Alcoholismo, problema hereditario
Por: Karina Galarza Vásquez, Viernes, 03 de Julio de 2009
Diversos estudios han revelado que la predisposición al alcoholismo está asociada con la herencia, más que por la influencia del entorno social o campañas publicitarias.
Así, los hijos de personas adictas al etanol corren riesgo 3 a 4 veces mayor de padecer la enfermedad.
Investigaciones realizadas en diferentes países coinciden en que el peligro de desarrollar dependencia al alcohol viene de familia.
“En efecto, es padecimiento que, de acuerdo con estudios genéticos, tiene su origen en factores hereditarios.
Además, se ha observado que se presenta con mayor frecuencia en la población masculina”, informa la Dra. Teresita Romero Ogawa, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), en la zona central de la República Mexicana.
Al respecto, el Dr. Ernesto Lammoglia refiere en su libro Las familias alcohólicas que algunas veces el componente hereditario parece estar oculto por el hecho de que los padres o abuelos nunca consumieron alcohol.
Cualesquiera que sean las razones (de origen religioso, médicas o sociales) que impidieron beber a la generación anterior, también contuvieron la posibilidad de mostrar su vulnerabilidad a la sustancia en cuestión.
Enfermedad en ascenso El alcoholismo se ha convertido en enfermedad que ataca a 6% de los mexicanos, y en el caso de la población mayor de 26 años, “se ha reportado que mantiene la misma tendencia que en Estados Unidos”, refiere la Dra. Romero Ogawa.
En México, la falta de programas para atender la adicción a las drogas y alcohol genera que sea “muy limitado el número de pacientes que acceden a tratamiento, y cuando lo hacen ya ha pasado demasiado tiempo y se tienen pocos resultados”, refiere la Dra. María Elena Medina Mora, directora de Investigación Epidemiológica y Psicosocial del Instituto Nacional de Psiquiatría de la Secretaría de Salud (Ssa).
Asimismo, la especialista destaca que, a diferencia de la dependencia a las drogas, el alcoholismo tarda tres años en promedio en ser asumido y discutido en el ámbito familiar, es decir, se sigue negando tanto por los pacientes como por sus seres queridos.
Más aún, las estimaciones indican que puede requerir hasta 15 años para ser asumido como una adicción o enfermedad.
Genética del alcoholismo El Dr. Ernesto Lammoglia advierte que la herencia alcohólica se percibe más como “debilidad en la fibra moral”.
Sin embargo, “es un mito que los alcohólicos tienen voluntad débil o son egoístas. Esta adicción sí es de familia y se transmite genéticamente, no por la mente o el ambiente en que el individuo se desenvuelve, sino por la química del cuerpo, y como todas las cosas heredadas, se manifiesta sin distinción de raza, religión, situación económica o grupo étnico”.
En un estudio realizado en 1973, el médico estadunidense Donald W. Goodwin encontró que los hijos de padres alcohólicos tenían propensión tres veces mayor a sufrir el padecimiento.
Cabe destacar que la investigación se efectuó con adultos que habían sido adoptados por familias de no alcohólicos, y también se comprobó que los problemas mentales no causan la dependencia.
La especialista en Genética egresada de la BUAP explica que los genes del alcoholismo tienen valor predictivo, al igual que en la diabetes, que surge con factores ambientales.
Por tal motivo, se está buscando la forma de prevenirlo mediante la detección de lazos familiares y ambientes de riesgo, pues es más fácil eliminar condiciones favorables a la dependencia al etanol, así como evadir condiciones que faciliten que la influencia de dichos genes salga a flote.
En su libro Alcoholismo: La herencia genética, la escritora estadunidense Kathleen Whalen Fitzgerald apoya fuertemente el argumento de que la dependencia al alcohol no solamente es una enfermedad, sino que pasa de una generación a otra a través de la herencia.
Así, la adicción que nos ocupa se ha clasificado como un padecimiento de dos tipos: el primero o no familiar, que presenta casos esporádicos de inicio en la edad adulta, y el segundo o hereditario, que es poligénico (de varios genes) y que se manifiesta a edad temprana y de manera muy fuerte.
“En nuestro genoma hay polimorfismos, es decir, marcadores específicos de ciertas secuencias genéticas plenamente identificadas y asociadas al alcoholismo.
Quienes los tienen están en riesgo de desarrollar la adicción”, advierte la Dra. Romero Ogawa.
Si bien cualquier sector de la sociedad puede ser vulnerable a las adicciones, se ha detectado en el caso del alcoholismo que 60% de casos están vinculados a factores de herencia, “ya que se considera que si en la familia se tienen antecedentes de adicción a drogas o alcohol esto podría incrementar de 3 a 4 veces el riesgo de desarrollar dependencia”, afirma la Dra. Medina Mora.
No obstante, también reconoce que el maltrato infantil incrementa de 10 a 15 veces el riesgo de desarrollar alguna dependencia, sin olvidar que también ejerce cierta influencia la exposición a un entorno donde se consumen alcohol y drogas.
Peligros Aunque los científicos aún no han señalado algún gen en particular, existe gran cantidad de información sobre la bioquímica de la adicción al alcohol.
Se sabe que el cuerpo del adicto a esta sustancia se ajusta tan bien al etanol que no puede existir sin él, y lo que distingue a la enfermedad del consumo frecuente es la dependencia física, no psicológica.
La Dra. Romero Ogawa comenta que, de acuerdo a estudios epidemiológicos en Ciencias de la Conducta, prevalecen las conductas de riesgo.
Una de ellas consiste en el abuso del alcohol y se presenta cuando se infieren tres o más dosis de cualquier tipo de bebida, independientemente de que el consumidor se embriague o no.
Por otra parte, explica que el consumo de alcohol durante el embarazo daña el sistema nervioso central y afecta el desarrollo de estructuras craneoencefálicas, esto sin importar la frecuencia ni la cantidad de la ingesta.
Estos datos han demostrado que una primera causa de retraso mental prevenible en México es el consumo de alcohol en gestantes, ya que éste atraviesa la barrera placentaria.
En este sentido, los especialistas han enfatizado la importancia de identificar los factores de riesgo e informar a la población para que esté consciente de los mismos.
Lo anterior permitirá que asuma actitud responsable y busque ambientes favorables que no influyan en su predisposición al alcoholismo.
Fuente: http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=321007
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