jueves, 25 de noviembre de 2010

Como hablar con su hijo sobre las drogas


Así como vacuna a sus hijos contra enfermedades como el sarampión, también es necesario "inmunizarlos" contra el uso de drogas brindándoles información antes de que se vean expuestos a dicha sustancia.
Cuando los niños no se sienten cómodos hablando con los padres, es posible que busquen respuestas a sus inquietudes en fuentes que, por lo general, no son muy confiables. Si los niños no reciben la información adecuada, el riesgo de que se involucren en comportamientos peligrosos y de que experimenten con drogas es mayor.
¿Qué debo decirle a mi hijo?
De edad preescolar a 7 años
Antes de ponerse ansioso por tener que hablarle a sus hijos, tome coraje. Usted probablemente ya haya sentado las bases para una conversación. Por ejemplo, cuando le da a su niño un medicamento para la fiebre o un antibiótico, tiene la oportunidad de hablar sobre los beneficios y el uso adecuado de estas drogas. En ese momento, usted le está proporcionado un contexto que le indica cómo hacer uso de las drogas de una manera responsable. Estos también son años en los que su pequeño observa atentamente su comportamiento y acepta las pautas que usted le proporciona.
También es el tiempo ideal para comenzar a aprovechar los "momentos de enseñanza". Si usted ve a un personaje, en una cartelera o en la televisión, que está fumando, hable con su hijo sobre los cigarrillos, la adicción a la nicotina y sobre los efectos del tabaco en el cuerpo de una persona. Esto puede generar una conversación acerca de otras drogas y sobre el daño que causan.
El tono de estas conversaciones debe ser calmo. También es una buena idea presentar el concepto utilizando términos que usted sabe que el niño podrá entender. Sea específico acerca de los efectos de las drogas: cómo hacen sentir a la gente que las usa, el riesgo de tomar una dosis excesiva y los daños permanentes que la droga causa a largo plazo. Para poder darle a los niños datos concretos, deberá estudiar un poco sobre el tema antes.
De 8 a 12 años de edad
A medida que los niños crecen, es posible iniciar una conversación con ellos preguntándoles qué piensan sobre las drogas. Si formula las preguntas sin emitir un juicio de valor y mostrándose abierto al respecto, recibirá una respuesta más honesta de su hijo.
Éste es un período en el cual los niños todavía desean hablar abiertamente con sus padres sobre temas delicados. Si establece un diálogo a esta edad, será más fácil que las vías de comunicación entre usted y el niño se mantengan abiertas a medida que su hijo crezca y esté menos propenso a compartir pensamientos y sentimientos tan abiertamente con usted.
Aunque su pregunta no desencadene inmediatamente en una plática, usted ha hecho que sus hijos se queden pensando en el tema. Si usted le muestra a sus hijos que está dispuesto a discutir abiertamente el tema y a escuchar su opinión, ellos estarán más dispuestos a acercarse a usted para obtener ayuda o consejos en el futuro.
Las nuevas tendencias, como el uso de esteroides en los deportes profesionales, pueden ser un tema interesante para iniciar una discusión informal sobre eventos actuales. Estas charlas pueden proporcionarle a sus hijos información sobre los riesgos del consumo de drogas.
De 13 a 17 años de edad
Es muy posible que a esta edad sus niños conozcan a otros niños que usan, o abusan, de las drogas o el alcohol. Probablemente tengan amigos y conocidos que ya conduzcan. Ellos están a veces más dispuestos a expresar sus pensamientos o concierne acerca de iguales que experimentan o utilizan drogas. Estas conversaciones son una gran manera de comprender los pensamientos de su niño y sentimientos acerca de este asunto.
Es también importante hablar con sus hijos del peligros de utilizar drogas que implica conducir bajo la influencia del alcohol. Hábleles del aspecto legal -tiempo que deben permanecer en la cárcel o las penalidades monetarias por conducir intoxicados- y de la posibilidad de que ellos u otra persona resulte seriamente lesionada o que muera.
No sería una mala idea si estableciera por escrito las condiciones a las que sus hijos se deben remitir cuando salen y utilizan un vehículo. Usted puede prometer recoger a sus hijos a cualquier hora (aunque sean las 2:00 AM) sin hacer ningún tipo de preguntas si ellos le hablan porque vieron que la persona que conducía había estado consumiendo alcohol o drogas.
El contrato también puede incluir otras situaciones. Por ejemplo, si usted se entera de que alguien ha usado drogas o ha estado bebiendo alcohol en su automóvil mientras sus hijos conducían podría no dejarlos conducir por 6 meses. Si todos estos temas y situaciones se discuten desde un principio, no habrá sorpresas ni mal entendidos acerca de lo que usted espera de ellos.
Sentar buenas bases
No hay padre, niño o familia que sea inmune a los efectos de la droga. Muchas veces, hasta los mejores niños pueden tener problemas de drogas. Aun cuando han hecho todo lo posible por evitarla y cuando han tenido a su disposición la ayuda y el consejo de sus padres.
Sin embargo, ciertos grupos de niños tienen una mayor predisposición a usar drogas. Los niños que tienen amigos que consumen drogas tienen más probabilidades de drogarse. Los niños que, por una razón u otra, se sienten socialmente aislados pueden inclinarse hacia el uso de drogas. Por lo tanto, es muy importante que sepa quiénes son los amigos de su hijo y sus padres. Involúcrese en la vida de sus hijos. Si la escuela de su hijo tiene un programa de lucha contra las drogas, involúcrese en éste. ¡Es muy probable que aprenda muchas cosas! Preste atención a cómo se sienten sus hijos y recuérdeles que usted siempre estará disponible para escucharlos sin emitir juicios de valor. Sepa identificar cuándo sus hijos están pasando por un momento difícil de manera que les pueda brindar su apoyo o buscar ayuda especializada.
Un ambiente familiar abierto y acogedor donde los niños se sientan cómodos de hablar sobre lo que sienten, donde los logros se elogien y donde se refuerce y enfatice la formación de la autoestima, hará que los niños se sientan cómodos de acercarse a sus padres con preguntas y preocupaciones. Cuando los niños son censurados en sus propias casas, deciden buscar apoyo y respuestas a sus importantes preguntas fuera de su núcleo familiar.
Actualizado y revisado por: Michele Van Vranken, MDFecha de revisión: octubre de 2008

No hay comentarios:

Publicar un comentario