miércoles, 22 de julio de 2009

También influye en lo laboral: Los juegos de azar; el jugador patológico y las épocas de crisis....


Ludopatía

Nombres alternativos Juego patológico o ludomanía; Juego compulsivo; Adicción al juego
Definición
Es el hecho de ser incapaz de resistir los impulsos a jugar, lo cual puede llevar a graves consecuencias personales o sociales.
Causas, incidencia y factores de riesgo
La ludopatía generalmente empieza a comienzos de la adolescencia en los hombres y entre los 20 y 40 años en las mujeres.
La ludopatía a menudo involucra comportamientos repetitivos. Las personas con este problema tienen dificultad para resistirse o controlar el impulso a jugar. Aunque comparte características del trastorno obsesivo compulsivo, la ludopatía probablemente es una afección diferente.
En las personas que desarrollan ludopatía, el juego ocasional lleva al juego habitual. Las situaciones estresantes pueden empeorar los problemas del juego.
Síntomas
Las personas que sufren de ludopatía muchas veces se avergüenzan de ello e intentan que los demás no se enteren de su problema. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association ) define a la ludopatía como el comportamiento que consta de cinco o más de los siguientes síntomas:
Cometer delitos para conseguir dinero para jugar
Sentirse inquieto o irritable al tratar de jugar menos o dejar de jugar
Jugar para escapar de los problemas o de sentimientos de tristeza o ansiedad
Apostar mayores cantidades de dinero para intentar recuperar las pérdidas previas
Haber tenido muchos intentos infructuosos por jugar menos o dejar de jugar
Perder el trabajo, una relación u oportunidades en sus estudios o en su carrera debido al juego
Mentir sobre la cantidad de tiempo o dinero gastada en el juego
Necesidad de pedir dinero prestado para sobrevivir debido a las pérdidas ocasionadas por el juego
Necesidad de apostar cantidades cada vez más grandes de dinero para sentir excitación
Pasar mucho tiempo pensando en el juego, como experiencias pasadas o formas de conseguir más dinero con que jugar
Signos y exámenes
Se puede utilizar la historia y la evaluación psiquiátricas para hacer el diagnóstico de la ludopatía. Las herramientas de detección, como las 20 preguntas de Gamblers Anonymous, pueden ayudar con el diagnóstico.
Tratamiento
El tratamiento de las personas con ludopatía comienza con el reconocimiento del problema. Dado que la ludopatía se asocia a veces con la negación del problema, muchas veces estas personas se niegan a aceptar que están enfermas o que necesitan tratamiento.
La mayoría de los ludópatas comienzan el tratamiento bajo presión ejercida por otros, más que por haber aceptado voluntariamente la necesidad de tratamiento.
Las opciones de tratamiento abarcan:
Se ha encontrado que la terapia conductual cognitiva es efectiva.
Grupos de apoyo de autoayuda, como Jugadores Anónimos (Gamblers Anonymous), un programa de 12 pasos, similar al de Alcohólicos Anónimos (Alcoholics Anonymous ). Los principios relacionados con dejar el hábito (abstinencia) para otros tipos de adicción, tales como la drogadicción y el alcoholismo, también pueden ser de ayuda para el tratamiento de la ludopatía.
Se han realizado unos pocos estudios sobre medicamentos para el tratamiento de la ludopatía. Los resultados preliminares sugieren que los antidepresivos y los antagonistas opioides (Naltrexone) pueden ayuda a tratar los síntomas de la ludopatía. Sin embargo, aún no está claro qué personas reaccionarán favorablemente a los medicamentos.
Expectativas (pronóstico)
Al igual que el alcoholismo o la drogadicción, la ludopatía representa un trastorno crónico que tiende a empeorar sin tratamiento. Incluso con tratamiento, es frecuente comenzar a jugar de nuevo (recaídas). Sin embargo, los ludópatas tienen un muy buen pronóstico con el tratamiento adecuado.
Complicaciones
Las complicaciones pueden abarcar:
Problemas de consumo de drogas y alcohol
Ansiedad
Depresión
Problemas financieros, sociales y legales (incluyendo una bancarrota, divorcio, pérdida del trabajo, ir a prisión)
Ataques cardíacos (a raíz del estrés y la excitación del juego)
Intentos de suicidio
El hecho de obtener el tratamiento adecuado puede ayudar a prevenir muchos de estos problemas.
Situaciones que requieren asistencia médica
La persona debe consultar con su médico o un profesional en salud mental si cree tener síntomas de ludopatía.
Prevención
La exposición al juego puede aumentar el riesgo de llegar a sufrir ludopatía y el hecho de limitarla puede ser útil para las personas que están en riesgo.
Sin embargo, la exposición pública al juego continúa aumentando en forma de loterías, apuestas electrónicas y a través de Internet y los casinos. La intervención ante los primeros signos de ludopatía puede prevenir el empeoramiento de este trastorno.
Referencias Pathological Gambling (DSM-IV-TR #312.31). Moore DP, Jefferson JW, eds. Handbook of Medical Psychiatry. 2nd ed. St. Louis, Mo: Mosby; 2004:chap 132.
Fuente: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001520.htm

