentado el tratamiento
previamente autorizado, y al momento de librar el pago por el servicio prestado,
es predominantemente de tipo administrativo.
Al respecto, comenta el Auditor Médico de una Obra Social de Personal
Docente de la actividad privada:
“No existe la consulta directa por parte de los afiliados sobre el
consumo de ATD. Nosotros podemos ver cual es el tipo de prestación
mas habitual, pero en muchos casos hay información que sólo manejan
los profesionales, tenemos casos muy puntuales de algunos familiares
de nuestros afiliados que en general son hijos jóvenes o adolescentes
que se están tratando por consumo de drogas”.
El Auditor Médico de la Obra Social de Docentes Particulares coincide
en su visión al respecto:
“Desconocemos como manejan las historias clínicas los
médicos, cada uno tiene su forma de trabajar y nosotros no intervenimos
en eso. Tenemos médicos que son referentes de los pacientes y actúan
como el nexo con las distintas especialidades.”
En ambos casos existe una pérdida de conocimiento, circunstancia
que se suma al hecho de que la efectiva realización del tratamiento corre por
cuenta de un tercero.
Así, las Obras Sociales ubicadas por el modelo de atención vigente en
un papel de intermediario entre el demandante y el efector del servicio, terminan
limitadas en su accionar poner al alcance de los demandantes la prestación
solicitada, manteniéndose en el marco de acciones de prevención secundaria
y terciaria. Es decir, que actúan en respuesta a demandas directas realizadas
por sus afiliados, no existe ninguna estrategia de anticipación a la enfermedad
(prevención primaria), la actuación es en respuesta al problema (prevención
secundaria y terciaria).
El método de reparto –a partir de a década pasada-, de los fondos
conformados con los aportes gremiales, centralizados en el Ministerio de Economía
59
quién disponía a su arbitrio la distribución de los mismos, implicó que las Obras
Sociales debían efectuar los gastos y endeudarse para cubrir los mismos, para
posteriormente solicitar a dicho organismo la provisión de los fondos destinados
equilibrar sus cuentas. Esto obligó a las Obras Sociales a incurrir en un manejo de
las prestaciones con un sesgo economicista que les permitiera seguir funcionando,
lo que potenció su papel intermediario entre afiliados y prestadores de servicios
de salud.
Ya se ha señalado en el presente estudio que “Los intereses particulares
de los actores sociales y las diferentes correlaciones de fuerza entre los mismos
determinan áreas de visibilidad o invisibilidad para los fenómenos: no sólo cambia
en función de lo señalado lo que se refiere a la caracterización que se haga de
ellos ni al sentido que se le otorgue, sino al mero hecho de percibirlos o no como
existentes”.
Quizás condicionada por la serie de circunstancias apuntadas, existe
una suerte de coincidencia en la caracterización de “el problema de la adicción a
las drogas” como “un problema de la sociedad en general”, pero particularmente
“de los jóvenes”.
Un representante gremial de la actividad textil, ante la indagación
con respecto a las medidas que adoptaría el Sindicato si se diera el caso de un
trabajador sancionado por una empresa con suspensión o despido por alguna
causa relacionada con el consumo de ATD, expresa:
“Eso nunca nos pasó. (y agrega espontáneamente). Los
drogadictos son los hijos de nuestros afiliados, no ellos.”
Entonces, en términos generales, se puede decir que las percepciones
de las Obras Sociales, en relación a las políticas de prevención del consumo de
ATD y considerando las consultas referidas al tema por parte de los afiliados se
repiten los sesgos:
• el tabaco es estimado superficialmente en la mayoría de los casos por
tratarse de una sustancia cuyo uso está reglamentado socialmente,
de este modo, las estrategias de prevención al respecto se dan en
el marco de charlas o actividades relacionadas con la promoción de
la salud en general.
• La motivos de consulta manifiestos, o directos, -y esto es común
para tanto para el tabaco, como para el alcohol o las drogas- no
se refieren al consumo en sí mismo, ni siquiera se presentan
encubiertos como interés acerca de las consecuencias que el
consumo de alguna de las sustancias psicoactivas pudiera tener
sobre la salud del afiliado.
