lunes, 21 de febrero de 2011

Prevención de la drogadependencia

Editorial I
Prevención de la drogadependencia



EXISTE un firme y generalizado consenso acerca de que las estrategias de prevención del consumo de drogas en los países altamente desarrollados producen resultados más beneficiosos y fructíferos que las ofensivas centradas únicamente en la represión o en la penalización de determinadas conductas.
En un todo de acuerdo con esa visión, el Consejo Publicitario Argentino (CPA)ha puesto en ejecución una campaña nacional de comunicación para la prevención de la drogadependencia, que tiende a fortalecer la conciencia de la sociedad respecto de los riesgos derivados de los estupefacientes.
La campaña incluye, a manera de advertencia, una descripción detallada de los efectos neurológicos que produce el consumo de drogas en el organismo humano, así como de los grados de tolerancia y niveles de dependencia física y psicológica que definen la relación del adicto con las diferentes sustancias tóxicas: el opio, la heroína, la morfina, la cocaína, el LSD, la marihuana, los somníferos, el éxtasis, las anfetaminas, el tabaco y el alcohol.
Los daños neurológicos y corporales a que está expuesto el usuario de esas sustancias abarcan un extenso abanico de posibilidades, que va desde la perturbación hormonal, la pérdida del apetito, el sopor y el deterioro general (en los casos de la heroína y la morfina) a la excitación, la hiperactividad, el insomnio y la toxicidad vascular y cardíaca (en lo que concierne a la cocaína).
Entre los efectos de la marihuana se mencionan la euforia, la pérdida de la noción temporal y el severo descenso de las defensas inmunológicas. Las perturbaciones más frecuentes que origina el consumo de LSDson las alucinaciones, las convulsiones, el paroxismo y la sensación de volar. Los somníferos ocasionan fallas de la memoria, estados hipnóticos y pérdida de la iniciativa motriz. El éxtasis genera taquicardia, alucinaciones y suba de la presión arterial. Las anfetaminas acarrean fatiga, hipertensión y anomalías cardíacas.
En la lista de los posibles accidentes por el consumo de algunas de estas sustancias figuran la sobredosis, el cuadro psicótico agudo, el suicidio, el impulso criminal, el coma, la agresividad, la desinhibición extrema, los delirios.
Los porcentajes de adicción alcanzan el nivel más alto en el caso de la cocaína, el alcohol, la marihuana y los tranquilizantes, en ese orden. Le siguen, en proporciones decrecientes, el LSD, los opiáceos, las anfetaminas, los inhalantes, la pasta base, la heroína y el éxtasis.
Las estadísticas que elCPA difunde en su campaña _correspondientes a julio de 1997_ indican que el 66 % de los drogadictos es soltero, el 17,3% está casado o tiene constituida alguna relación de pareja, el 15,4% es divorciado o separado y sólo el 0,9% es viudo. Los datos resultan altamente reveladores cuando se toma en cuenta el nivel de ocupación: el 67,6% de los casos registrados corresponde a personas que no tienen trabajo. La edad de inicio en el consumo se sitúa mayoritariamente en la franja que va de los 15 a los 19 años (40%). El segundo lugar lo ocupa el período que se extiende de los 10 a los 14 años (32%).
ElCPA procura potenciar, en este caso, las estadísticas disponibles sobre el consumo de drogas en la Argentina con el fin de alertar al cuerpo social sobre la amenaza a que está enfrentado.
La campaña constituye un importante aporte a la formación de una sólida conciencia pública en torno del fenómeno de la droga. Asimismo, debería mover a las autoridades a una reflexión sobre la conveniencia de que se incremente en todo lo posible la información estadística sobre los alcances de la drogadicción, a fin de que los programas de difusión y prevención cuenten con la infraestructura necesaria para el cumplimiento de su cometido.

http://www.lanacion.com.ar/104066-prevencion-de-la-drogadependencia

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