LA MENTE DE LAS PERSONAS NECESITAN OXIGENACION PARA NO ENFERMAR

Carlos Bordoni, Couseling Internacional en el Tratamiento de Adicciones en la Universidad de Miami, comentó a La Ciudad que “a lo largo del día, son muchas las ocasiones que existen para implicarse en el juego de azar, todo está al alcance de la mano”.“Lo podemos comprobar con solo salir a la calle y detectar fácilmente agencias de juego, bingos o máquinas tragamonedasEn tiempos donde el cuidado del cuerpo interesa tanto a hombres y mujeres, y el gimnasio o los cosméticos intentan disimular tantas horas de trabajo o estudio, muchos omiten dedicarle a su cerebro una correcta oxigenación que les permita también mantenerse activos intelectualmente.El querer ser primero en cada aspecto donde uno se desarrolla tiene un costo bastante caro. Al respecto, el psicoterapeuta Carlos Bordoni comentó que “el propio stress que genera no poder satisfacer las exigencias establecidas, hace que nuestros pensamientos no se renueven ni transformen”.“Por tal motivo –agregó- la psiquis de la persona necesita oxigenación porque cuando no podemos hacer un alto en nuestras vidas es cuando aparece la enfermedad”.Una de de las enfermedades que más creció en los últimos años a causa del stress mental es la adicción sin sustancias, personas que en forma compulsiva y patológica se vuelcan al juego o las compras, entre otras cosas.que con sus luces y sonidos parecen invitar a una persona a cambiar sus vidas mediante el azar”, aseguró Bordoni.Según explicó el prestigioso psicoterapeuta, ni siquiera se puede estar a salvo dentro del hogar porque “la televisión bombardea con publicidad sobre juegos de azar y sobre los premios que nos esperan en los numerosos concursos”.“Los juegos de azar, aceptados socialmente, siempre disponibles y legalizados, provocaron que ciertas personas que no son capaces de controlar los impulsos de jugar, lo hagan de manera totalmente desadaptativa y problemática, afectando sus relaciones familiares, laborales y sociales”, remarcó Bordoni.Asimismo, se refirió a la “incondicionalidad al juego” que nace en el momento en que la persona se entrega en forma total a su adicción, sin tener la capacidad de programar cuánto tiempo va a jugar ni cuánto dinero va a gastar.Con respecto a cómo es visto un jugador patológico por la sociedad, Bordoni afirmó que “lo consideran como un vicioso, consecuencia de un espíritu egoísta y desconsiderado que hace sufrir a los seres más queridos sólo por procurarse un momento de placer y diversión, pero la realidad dice que es un enfermo, un adicto al juego, y que es una adicción muy fuerte de revertir”.“Afortunadamente las cosas van cambiando y se está generalizando una concepción más realista e integral del problema –enfatizó Bordoni- y la sociedad va entendiendo que el juego es una enfermedad”.Consultado sobre si esta problemática tiene cura o no, el especialista aseguró que, como toda adicción, no existe una curación sino una recuperación. Bordoni sostuvo que “en su enfermedad, el jugador trata de encontrar placer pero se le esfuma de las manos, trata de evitar dolor y lo aumenta; pero a partir de asumir su gran sufrimiento puede enfrentarse a la realidad y ver, desde su sentimiento de desdicha, una crisis, una esperanza”.“Los chinos nombran a la palabra crisis con dos símbolos cuyo significado son: problema y oportunidad; hay un problema que resolver y una oportunidad para cambiar”, remarcó Bordoni.Finalmente, aseguró que una de las peores enfermedades en la actualidad es “el temor al cambio” y que el hombre cree encontrar la solución a esa crisis en distintas adicciones que no implican sustancias.“Algo que hay que remarcar –expresó Bordoni- es la importancia de la familia de cualquier adicto sobre todo del jugador, la cual debe colaborar mucho en su recuperación en calidad de coadictos”.“Por cada adicto hay aproximadamente seis coadictos, es decir el núcleo de familiares y amigos que tienen una relación cercana con el enfermo, y éstos también deberán ser atendidos para aprender el nuevo rol que tienen que asumir para la recuperación del enfermo”, concluyó Bordoni.