• Cuando existe alguna patología asociada al consumo de ATD (por
ejemplo: las afecciones hepáticas con el consumo perjudicial de
alcohol, o el compromiso del aparato respiratorio con el consumo
de tabaco, etc.) se recomienda cesar o disminuir el consumo, pero
en función de esa relación con la patología, que era en realidad el
motivo de consulta original.
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
60
El director médico de una Obra Social de una actividad relacionada
con la carga y descarga de contenedores mediante operación de maquinaria,
comenta al respecto:
“No existe en este caso, la consulta directa por el consumo de ATD.
Cuando se percibe que el consumo de alcohol o tabaco está directamente
relacionado con la condición clínica del paciente, se le sugiere dejar de
consumir, o al menos, disminuir el consumo. En cuanto a la “consulta
indirecta”, entendida como una consulta por sintomatología que pueda
derivarse de la problemática del consumo de ATD, sólo se hace referencia
al mismo si en la anamnesis con el paciente, o en el momento de recabar
antecedentes de salud, aparece el tema. De otra manera, no.”
Ahora bien, las consultas directas por consumo indebido de sustancias
psicoactivas que reciben las Obras Sociales, por un lado están estereotipadas
con la adicción a las drogas ilegales, inhibiendo las consultas por problemas
originados en el consumo de alcohol y tabaco y también por el uso abusivo de
fármacos; por el otro son consultas de beneficiarios indirectos (hijos).
Esto no invalida lo señalado anteriormente, puesto que lo que se
cuestiona no es la realidad del hecho en sí, sino los conceptos mediante los
cuales se piensan esos hechos.
En tal sentido se puede señalar lo expresado por el responsable del
Área de Salud de la Obra Social relacionada con el Sindicato Textil:
“…se interrumpe la entrevista cuando una administrativa le
alcanza una planilla con los pacientes internados por adicciones. En la
planilla figuraban cuatro pacientes: …están internados por adicciones a
drogas. Uno de ellos está en la Comunidad Terapéutica Asociación Revivir
de Avellaneda, el otro en la Asociación Volver a Vivir de Lanas, los otros
pacientes están en centros de día (Fundación Vivir de Ramos Mejía y La
Posada en Mar del Plata). Son hijos de empleados textiles. Nunca tuvimos
casos de empleados textiles internados por ningún tipo de consumo”.
Al hablar con la responsable del área de prestaciones psicológicas de
la Obra Social recién mencionada, relata el caso de la esposa de un afiliado
que concurrió a consulta por un “problema de violencia familiar”; luego señala
como vinculación causal de éste el alcoholismo del marido, es decir, del afiliado
directo.
O sea, no se registró en ningún momento una consulta directa por el
problema de adicción al alcohol del afiliado directo, por otra parte, tampoco fue
percibido como tal (consumo de alcohol) por la empresa, es decir, que a toda la
problemática derivada de la adicción se le buscó resolución en el ámbito privado,
y quedó como caso eventual.
O sea, hay que realizar un recorrido, reproducido mediante el relato,
que va desde lo aceptado por del sentido común (“uso indebido de sustancias
psicoactivas es adicción a drogas ilegales”, o que “es un problema de la juventud”,
61
etc.) hasta llegar a lo más complejo de las representaciones sociales, como lo
demuestra el caso relatado.
Dos casos -la actividad docente y los peones de taxis- destacan
diferencias en la percepción que tienen los diversos actores del ámbito laboral,
Sindicatos y las Obras Sociales por un lado, y empresas por el otro, y por
consiguiente de las políticas adoptadas en función de la prevención del consumo
de sustancias psicoactivas.
La actividad DOCENTE
En las entrevistas con responsables de recursos humanos de
establecimientos educativos se determina una mirada estigmatizada acerca del
uso de sustancias psicoactivas: al consumo de tabaco se lo prohíbe en el momento
de encontrarse el docente frente a los alumnos, es decir, hay un ocultamiento
del consumo, se destinan lugares a tal fin en donde el docente se ve eximido
de sostener la “conducta ejemplar” que se le exige en el aula; en el caso del
alcohol se “da por descontado” que no se puede consumir en el ámbito laboral, y
la posibilidad de que se consuman drogas no es siquiera tenida en cuenta puesto
que se asocia al consumo de drogas ilegales, “es un delito”.
