Salud mental y adicciones
¿De qué hablamos cuando hablamos de Salud Mental y adicciones?
La Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 define en su artículo 3ro. a la salud mental “como
un proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos,
culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento
implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de
los derechos humanos y sociales de toda persona.
Se debe partir de la presunción de capacidad de todas las personas. En ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de:
Se debe partir de la presunción de capacidad de todas las personas. En ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de:
· Status político, socioeconómico, pertenencia a un grupo cultural, racial o religioso.
· Demandas familiares, laborales, falta de conformidad o adecuación con valores morales, sociales, culturales, políticos o creencias religiosas prevalecientes en la comunidad donde vive la persona.
· Elección o identidad sexual.
· La mera existencia de antecedentes de tratamiento u hospitalización."
· Demandas familiares, laborales, falta de conformidad o adecuación con valores morales, sociales, culturales, políticos o creencias religiosas prevalecientes en la comunidad donde vive la persona.
· Elección o identidad sexual.
· La mera existencia de antecedentes de tratamiento u hospitalización."
Y en el artículo 4to. de la presente Ley, en relación a la problemática de las adicciones, se establece que “deben
ser abordadas como parte integrantes de las políticas de salud mental.
Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen
todos los derechos y garantías que se establecen en la presente ley en
su relación con los servicios de salud.”
Si bien,
históricamente, tanto desde los modelos médicos como desde la cultura
popular, el tema de la Salud Mental se pensó y se abordó desde la
enfermedad y no desde la salud, hoy es fundamental cambiar esta
perspectiva ya que todos tenemos la posibilidad de decidir sobre
cualquier aspecto de nuestra vida si contamos con los apoyos necesarios
para potenciar lo mejor de cada uno. También es imprescindible dejar
atrás la mirada que se difundió sobre la persona cuya salud mental se
encuentra comprometida como la de un “loco peligroso” al que es
necesario encerrar, y asimismo comprender la problemática de las
Adicciones como parte integrante de la Salud. En la actualidad, según
el Informe Mundial de la Salud del año 2001 de la Organización Mundial
de la Salud (OMS): “A la luz de los avances científicos y técnicos,
de las reformas sociales, y de las nuevas legislaciones en el mundo, no
hay motivo ético o científico que justifique la exclusión de la persona
con padecimiento mental”.
Para fortalecer la
salud de las personas es primordial trabajar en pos de la inclusión, la
participación y la organización; pilares fundamentales que promueven una
comunidad que ejerza sus derechos con salud, educación y organización
social. Un Estado presente y una comunidad activa caminan juntos,
reconociendo y respetando los derechos de todos sus miembros, pero sin
eludir responsabilidades. Esto supone la asignación de un rol
protagónico a aquellas decisiones compartidas por la comunidad teniendo
en cuenta los actores locales y las fortalezas de cada región.
Abordaje comunitario en salud mental y adicciones
La salud nos
involucra a todos. Es un proceso de intercambio colectivo. Es el
resultado de una forma de existir dentro de un proceso histórico y
social donde las condiciones económicas, culturales y sociales
intervienen en su construcción. En la medida que la comunidad se
involucra en acciones y proyectos, adquiere mayor protagonismo,
autonomía y responsabilidad. Esto conduce a una mayor movilización de
las capacidades –individuales y colectivas- para afianzar la inclusión,
tomar decisiones y ejercer sus derechos.
La Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones dirige sus acciones hacia el abordaje territorial como herramienta primordial tanto para la planificación como para la puesta en marcha de políticas de salud integrales desde un Estado presente, promotor y participativo. Esta estrategia implica una mirada de las políticas de salud a partir de la dinámica territorial propia de cada municipio, provincia o región, y la acción coordinada entre el Estado nacional, provincial y municial, las organizaciones sociales y las comunidades, recuperando los saberes de todos y todas para construir juntos estrategias de desarrollo local que profundicen la organización comunitaria y la capacidad local para gestionar.
La Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones dirige sus acciones hacia el abordaje territorial como herramienta primordial tanto para la planificación como para la puesta en marcha de políticas de salud integrales desde un Estado presente, promotor y participativo. Esta estrategia implica una mirada de las políticas de salud a partir de la dinámica territorial propia de cada municipio, provincia o región, y la acción coordinada entre el Estado nacional, provincial y municial, las organizaciones sociales y las comunidades, recuperando los saberes de todos y todas para construir juntos estrategias de desarrollo local que profundicen la organización comunitaria y la capacidad local para gestionar.
Salud Mental es…
- Inclusión en redes sociales, afectivas y laborales en la comunidad.
- Capacidad para usar los recursos de los que se dispone y reinventar otros.
- Cantidad y calidad de los lazos sociales que se establecen.
- Capacidad para enfrentar y resolver los conflictos que plantea la propia vida.
- Participación en proyectos colectivos.
- Tiempo de diversión, ocio y esparcimiento.
- Ser reconocidos, valorados y estimados.
- Cumplir con las metas que nos proponemos individual y colectivamente.
- Ejercer los Derechos que todos tenemos en tanto ciudadanos de nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario