jueves, 20 de agosto de 2009

La noche y nuestros jóvenes




Escalofriante, pero no exclusivo de Mendoza. Pasa en todo el País.

Así concluye un informe oficial basado en los dichos de los propios jóvenes mendocinos:
En la noche se "naturaliza" la violencia y crece el consumo de drogas y alcohol.

Piden llamar a un “Pacto por la Noche”.

"Se toma, se toma mucho. Yo tomo dos cervezas y un litro de vino entre tres".

"Influye el ambiente, en otros lugares se consume mucho éxtasis, mucha pastilla". "El problema no es el patovica, es entre dos flacos en un boliche y viene el patovica y cuando los saca ahí se arma".


"Los documentos falsos se consiguen. Yo conozco gente que los hace. Los pibes no tienen drama, tienen todo falsificado". Estos testimonios fueron aportados por jóvenes de entre 18 y 25 años que participaron de un grupo focal realizado por miembros del Consejo Asesor de Políticas de Seguridad Pública para elaborar el informe Diversión Nocturna de jóvenes, diagnósticos y propuestas.
El consumo de alcohol y droga, y el ejercicio "naturalizado" de la violencia son las conductas que más preocupan a los miembros del Consejo Asesor. El estudio tuvo por objetivo elaborar un diagnóstico referido a los medios y espacios de diversión nocturna de adolescentes y jóvenes y también sobre las políticas que los regulan, para poder formular propuestas que impliquen una mirada integral del problema.
En el informe elaborado, los miembros del Consejo Asesor de Seguridad, destacan el incremento de prácticas violentas, el consumo de alcohol y drogas durante la noche por parte de los jóvenes.
Explican también que "en la actualidad los patrones de diversión nocturna de las grandes ciudades parecen apuntar mayormente hacia el consumo como principal medio de utilización del tiempo libre" y agregan: "En este contexto comenzaron a ser cada vez más frecuentes los hechos de violencia, los escenarios de conflictividad social y los problemas de inseguridad. Paralelamente, el predominio de los mercados fue erosionando las redes de seguridad de la salud pública y debilitando de manera paulatina las estructuras sociales de contención de la juventud".

Un nuevo trago bautizado como "jarra atómica", compuesto por bebidas blancas, un poco de jugo de fruta y el medicamento clonazepán, se convirtió en la última diversión peligrosa consumida por adolescentes con buena posición económica, en boliches del área metropolitana.

Alcohol y drogas En el informe destacan que "el consumo de drogas y alcohol y la violencia también ocurren en otros ámbitos públicos y privados, tales como la casa de particulares e incluso en las plazas y las esquinas; muchas veces los barrios de Mendoza son el escenario de disputas, peleas y hasta enfrentamientos armados entre jóvenes drogados o alcoholizados. Otra dimensión de esta realidad la representan los accidentes de tránsito que ocurren como consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas durante las horas previas y posteriores al ingreso a los boliches" y agregan: "El consumo de alcohol, en dos años, pasó de un 58,7 por ciento a un 62,4 por ciento, el de marihuana aumentó del 5 a un 7,5 por ciento, la cocaína de 2,8 a un 3,2 por ciento, el éxtasis 0,7 a un 1,1 por ciento". La previa En el estudio explican los miembros del Consejo Asesor que "las viviendas de familia encabezan los lugares en los que los jóvenes beben antes de salir a divertirse, a ella le siguen los restaurantes y bares y los minimarkets" y especifican que "Las bebidas que más se consumen son cerveza en primer lugar, luego fernet, vino o bebidas blancas y mezclas. Los jóvenes no ven bien la regulación del horario de entrada a los boliches: "El problema más que la salida es la entrada porque se apuran a llegar rápido por el horario de cierre". Esto complica la situación porque muchos jóvenes conducen, habiendo hecho "la previa" antes de ir al boliche y señalan que "un estudio reciente revela que los jóvenes adultos entre 25 y 30 tienen una mayor tendencia a conducir luego de haber ingerido niveles de alcohol altos" No sucede lo mismo con chicos de entre 18 y 25 años, quienes tendría más claro los problemas que trae manejar alcoholizado. Más allá de molestarse con horarios de entrada i salida a los boliches, algunos jóvenes admiten que es bueno la venta de alcohol tenga un horario definido y que se cumpla La ilegalidad de los after La salida del boliche también representa un problema para los jóvenes que salen a divertirse. Gastón Bustelo - gbustelo@losandes.com.ar
"Por un lado porque muchos buscan seguir la noche. Surge así el fenómeno de los After Hour, denominándose así a los lugares de consumo de bebidas alcohólicas que permanecen abiertos durante toda la noche". En el informe explican que "Este patrón se ve alentado por el actual horario de cierre de los boliches y la búsqueda de alternativas de diversión que ocurre luego de las 5:30 de la mañana. Los After Hour son bares que los fines de semana funcionan clandestinamente como boliches - en realidad están registrados por bares o locales de comidas - y en los que los jóvenes permanecen hasta las ocho de la mañana o más aún. El mayor problema que hoy representan es su ilegalidad y el hecho de no estar preparados para la actividad que realizan. Por otro lado, al igual que a la entrada, la salida masiva de los locales de diversión nocturna incrementa los hechos violentos". Documentos truchos Los miembros del Consejo Asesore que elaboraron el informe y entraron en contacto con los jóvenes y sus medios de divertirse durante la noche señalan que "Otra de las aristas poco visible del ingreso a los locales de diversión nocturna es la situación de los menores de 18 años quienes, por la normativa vigente, no tienen acceso a los mismos. Por un lado, a pesar de que los controles efectuados por las autoridades competentes se centran mayormente en este punto, se detectó que es habitual el uso de documentación falsa para burlar esta norma. En este sentido, algunos jóvenes entrevistados manifestaron que las credenciales adulteradas son de uso frecuente y que, incluso, existen personas que se dedican a proveerlas. A esto se suma el ingreso basado en la afinidad o grado de conocimiento que el personal de seguridad nocturna tiene con el menor en cuestión, en muchos casos de detectó que existen ingresos basados en este criterio". El escenario que han descripto los miembros del Consejo Asesor no es alentador: drogas, violencia, alcohol, lugares ilegales que fomentan el consumo de alcohol, documentos falsificados y una gran falta de controles, hacen que muchos padres queden con miedo cuando los chicos por la noche sueltan la frase: "chau, me voy".
Entre las propuestas alternativas que elaboró el Consejo Asesor de Seguridad señalan como ejemplo lo que se realizó Gijón (España) en donde se habilitaron lugares para que los jóvenes realizaran actividades que no podían hacer durante el día en piletas, gimnasios y bibliotecas. Destacan también la experiencia del Kiosco Juvenil que funciona desde hace 11 años en el partido bonaerense de La Matanza. "Al mismo asisten alrededor de cuatrocientos jóvenes los viernes, sábados y domingos por la noche y a los cuales se les brindan, entre otras propuestas, talleres y charlas orientadas a informar y prevenir en torno a distintas problemáticas", señalan en el informe. También proponen medidas normativas y de educación y concientización. Además consideran que es indispensable que los jóvenes participen del "diseño de las distintas actividades, proyectos, programas y planes que surjan en base a las presentes propuestas de políticas".

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