Múltiples son las presiones que debe soportar el trabajador, derivadas
por el deterioro general de las condiciones de trabajo en que se desarrolla en la
actualidad la actividad, debidas en gran parte a las reformas que se produjeron
durante la década pasada y que vinieron a sumarse a las dificultades propias de
la tarea
Comenta un dirigente del gremio de docentes privados, refiriéndose al
particular:
“Otras tareas tienen que ver con la formación permanente de los
docentes que se comenzó a implementar como una exigencia en los años 90
(años que fueron el boom de las reformas educativas): si un docente no tenía
determinados créditos de capacitación podía perder el cargo. Por todo esto,
las condiciones en las cuales está el docente en la institución son de bastante
demanda o exigencia y crean una situación de malestar, “malestar docente”.
Sumada a la problemática adolescente (para quienes trabajan con
ellos), y a que cada vez se hacen mas patentes las diferencias culturales entre
docentes y alumnos. En situaciones de conflictividad fuerte el docente está a la
espera de lo que va a ocurrir: chicos con armas, por ejemplo. Todo eso genera
ansiedad en el docente.”
Dichos factores pueden actuar como predisponentes al consumo de
ATD, cuestión que, seguramente, ha de verse agravada por el hecho de que
el sector del que provienen las presiones al respecto es el mismo que ignora
completamente siquiera la posibilidad de que tales cuestiones existan.
4.- Registro
de las
diferencias:
cASOS
partic ulares
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
62
“En los últimos años se han dado fenómenos particulares entre
los docentes: el pluriempleo (llenarse de cargos) y al fenómeno de
pauperización se suma la cantidad de mujeres que son docentes y (a la
vez) sostén de hogar. En relación con las características de las tareas, las
mismas se asocian con trabajos repetitivos, con alto nivel de stress. Los
puestos de trabajo también son aislados: en algunos casos no existen
salas de maestros que permitan la interacción entre trabajadores”.
En algunas zonas de la Provincia de Buenos Aires, suma una
complicación extra al complejo panorama laboral del trabajador docente:
“En cuanto a la disponibilidad de sustancias, existe una
investigación de Deolinda Martínez en la Provincia de Buenos Aires
sobre este tema, donde se identifica a docentes que pueden comprar
droga a sus alumnos”.
El trabajador aparece en estos casos en una posición de “cliente”
frente a su proveedor, y teniendo en cuenta cual es la “mercancía” de la que se
trate, y las particulares condiciones de complicidad que necesariamente deben
establecerse entre los dos participantes de la situación delictiva, se da el hecho
de que el profesor pueda verse frente a un callejón sin salida, puesto que no
existe por parte de los sectores de los que provienen las presiones un política
para dar respuesta a las demandas que sus trabajadores puedan presentarles
legítimamente en la materia: o sea, el trabajador no tiene a quién recurrir en su
propio ámbito de trabajo, aunque desde dicho ámbito se sigan multiplicando las
exigencias y presiones, que transcienden lo que pueda entenderse como referido
estrictamente a la docencia:
“Por fuera de la actividad de enseñar, las escuelas requieren del
docente para fiestas, eventos, reuniones de padres; y esto, lo manejan
las instituciones con distintos criterios (presiones sutiles, psicológicas,
actitudes de acoso). A veces se mezcla con mandatos morales y
religiosos.”
