Adicciones: 78% de las consultas son de jóvenes y por el alcohol

Surge de datos de los centros oficiales de atención a adictos. La edad en que se inician en el consumo de bebidas alcohólicas es a los 13 años. Llegan a las guardias sanitarias con intoxicaciones graves

 

Mariana Gil
gil.mariana@diariouno.net.ar
El 78% de las consultas en los centros de adicciones de la provincia es por consumo de alcohol en adolescentes que se inician a temprana edad: a los 13 años. En segundo lugar, figura la atención por casos de cocaína y marihuana.
Respectod de la ingesta de bebidas alcohólicas, un dato alarmante es que los chicos que llegan a las guardias de los hospitales presentan cuadros de intoxicación grave, a diferencia de años atrás, en que presentaban sólo estado de ebriedad.
Esto está asociado a que existe un cambio cultural donde la ingesta de cerveza se ha cambiado por bebidas con mayor graduación alcohólica como fernet, vodka, whisky, tequila, y otras que contienen 39 grados de alcohol por litro, explicó el director de Toxicología de Mendoza, Sergio Saracco.
Es decir, con menos cantidad de producto ingerido alcanzan más rápido el estado de borrachera que puede convertirse en una intoxicación grave.
El ex ministro de Salud también comentó que es preocupante cuando los jóvenes combinan el alcohol con otras sustancias como la cocaína o tranquilizantes, que son las formas más comunes de policonsumo de drogas, y de las más peligrosas.
Por ejemplo, “el sedante potencia el efecto de embriaguez del alcohol porque las dos actúan en el mismo nivel del sistema nervioso central, aumentando el riesgo de accidentes por no tener suficientes reflejos”.
En relación a los casos de borrachera con buches oculares con vodka, Saracco explicó a Diario UNO, que “el alcohol es una sustancia hidroliposoluble que fácilmente atraviesa las barreras orgánicas por todas las vías, como la digestiva, inhalatoria y también por las mucosas rectal, vaginal u ocular, y en el caso de éstas últimas, la absorción es mucho más rápida porque son zonas más vascularizadas. Pero todas ocasionan daños en el cuerpo”.
Un cambio cultural
Otro de los puntos en los que se explayó el médico, es que se evidencia un cambio cultural en el consumo del alcohol. Antes su uso estaba relacionado como un ingrediente o elemento que era parte de una reunión; en cambio, ahora se ha desvirtuado ese concepto y es el principal motivo de encuentro para los jóvenes.
Entre los factores que llevan a los jóvenes a consumir alcohol desenfrenadamente, Saracco mencionó a que en la actualidad hay una gran dificultad para comunicarse a pesar del boom de las redes sociales. En las relaciones cara a cara usan la ingesta de alcohol para desinhibirse y expresarse con mayor facilidad.
Además, agregó que están en un estado de felicidad donde se olvidan de los problemas, los obstáculos y sienten un pseudo-divertimento. “Esto, porque el alcohol es un depresor del sistema nervioso central de tipo descendente, y produce un efecto desinhibidor que se manifiesta de distintas maneras: en el comportamiento sexual y actúan casi instintivamente en prácticas sexuales no seguras; resultan con lesiones, por la pérdida del equilibrio, por reacciones desenfrenadas, y generan accidentes viales, entre otros.
“El problema es el abuso del consumo de las bebidas alcohólicas para llegar al estado de embriaguez y en busca de diversión, sin considerar todas las complicaciones que esto acarrea, como la adicción que genera en el organismo”, alertó el funcionario.
Por último, dijo que para paliar este flagelo, que “no tiene nada que ver con el status económico ni educativo de los chicos”, es fundamental el rol, la participación activa de la familia”.
Relación directa con el ejemplo de los adultos
Desde su punto de vista, Carina Stehlik, a cargo de la Dirección Provincial de Adicciones, comentó: “El problema del abuso del alcohol en los jóvenes está relacionado con que ellos repiten el modelo y ejemplo de los adultos, que en la vida cotidiana también manifiestan un consumo abusivo de drogas legales”.
Y fue más allá con los datos del 2012, que reflejaron que “un alto porcentaje de los excesos en consumo de drogas legales y no legales corresponden a adultos mayores de 21 años, aunque bajó la edad de iniciación del consumo de drogas legales como tabaco y alcohol, que se manifiesta a partir de los 13 años”.
En este sentido, la especialista argumentó que “esto tiene relación con los estímulos excesivos de la sociedad, una baja en la responsabilidad de los adultos y, por otra parte, que se ha naturalizado el consumo del alcohol, que en determinadas clases sociales es sinónimo de delincuencia y en otras, de ser más divertido”.
“Los adolescentes son la punta del iceberg, un claro ejemplo de las distintas formas de consumo. Y el daño en el cuerpo es el mismo por las distintas vías, ya que todas las intoxicaciones son riesgosas. Por eso es que los jóvenes necesitan contención y recomendaciones de los padres”, sentenció.
Cómo actuar ante una intoxicación etílica
Es importante distinguir las fases de la intoxicación:
♦ La primera fase se caracteriza por los siguientes estados: risas o llanto, desinhibición, euforia, pérdida del sentido del ridículo y de la vergüenza, seguridad en uno mismo, entre otros.
♦  La segunda fase, de borrachera, ya implica una dosis elevada de alcohol en la sangre y se caracteriza por: mareos, náuseas y vómitos, sudoración excesiva, disminución de la temperatura corporal, visión borrosa, menor conciencia de los actos, descordinación motora, inestabilidad emocional, pérdida del equilibrio, desorientación espacial, dificultad para hablar, disminución de los reflejos y otros.
♦  La tercera fase es la más crítica, la del coma alcohólico, que se
caracteriza por: desmayos, pérdida del conocimiento, falta de respuesta a cualquier estímulo, coma, muerte por parada del centro cardíaco y respiratorio.
¿Qué hacer?
A. Si la persona está conciente

♦ Valorar el estado de conciencia del afectado, la respiración y el pulso.
♦ Abrigar al intoxicado y que beba líquidos azucarados (gaseosas o jugos dulces).
♦ Llamar al 911, y explicar la evolución del cuadro y de los síntomas de la persona.
B. Si la persona está inconciente.
♦ Llamar al 911 y explicar el cuadro y los síntomas de la persona a la que intenta ayudar.
0800 333 4884 es el teléfono del Centro de Adicciones para la atención de los casos citados en la nota

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