La “drogadicción” online es la enfermedad del siglo XXI
20.01.2013
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Foto: EPA
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Un ciudadano chino encargó a “asesinos” de la web el asesinato del personaje de su hijo en un juego informático.
Porque el desocupado Siao Fen de veintitrés años se pasaba todo el
tiempo jugando a las batallas virtuales y su padre se cansó de todo eso. En
China y en otros países asiáticos la dependencia de Internet es un problema muy
grave. En Rusia por ahora no son tantos los Internet-dependientes, aunque la
computarización y la internetización de la sociedad encierra semejante
amenaza.
Tal método radical del padre puede ser contemplado como un intento
de encontrar comunicación con el hijo e inducirle a buscar un trabajo. Claro que
la tentativa fracasó. Las muertes permanentes de su personaje predilecto no
contuvieron al hijo ni lo entusiasmaron a buscar trabajo. La psicóloga Natalia
Tolstaia explica el fracaso del padre señalando que el padre tenía que tratar
con el hijo cuando aún era un niño, cuando todavía no existía semejante abismo
en sus relaciones:
—En el ser humano hay un centro
de placer. Si uno se lo imagina como un círculo, pues diferentes sectores de ese
círculo muestran aquello con que el hombre puede distraerse a sí mismo. Unos
conducen automóviles, a otros les gusta comer, otros hacen el amor más de lo
necesario o quizás menos, hay quienes leen sin parar, algún inteligente
justifica toda su vida diciendo que estudia y no vive su propia vida, otros
viven vidas ajenas, adoran a alguien y algunos juegan. Todo esto debe ser
sustituido con algo. Hay que ofrecer alguna alternativa, interesar a la persona
con algo. La propia dependencia de los juegos se debe únicamente a la pereza de
los padres.
La indiferencia de los padres o incluso la inculcación a los niños
desde edad temprana la afición por los dispositivos informáticos o móviles
conduce a dificultades no solo en el trato, sino también en el estudio y en la
vida, prosigue la experta. En general, la afición por todos estos dispositivos
no se diferencia mucho de la drogadicción, señala la psicóloga Natalia
Tolstaia:
—Es una dosis de emociones
positivas, después de la cual fluye a la sangre pura química. En efecto, ahora
muchos especialistas y fisiólogos dicen que en este caso se produce una reacción
química similar a la adicción de los consumidores de drogas. A niños de dos y
tres años ya les compran iPads y empiezan a jugar. Allí, cuando uno gana,
resplandecen estrellas, “¡hurra, eres un genio!”. Después, a los siete años el
niño va a la escuela y si responde correctamente a las preguntas, la maestra le
dice excelente. Pero para él esto ya es insuficiente. No suenan las trompetas ni
hay aplausos.
La experta aconseja a los padres y a los amigos de los
“drogadictos” de la nueva generación pasar más tiempo juntos y procurar distraer
su atención hacia algo más interesante, pero de la vida real.
La gente que se consagra a la vida virtual, tarde o temprano,
corre el riesgo de empezar a confundirse en sus distintas vidas y degradar, dice
la psicóloga Natalia Zvéreva:
—Por lo que se refiere a la
dependencia en general, desde luego que tiene grandes aspectos negativos. En
primer lugar, le quita una enorme cantidad de tiempo a la gente, no favorece su
desarrollo físico ni intelectual. Existen problemas precisamente de
Internet-dependencia. Los juegos informáticos no dan al hombre, igual que la
Internet-dependencia en general, la posibilidad de diferenciar correctamente la
realidad y el mundo virtual. Nosotros no podemos prohibirlos. Otra cosa
diferente es que no está muy claro cómo influirá ese mundo virtual, nada
parecido al verdadero, en el comportamiento en el mundo real.
Algunos prefieren vivir su vida virtual, renunciando totalmente a
la vida real. Por ejemplo, en el sur de China un joven murió de extenuación
después de pasar tres días seguidos en un Café Internet. En Pekín, después de
permanecer veintisiete días en otro Café Internet falleció un desocupado. La
muerte de un habitante de Taiwán en un Café Internet no fue advertida por los
otros visitantes del establecimiento, porque incluso después de morir permaneció
sentado en posición de “jugador”. Anualmente, en el mundo se venden más de 1,5
mil millones de dispositivos móviles y esa cifra crece de año en año. Según
datos difundidos por el Ministerio de Comunicaciones, en Rusia hay setenta
millones de usuarios de Internet, o sea más que en cualquier otro país de
Europa. Claro que Rusia va muy por detrás de China, que tiene quinientos
millones de usuarios.
mj/mo/sn
http://spanish.ruvr.ru/2013_01_20/Internet-China-enfermedad-juegos/
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