El Sindicato en respuesta a la demanda docente y atendiendo a
deterioro de las condiciones de trabajo ha establecido una serie de actividades de
prevención primaria:
“En cuanto a la falta de perspectiva en el trabajo, esto es así
por varias razones, por lo salarial, pero además porque es una tarea
no reconocida por los distintos actores sociales. Eso hace que exista
un sinsentido de la tarea docente. Algunas de estas características
pueden ser favorecedoras de determinados consumos, son temas
que se hablan entre los trabajadores, se inició un trabajo sobre salud y
condiciones de la tarea hace 2 años. Se hicieron talleres con el objetivo
de romper la naturalización de ciertas cosas, dejar de aceptar las malas
condiciones. Se está iniciando el tema salud en el que aparecería como
tópico el tema de consumos. Una de las demandas que más aparece
entre los docentes es el tema del acoso, es decir la presión por parte de
los empleadores o directivos. También se comienza a reclamar sobre
63
las condiciones materiales y en esto el sindicato ha capacitado sobre
las condiciones dignas de trabajo. No hay demasiada respuesta de las
escuelas, salvo en Ciudad de Buenos Aires donde se planteó la urgencia
“post.Cromagnon””.
Al respecto, la Obra Social de la actividad Docente actúa mas en
consonancia al modo en que lo hace el resto de las Obras Sociales que de
acuerdo a las acciones emprendidas por el Sindicato correspondiente.
Comenta el Auditor Médico de la Obra Social:
“En general nos enfrentamos con consultas que son muy
características de nuestra población femenina, es decir que están
asociadas con los problemas de las mujeres de mediana edad y en ese
sentido se está tratando de implementar por ejemplo, actividades de
prevención del cáncer de mama o uterino… Nosotros no tenemos políticas
de prevención sobre consumos de ATD… Desde la gerencia realizamos
auditorias sobre instituciones que nos prestan servicios y sobre las
prestaciones tercerizadas (se terceriza en las zonas donde hay mayor
cantidad de afiliados), en general se realizan auditorias sobre la atención
de determinadas afecciones, en discapacitados, casos de trasplante por
ejemplo. Depende de la gravedad del paciente se tiene un seguimiento de
la prestación.”
Peones de Taxis:
Apropiación del lugar de trabajo/ sobreexplotación / superposición de lo
privado y lo público.
Hay actividades laborales en las que las condiciones en que se realizan
generan un cuadro en el que los factores favorecedores para el consumo de ATD
se combinan y potencian. En esos casos, se observa un marcado interés de los
responsables gremiales en intervenir en la materia.
El caso paradigmático es el del llamado peón de taxi, se trata de una
tarea con alta exposición a los factores favorecedores del uso de sustancias
psicoactivas: es un trabajo solitario, con períodos de actividad alta alternados
por otros sin actividad, que se realiza directamente en la calle, en horarios que
pueden rotar, etc. En palabras de un representante gremial de la actividad, a lo
antes descrito se de adiciona:
“Si bien está prohibido pagar un alquiler por el vehículo, está
estipulado que el peón entrega una suma fija al dueño del vehículo. Está
estipulado que el 30 % de la suma trabajada durante un turno es lo que
se paga por alquiler. Este es otro componente del stress, la mayoría
alquila el vehículo y “se sale a la calle debiendo plata”.
Inclusive, en muchas ocasiones, el único contacto que tiene con su
“empleador”, es el intercambio del medio de trabajo por una suma de dinero, por
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
64
lo cual, no existe ningún tipo de sentido de pertenencia para con la “empresa” que
lo contrata. La situación no es muy diferente en los casos en que se trata de un
chofer que trabaja para una empresa de radiotaxis, puesto que la relación en la
mayoría de los casos se limita a la provisión del aparato de radio y de portar en
el vehículo un emblema que lo identifica como parte de la misma y que a la vez
lo diferencia del resto; los alcances de tal pertenencia son limitados: no pasan
de ser una suerte de “clientes” de la empresa que les deriva viajes a realizar en
función de su disponibilidad contra el cobro de un porcentaje o comisión por sus
ingresos.
