El polémico dóping mental para estudiar, en auge
Utilizar drogas legales se convirtió en un hábito que se extiende entre los universitarios, según reveló una reciente encuesta realizada por la revista New Scientist. El 38% reconoció haber ingerido, por lo menos una vez, algún estimulante cognitivo, mientras el 92% admitió que lo tomaría de nuevo
La mayoría de nosotros desearía poder alcanzar siempre su mayor rendimiento mental. Para ellos podríamos tomar una taza de café, para permanecer alertas, o salir a correr para sentirnos mejor. Y por eso, ¿qué tendría de malo tomar una pastilla para conseguir el mismo efecto?
Las llamadas drogas para el mejoramiento cognitivo son medicamentos que se prescriben para tratar afecciones médicas, pero que también son conocidas por su efecto para mejorar la memoria y la concentración. Mucha gente las compra por Internet, aunque esto es riesgoso porque no se sabe lo que se está comprando.
Tampoco se sabe casi nada sobre su efecto a largo plazo en el cerebro de la gente sana, en especial en el de los jóvenes. Pero algunos científicos creen que podrían tener un papel benéfico en la sociedad, si es que se las regula adecuadamente.
En la encuesta, la gente reconoció haber tomado modafinilo, usualmente prescripto para desórdenes del sueño; metilfenidato (popularmente conocido por su nombre comercial Ritalina); y la combinación anfetamina/dexanfetamina, utilizada para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
El rango de experiencias impacta, y para comprobar esto basta con el testimonio de un participante: "Me ayuda a aumentar mi concentración. Puedo estudiar un tópico durante seis horas, algo que en condiciones normales me hubiera aburrido hasta las lágrimas en sólo dos horas". Mientras que otro estudiante escribió: "No me ayudó en nada, pero me sentí ansioso y excitado, no me pude sentar tranquilo hasta 15 horas más tarde".
Sin embargo, cuando se le preguntó sobre el potencial impacto en la sociedad, la gente mostró preocupaciones más allá del tema de la seguridad. Advirtieron que las drogas podrían crear una educación de dos niveles, en la cual algunos pudieran solventarse las drogas y otros no. Y además manifestaron preocupaciones más amplias, como que "la sociedad ha llegado a un punto en el que tenemos que tomar estimulantes para funcionar. Algo que demuestra que ésta es una sociedad que ha colocado el rendimiento por encima de la felicidad y la salud".
Por su parte Laurie Pycroft, estudiante de la Universidad de Oxford, explicó su experiencia con el modafinilo. "Lo he tomado pocas veces, principalmente por su habilidad para aumentar mis horas en vela y para permitirme concentrar y estar despierto durante largos períodos de tiempo. No lo tomo muy a menudo, pero me resulta muy útil si quiero estar despierto durante 30 horas cuando trabajo en un ensayo”, aseguró la joven.
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