sábado, 22 de diciembre de 2012

ALCOHOL Y DROGAS:
CÓMO ENFRENTAR LA ADICCIÓN EN LA EMPRESA





Casi un tercio de los trabajadores hospitalizados por accidentes del trabajo ha consumido algún tipo de droga en las 48 horas previas. Implementar programas de prevención del consumo en el trabajo es una inversión que genera buenos dividendos, tanto para los empleados como para la propia organización.
Pese a que muchas empresas chilenas tienen extintores de incendio y seguros contra eventuales catástrofes, muy pocas cuentan con un programa de prevención de drogas. El problema es que "la droga también puede convertirse en un gran siniestro para una empresa".

Con esta advertencia el psiquiatra Rolando Chandía, consultor internacional en adicciones y miembro de la Sociedad Mundial de Psiquiatría, sensibiliza a los gerentes de empresas respecto a la necesidad de implementar políticas antidrogas.

Según los resultados de los tres últimos estudios del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace), 17 de cada cien personas que trabajan han consumido algún tipo de droga.

"Las empresas todavía están preocupadas de su producción y de la competencia, pero no se dan cuenta de que los trabajadores que consumen droga, dependiendo del nivel de su adicción, rinden hasta 70% menos", precisa el doctor Chandía. A esto se suma que hay mayores probabilidades de causar y sufrir accidentes que demanden hospitalización y tratamientos.

A la luz de los antecedentes que recoge en su consulta, Chandía precisa que en estos dos últimos años hay dos nuevas realidades en las empresas: los traficantes actúan tanto al interior de éstas como en su entorno.

"Tengo la idea de que sabemos lo que nos está pasando y hemos focalizado nuestras acciones en educación en colegios y comunas. Pero hemos dejado sin ningún tipo de intervención al grupo más vulnerable y afectado, que es el del ámbito laboral", advierte el psiquiatra.

En 1998, en el Hospital del Trabajador decidió someter a pruebas de doping a todos los trabajadores que fueron internados, es decir, uno de cada diez accidentados. Los resultados demostraron que el 30% de los varones y el 20% de las mujeres dio positivo en los exámenes, tanto por consumo de drogas legales como ilegales.

"Las drogas todavía tienen efectos en la conducta de la persona 24 a 48 horas después de haberlas consumido", precisa el doctor Chandía. El problema no es menor si se considera que el país pierde seis mil millones de dólares al año como consecuencia de accidentes del trabajo asociados al consumo de estupefacientes.

De hecho, el psiquiatra precisa que muchos y conocidos accidentes laborales en el país han ocurrido a causa de personas que han estado bajo el efecto de drogas, legales e ilegales, situación que ha permanecido oculta para poder cobrar las indemnizaciones por catástrofes.

A través de los años, el doctor Chandía ha creado nomenclaturas que facilitan la identificación del problema. Así, por ejemplo, los principales problemas del adicto asociados al ámbito laboral se relacionan con las cuatro "C": calidad, cantidad (productividad), competitividad y clima laboral. En tanto que los indicadores habituales de la presencia de un problema de consumo son las cuatro "A": ausentismo, atrasos, accidentes y adicción.

Los adictos no van a pedir ayuda. Por eso, una persona en esa categoría, que trabaja en una empresa en donde el tema no se reconoce ni tiene planes para abordarlo, seguirá con su problema en secreto.

De allí la importancia de generar políticas de prevención y las condiciones necesarias para afrontar el tema al interior de las empresas. "Ningún adicto va a pedir ayuda si no hay un programa que genere el clima propicio para hacerlo", precisa Chandía.

De lo contrario, advierte el profesional, el destino para todo adicto está bajo la ley de las cuatro "C": cesantía, clínica, cárcel y cementerio...

La importancia de una Política Antidrogas

Tan prácticos y exactos son los estadounidenses, que han logrado establecer que por cada dólar invertido en prevención, retornan tres en productividad.

Para el psiquiatra Rolando Chandía, un buen programa de prevención de adicciones en la empresa debe seguir seis pasos, que se sintetizan bajo el acróstico PAISES: una política escrita, asistencia y ayuda al trabajador y su familia, identificación y detección de drogas, la sensibilización de todos los niveles de la organización y el entrenamiento de supervisores capaces de detectar el problema.

"El punto más importante es la capacitación de supervisores, una tendencia que se está dando en las grandes empresas chilenas", precisa el especialista.

La idea es entrenar a personas capaces de reconocer señales visibles de adicción a través del comportamiento y el rendimiento laboral. Además, se les entregan las herramientas necesarias para que sepa cómo afrontar el tema, conversarlo con el afectado y sus superiores, y ofrecerle el tratamiento más indicado. Más tarde se encargará de hacer un seguimiento para ver cómo evoluciona el empleado.


Fuente: Cristián M. González S., El Mercurio, domingo 19 de agosto de 2001.

 http://www.asimetcapacitacion.cl/alcohol_drogas.htm

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