A la vez y dada la extrema situación de precariedad de la relación laboral,
la sobreexplotación a la que se ven sometidos los trabajadores de esta actividad,
la desprotección frente a los riesgos y peligros que conlleva una actividad que
se desarrolla en la calle, promueven que exista, por parte de los trabajadores,
una suerte de intento de reapropiación del espacio de trabajo, objetivado en éste
caso en el vehículo. Este proceso de reapropiación se efectúa recurriendo a
una estrategia de no diferenciación entre el espacio privado y espacio laboral, el
trabajador hace en el auto o durante su tiempo de trabajo cosas que normalmente
haría en su ámbito privado: come, puede ser que acompañe su comida con
bebidas alcohólicas, fuma en los tiempos de espera o cuando no tiene pasajeros,
entre otras. Especialmente, se observa esta circunstancia entre los trabajadores
que, ya sea por preferencia personal o por búsqueda de una mejor productividad,
decidan trabajar por la noche:
“En esta actividad el tabaquismo está muy difundido por el
sedentarismo, la mayoría fuma. Por otra parte el stress que produce
conducir en las condiciones en las que está la calle hace que la tarea
altere al peón… es muy distinto el trabajo de día que de noche: los
riesgos y las situaciones que se viven en la ciudad no son los mismos,
no se ven las mismas cosas en la calle de noche. El tipo que trabaja de
día es un tipo mas ordenado en su vida, el de noche vive de contramano,
hay muchas tentaciones…”
Así puede verse como, a la suma de condiciones “propias” de la
actividad, han de agregarse algunas derivadas del turno en la que se realiza.
“Hay situaciones que reconocemos, como problemas de droga
mas en la noche que en el día. Aunque los problemas como accidentes
cardiovasculares, tabaquismo, sedentarismo y stress son una constante
en todos.”
A la vez, y como consecuencia derivada del régimen laboral en el cual
existe una relación directa entre el tiempo que se permanece a bordo del vehículo
y la posibilidad de incrementar las ganancias (recordar que en la mayor parte de
los casos el trabajador comienza su día de trabajo endeudado), en algunos casos
el trabajador recurre al consumo de determinadas sustancias estimulantes en un
intento de prolongar la jornada laboral (anfetaminas u otras drogas estimulantes).
Pero sigue siendo el tema “de la noche” el predominante al momento de establecer
las condiciones en que puede producirse contacto entre el trabajador y la droga,
es decir se incrementa la disponibilidad y VER EL TEMA DE MICROTRAFICO.:
65
“Por otra parte, durante la noche hay paradas en los boliches
bailables (lugares en los que es frecuente que se consuma y comercie
drogas) y hay relaciones entre los habitués del lugar y la parada. Parte
del negocio del taxi es comprar o llevar al que está en el tema drogas.
Conoce bien (el chofer) el circuito de la noche. Las demandas de los
trabajadores son mas o menos las mismas, por una parte el horario de
trabajo no puede reducirse porque es una actividad a producción y se
perjudicaría el mismo trabajador.”
Entre los trabajadores, muchas de las conductas descriptas son
consideradas como una forma de “compensación y resarcimiento” por todo aquello
que al trabajador de esta actividad se le ha enajenado con respecto al promedio
de los trabajadores: todo lo perdido “es el precio que deben pagar por su libertad”.
“Libertad” entendida como libre disponibilidad de horarios, de decidir “libremente”
la duración de la jornada de trabajo, “libertad” para decidir el consumo de tabaco,
etc.
En ese mismo sentido pueden entenderse la resistencia de los
trabajadores ante el intento de establecer la prohibición estricta de fumar en los
coches, la que fuera percibida como un recorte de “sus derechos”. El siguiente
comentario realizado al respecto por el dirigente pone de manifiesto esto último:
“Todas las cuestiones que hacen a las condiciones de trabajo
(la sobreexplotación, la inseguridad laboral, etc.) se las considera normales
entre los trabajadores (y encuentran) la forma de canalizarlas: canalizar
los nervios de la calle a través del cigarrillo… En un momento se intentó
impulsar un proyecto de ley para la prohibición de fumar dentro de los taxis
y fue muy resistido, hubo muchas quejas porque se considera la única vía
de escape.”
Algo similar, aunque con ciertas particularidades, sucede con los
choferes de camiones de larga distancia de cargas, pero en éste caso, lo prolongado
del tiempo que están alejados de sus casas, hace que, por una parte, las paradas
en el camino y el espacio de la cabina misma, funcionen como “sitios privilegiados
de pertenencia”, identificación del ámbito laboral con el ámbito privado. Las
cuestiones directamente relacionadas con el consumo de ATD provienen de las
condiciones mismas de la tarea a realizar que de los intentos de los trabajadores
para obtener alguna compensación por aquello que la tarea misma les niega. Esta
diferencia es percibida como tal por los responsables gremiales de la actividad, lo
que implica una diferencia en las políticas aplicadas en relación a la prevención
del consumo de ATD.