Fuente:
http://redcampogrupal.ning.com/profiles/blogs/2227382:BlogPost:262

DIAGNOSTICO
A pesar de ser una enfermedad muy antigua, hasta 1975 no se empezó a estudiarla como tal, siendo en 1979 cuando Morán la define como juego patológico. Su reconocimiento oficial no se produce hasta 1980, cuando la Asociación de Psiquiatría Americana en el Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales, incluye el juego patológico como una de sus categorías dentro de los trastornos del control de impulsos no clasificados en otros apartados (APA, 1980).
En el DSM-IV esta clasificación diagnóstica abarca cinco categorías específicas (trastorno explosivo intermitente, cleptomanía, juego patológico, piromanía y tricotilomanía) La categoría residual está bajo el epígrafe de trastorno de control de los impulsos no especificado, y se incluiría en ella aquellos trastornos del control de impulsos que no cumplen los criterios de un trastornos específicoy una categoría residual.
La OMS coincide practicmamente en su totalidad en lo referido a esta categoría en la clasificación Internacional de las enfermedades mentales (CIE-10, OMS, 1992).
Según el DSM-IV, los trastornos del control de impulsos se caracterizan por un impulso irresistible a realizar actos dañinos y se definen por tres características esenciales: Fracaso en resistir el impulso, deseo o tentación de llevar a cabo algún acto que es dañino para el individuo o para los demás; sensación creciente de tensión o de actyivación antes de llevar a cabo el acto y experiencia de placer, gratificación o liberación en el momento dde consumar el acto.
Para Echeburúa (1992), el DSM-III-R supone un vuelco respecto a los criterios diagnósticos del DSM-III. En la revisada, los criterios para el abuso de sustancias y para el juego patológico son básicamente los mismos si se sustituye el juego por la sustancia adictiva, con un énfasis especial en la pérdida de control.
La diferencia entre una y otra edición radica en subrayar los síntomas fisiológicos como la abstinencia y la tolerancia, que justifican la similitud de este cuadro con las catacterísticas esenciales de la dependencia de sustancias psicoactivas (Lesieur y Heineman, 1988).
El juego patológico, según lo anteriormente citado, podría clasificarse como una adicción no tóxica, pero la categoría de adicciones en el DSM-III-R se limita a las conductas de ingesta de alcohol y otras drogas (Echeburúa y Báez, 1991).
Según el DSM-IV el diagnóstico de ludopatía se estable cuando se cumplen al menos cuatro de las condiciones o características siguientes:
1. Frecuente y creciente preocupación por el juego o por obtener dinero para jugar, con tendencia a rememorar experiencias lúdicas del pasado y a planear nuevas actividades.
2. Jugar con frecuencia mayor cantidad de dinero o por un periodo de tiempo más largo en relación con lo previsto.
3. Necesidad de incrementar el volumen o la frecuencia de las apuestas para conseguir la excitación deseada.
4. Intranquilidad e irritabilidad en caso de no poder jugar o al intantar reducir o dejar el juego.
5. Pérdidas repetidas de dinero debidas al juego y reiteración en la conducta de juego con el propóstio de recuperar las pérdidas.
6. Repetidos esfuerzos infructuosos por abandonar o reducir el juego.
7. Aumento de la conducta de juego ante dificultades psicológicas o sociales.
8. Sacrificio de obligaciones familiares, sociales u ocupacionales para poder jugar.
9. Persistencia en el juego (incapacidad de abstención) a pesar de la imposibilidad de pagar las deudas crecientes o a pasar de otros problemas significativos (sociales, ocupacionales, legales), que la persona sabe que son incrementados por el juego.
Controversia Actual En El Diagnóstico
En el siglo XIX se agrupo al juego patológico, piromanía, cleptomanía y alcoholismo, en las llamadas "monomanías instintivas". Siendo a mediados del siglo XX cuando los manuales diagnósticos a estas mismas categorías las clasifica como en la actualidad, pasando el alcoholismo a ser una adicción, por lo que perdió ese aspecto impulsivo que tanto estigmatiza a estas enfermedades.
Hoy en día todo el mundo reconoce el aspecto adictivo del alcohol, principalmente por el carácter químico que conlleva y por la naturaleza del problema que es similar a la de otras adicciones. Denominando a éstas, drogodependencias con todo lo que conlleva científico y socialmente, no ocurriendo lo mismo con otras, que por no poseer ese aspecto exoquímico, se olvida su naturaleza adictiva, atribuyendo la causa de las mismas al aspecto impulsivo-compulsivo, con la dificultad que conlleva su conocimiento.
Aunque según los manuales diagnósticos del APA y de la OMS el juego patológico es un trastornos de control de impulsos, para la mayoría de profesionales y especialistas en la materia, la ludopatía es una adicción llamada "no tóxica", aunque
hubo un tiempo que por sus similares características con el trastorno obsesivo- compulsivo, se pensaba que era una forma de éste, denominandolo "juego compulsivo".
El mismo problema se está dando en los demás trastornos de la mism categoría y muchos otros trastornos nuevos, que por su complejidad, actualmente son difíciles de clasificar, como son los llamados, compra compulsiva, ciberdependencia, adicción al sexo, etc., e incluso algunos trastornos de alimentación.
Fuente: http://www.cop.es/colegiados/M-13641/

No hay comentarios:

Publicar un comentario