sábado, 29 de septiembre de 2012

Adictos y adicciones: el cigarrillo

FEDERICO MÜLLER
viernes, 28 de septiembre de 2012
En este artículo se mencionan algunas prácticas del fumador mexicano, particularmente el habitante del área urbana, reveladas a través de encuestas de opinión; y como contraparte se describen distintas opciones viables que han tenido los gobiernos a su alcance, para desmotivar el consumo del tabaco y liberar de la adicción; varias de ellas están siendo utilizadas en los países desarrollados (PD), y en el mediano plazo han logrado contraer la demanda por el cigarrillo.
Los datos que publica la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican la disminución paulatina, pero continua, del hábito de fumar en los consumidores de los PD, pero desafortunadamente el decrecimiento no ha sido igual en las sociedades que conforman los países atrasados y aquellos con economías emergentes.
La diferencia entre el éxito y fracaso de las políticas públicas antitabaco entre los países, radica en la fortaleza de las instituciones públicas; la democratización imperante en los congresos legislativos; la pertinencia y racionalidad de las regulaciones contra las adicciones; la sólida organización de los grupos civiles y los mayores grados de escolaridad de los ciudadanos.
En el caso de la economía mexicana, y de acuerdo con información que dio a conocer el INEGI, en el período de 1994 a 2004, el número de fumadores se mantuvo sin cambio, se consideró una década estable en que las regulaciones y estrategias gubernamentales lograron que no se incrementara el consumo per cápita, pero tampoco consiguieron bajarlo.
A diferencia de otros trabajos limitados por el horizonte de tiempo, muy corto, el mencionado estudio se puede considerar como de cobertura amplia (10 años), y fidedigno porque fue realizado por un organismo autónomo, y debió cumplir con las exigencias de un proyecto científico en su metodología y levantamiento operativo de la muestra estadística.
En 2010, los hogares que más gastaron en la compra de cigarrillos fueron los estratos pobres, es decir aquellos con menores ingresos salariales. De cada tres consumidores de cigarrillos mayores de 15 años, uno es mujer; la participación femenina coloca a México en una posición muy vulnerable, en la clasificación mundial las fumadoras mexicanas ocupan el segundo lugar en el mundo, por el número y consumo, y la tendencia apunta a competir muy pronto por el primer sitio (Fuente: Tabaquismo en México…CFMR).
Los estudiosos de la medicina epidemiológica y adicciones coinciden en afirmar que las damas tienen mayores dificultades que los hombres para abstenerse de fumar, y si llegan a hacerlo, en el corto o mediano plazo reinciden.
COMPORTAMIENTO DEL FUMADOR
El proceder del fumador es difícil de tipificar o estandarizar, pero de acuerdo a breves entrevistas llevadas a cabo por encuestadores de opinión, los testimonios más escuchados no encuentran una lógica económica y mucho menos del cuidado de la salud, que trate de explicar o tal vez justificar el comportamiento adictivo.
Casi todos los fumadores reconocen que su adicción al tabaco les traerá problemas de salud en el futuro inmediato, y están conscientes que los fumadores pasivos también ponen en riesgo su salud por la exposición voluntaria o forzada al humo que desprende el cigarrillo encendido. Pero, aun con esa información, no abandonan el vicio.
Otro testimonio también muy escuchado del fumador, es el ingreso que percibo, es inferior al salario mínimo, pero a pesar de ello, fumo. Sé que es una manera de quemar el dinero, pero es mi dinero y considero que tengo derecho a gastarlo en lo que mejor me plazca.
Con los argumentos escuchados cualquier tipo de política pública anti adicción fracasa; de ahí que es más racional la educación entre los niños y los adolecentes para prevenir los malos hábitos.
REGULACIONES ANTITABACO
Las regulaciones de los gobiernos para disuadir a los fumadores de dejar de consumir tabaco han sido variadas e ingeniosas, algunas sobresalen por su creatividad, que evidencian un gran conocimiento de la sociedad a la cual gobiernan. Por lo desafiante y avanzado de las leyes, el régimen gubernamental australiano ha marcado un hito en cuanto a estrategias anti marketing del cigarrillo.
Estará obligando, en corto plazo, a las compañías cigarreras que compiten por el mercado de la austral isla, a comercializar sus productos con paquetes y envoltura homogénea; el cliente no puede discriminar su compra por marcas y colores, las cajetillas son todas de color verde, dejando algunos espacios cubiertos con fotografías sugerentes sobre los males que causa el hábito de fumar.
Tal vez sin proponérselo, los hacedores de esa política pública hicieron posible la materialización de uno de los supuestos más teóricos de la competencia perfecta, el manejar bienes iguales, sin diferencias en sus presentaciones comerciales.
Se pretende que el comprador no identifique su marca predilecta y con ello renuncie o al menos posponga la compra. Es una estrategia antimercado, muy socorrida en los años 60 del siglo XX en los países de la URSS, cuando para el ciudadano medio era lo mismo las compras a granel que por caja o paquete en los establecimientos comerciales.
Para apuntalar la venta en serie de cajetillas, los comerciales y promociones de las empresas cigarreras no se permiten en los medios de comunicación nacionales, quedan marginados de la programación por los mensajes subliminales que mandan al televidente o radioescucha en pro del consumo. Las reacciones de las tabacaleras que controlan el mercado internacional del cigarro, por supuesto, han sido de rechazo a esa novedosa política pública antinicotina.
Las multinacionales han apelado a la protección de la propiedad intelectual, por los recursos que han invertido en tecnología y publicidad del producto. Los efectos en la incidencia del consumo o adicción al cigarro se apreciarán en el mediano y largo plazo.
Otras medidas para restringir el consumo del tabaco se han enfocado a delimitar los espacios físicos que el fumador solía frecuentar, bares, restaurantes, y cafés prohíben fumar dentro de sus instalaciones. Algunos negocios han suavizado las restricciones, permitiendo el consumo en terrazas al aire libre o en sitios cerrados exclusivos para fumadores.
http://www.eldiariodecoahuila.com.mx/notas/2012/9/28/adictos-adicciones-cigarrillo-318430.asp

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