Al respecto, el Director Médico de la Obra Social de Camioneros
comenta:
“En la Obra Social se hacen campañas sobre el consumo de
alcohol y de drogas. Sobre todo porque hay dos actividades importantes:
una es el chofer de larga distancia… la otra actividad es la del recolector
de residuos”
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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Un elemento que las unifica, y que no puede ser considerado como
menor, es que se trata de trabajos en los cuales el trabajador mismo puede
ubicarse en condiciones de sobreexplotación y obtener una notoria diferencia
entre lo que sería su remuneración en condiciones normales y la que obtiene de
esta manera. En cuanto a los primeros, comenta:
“… tienen viajes de 10.000 kilómetros, se aleja de su familia,
quiere hacerlos rápido… y el chofer suele tomar una sustancia para
mantenerse despierto y que pueda estar manejando 10, 12, 14 horas
seguidas sin parar.”
Obviamente, la referencia a la cantidad de horas trabajadas implica que
mientras más rápido haga un viaje, más posibilidades de hacer otro viaje tiene,
por lo cual más dinero puede ganar. Las políticas de prevención emprendidas no
apuntan a cambiar las condiciones en que la tarea se realiza en sí mismas, lo
que implicaría ubicarse en una posición de conflicto frente a las empresas, sino
en promover cambios de conducta en los trabajadores, para evitar que persistan
en prácticas que, aunque redituables en lo económicos, resulten dañinas para su
salud.
“… se hacen campañas a través de las delegaciones, de
prevención, charlas… Hay unos cursos que estamos haciendo de
prevención, sobre todo para que no consuman, para que descansen, para
que paren (de manejar) cada cuatro horas. Para que a partir de las ocho
o nueve de la noche busquen un parador para descansar… que manejen
de día y no de noche.”
Los intentos de intervención sobre las empresas son muy limitados, y
sobre los resultados de los mismos no se han obtenido registros ciertos:
“Inclusive se habla con las empresas para que no los tengan
tantos días fuera de sus domicilios, ya que eso incentiva bastante (el
consumo de ATD).”
En cuanto a lo referido a la otra actividad en la que se “presentan
problemas”, la de recolector de residuos, y siguiendo con el comentario del
Director Médico de la Obra Social de Camioneros:
“Si bien hay un convenio de cómo deben trabajar, se da la
particularidad de que quieren hacer todo muy rápido para tener otro turno
y poder cobrar doble. Entonces en un trabajo que debe durar ocho horas
como marca el convenio, lo hacen en cuatro horas, y para hacerlo en tres
o cuatro horas, obviamente, hay que hacerlo corriendo. Y el correr a veces
implica asociar algún estimulante para poder hacer dos jornadas en una. Y
obviamente cobran dos jornadas en vez de una.
Estas son dos actividades (chofer de larga distancia y recolector
de residuos) en las que se trata de instruir. Vos te das cuenta de que
son trabajadores que en diez años de actividad hacen treinta; están
destruidos.”
67
A pesar de la evidencia, de todo lo manifestado por el entrevistado
en cuanto a las condiciones de las tareas, persiste en el discurso habitual en
referencia al consumo de drogas:
“El mayor porcentaje es a través de los familiares. El que consulta es el
familiar: tengo un hijo, tengo un hermano, tengo un marido…”
Y la acción de la Obra Social se da en el sentido de intermediar entre
la demanda de atención y la acción asistencial, que es el modelo dominante de
intervención de esas instituciones:
“Directamente lo mandamos a estos centros que son comunidades,
respecto a drogodependencia, terapéuticas…”
PERCEPCIONES Y OPINIONES SOBRE EL CONSUMO DE ATD EN EL ÁMBITO LABORAL
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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CONCLUSIONES
OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo
de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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e las entrevistas realizadas surgen distintos enfoques de abordaje respecto
al consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral.
Existe una clara distinción, entre, por un lado, una mayor permisividad
y tolerancia social al consumo de tabaco y, aunque en menor medida, al alcohol,
y por el otro, la existencia de extremadas pautas condenatorias y discriminatorias
que se aplican a los adictos a otro tipo de sustancias psicoactivas.
En el ámbito laboral, el consumo de alcohol, tabaco y drogas, -
especialmente estas últimas- no han adquirido, como problema, la visibilidad
suficiente, por lo que no ha sido abordado en forma sistemática. Se puede decir
que las pocas experiencias encontradas en materia de políticas de prevención,
son en realidad acciones aisladas y abocadas a atender eventos particulares
relacionados con el consumo de alcohol.
Se verifica en general ausencia de políticas de prevención de consumo
de ATD, posición correlativa con la apreciación del personal en función de su
fuerza de trabajo (o equivalente) y tratándose de puestos de trabajo que no
requieren de mayor calificación.
Inversamente, las políticas mas activas de prevención, con la promoción
de actividades que intenten abarcar el ámbito del tiempo libre, se refiere
a empresas que consideran a su personal de la manera que se ha calificado
como “recursos humanos”, con regímenes laborales mas laxos similares a los
descriptos en el apartado pertinente, especialmente entre los puestos de trabajo
que requieran de una mayor calificación.
Este es un discurso al que arriban coincidiendo en él los distintos actores
del ámbito laboral comprometidos por la presente indagación: Empresas, Obras
Sociales y Sindicatos, y lo hacen, no como resultado de una actitud reflexiva
conjunta sobre el tema, sino que coinciden en él simplemente porque dichas
ideas provienen de un conjunto de representaciones propias del sentido común.
Por otra parte, y teniendo en cuenta las excepciones, en las ocasiones
en que existe un tratamiento del tema, desplegando estrategias de prevención,
ya sea en el caso de Empresas, de Sindicatos o de Obras Sociales, se han
dado a partir de la necesidad de responder a situaciones reales y concretas,
especialmente en casos de problemas derivados del consumo de alcohol o de
drogas, lo que obligó a desarrollar acciones para intervenir sobre esa realidad,
que trascendieran los dictados del sentido común.
En particular, en los casos de las percepciones y opiniones acerca del
tema vertidas por los responsables de las Obras Sociales y de los Sindicatos, y de
las políticas adoptadas al respecto, se observan los fuertes condicionamientos
que tienen en función de; en el caso de los Sindicatos, la percepción de lo que
es su ámbito propio de pertinencia y competencia –la defensa de los puestos de
empleo y los niveles salariales- a la vez que persisten prácticas que pudieran ser
funcionales en otro momento histórico, con condiciones económicas diferentes a
las actuales; y en el caso de las Obras Sociales, por el modelo de asistencia que
se buscó implementar desde el Estado en la década pasada, que derivó en el rol
71
CONCLUSIONES
de intermediarias entre la demanda de atención de salud por parte de los afiliados
y las empresas prestatarias de servicios.
Quizás atendiendo a éstas circunstancias pueda explicarse, en cierta
medida, la escasa colaboración que mostraron para con éste estudio los
representantes gremiales, tanto los responsables de los Sindicatos como de las
Obras Sociales, manifiesto en la negativa directa a atender los requerimientos
efectuados desde la SEDRONAR de concertar una cita con algún responsable de
las áreas pertinentes, o directamente, a postergar indefinidamente por razones
“atendibles” (a fines de junio, momento en el que se realizaban las entrevistas, se
producía el cambio de conducción de la CGT), la mera posibilidad de designar un
interlocutor válido para sostener una entrevista.
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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BIBLIOGRAFÍA
OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo
de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
Estudio nacional acerca de la incidencia del consumo de Alcohol, Tabaco y Drogas (ATD) en el ámbito laboral
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Este libro se terminó de imprimir en los talleres gráficos XXXXXXXXXXX,
Noviembre de 2005, Buenos Aires, Argentina

www.sedronar.gov.ar OBSERVATORIO DE DROGAS

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