lunes, 20 de septiembre de 2010

alud laboral. Tres de cuatro empleados se han visto afectados por estas dolencias


Quemados, estresados, adictos y fatigados
El estrés que provoca la crisis y el miedo al desempleo han originado la aparición de nuevas patologías profesionales
Las nuevas patologías están vinculadas al trabajo ante el ordenador.
NOELIA ESCARTÍ. VALENCIA "Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos", al menos eso es lo que han debido pensar alguna vez el 74% de los empleados que reconocen que el trabajo ha afectado su salud en algún momento de su vida laboral. Y son mayoría –un 28%– los que reconocen que esa afectación se produce a menudo. Esto es lo que se desprende de una encuesta realizada por la consultora Randstad a 1.182 personas, en la que añade además, que el 24% sufre estrés y el 22% ve afectado su bienestar por culpa del empleo habitualmente. Unas cifras nada alentadoras para los sindicatos y es que tan solo el 26% de los encuestados afirma que el trabajo no le afecta nunca en su vida diaria.Esta alta tasa de afectados indica, según el informe, que las preocupaciones generadas por el trabajo y el estrés relacionado con la situación actual de crisis podrían estar provocando distintos síntomas en la salud de los empleados. De forma paralela, y aunque parezca contradictorio, el miedo a perder el empleo está provocando un descenso del absentismo y un aumento del conocido como "presentismo": mayor presencia en la oficina, aunque no haya aumento de la productividad. De esta manera, surgen nuevas patologías laborales, relacionadas principalmente con la incidencia del estrés. El estrés forma parte de nuestra vida diaria, pero se pueden modificar pequeños hábitos que nos ayuden a sobrellevarlo y que ayuden a reducir las posibles nuevas dolencias. Entre estos hábitos saludables está un descanso mínimo de ocho horas diarias, aprender a delegar tareas tanto fuera como dentro de casa, organizar y priorizar las actividades e intentar no generar más ansiedad de la necesaria tomando decisiones efectivas y rápidas.Pero ¿cómo determinar entonces qué es enfermedad laboral y qué no lo es? Se reconoce como trastorno relacionado con el trabajo a todas aquellos que están reflejados en el sistema de comunicación de la Seguridad Social. Este sistema ha pasado, desde el mes de junio, de 30.000 procesos a más de 300.000, incluyendo así aquellas patologías que no estaban en el catálogo de Enfermedades Profesionales pero que están conectadas directamente con la actividad laboral y cuya causa es el ejercicio de la misma. De esta manera se igualan al mismo grado de protección que tiene el accidente de trabajo. El sistema de comunicación español, implantado hace cuatro años, ha sido catalogado por EUROSTAT como el mejor de Europa.En abril, el Ministerio de Trabajo e Inmigración aportó nuevos datos que confirman una buena tendencia en cuanto a la bajada de la siniestralidad en el trabajo. Lo que preocupa a los sindicatos según Joan Martínez, Secretario de Salud Laboral de CCOO es la ocultación y el subregistro "evidente" que se lleva a cabo en los organismos públicos sobre las patologías de origen laboral y que tilda de "escandaloso". "Es preocupante no solo porque no asumen los datos sino porque la ocultación de los mismos esta impidiendo actuar en el foco del origen", denuncia. A esto hay que añadir el aumento en la falta de medidas de prevención de riesgos laborales en época de crisis que provoca más accidentes laborales.Según el informe existen nuevos riesgos laborales como los problemas de salud derivados de la realización de tareas repetitivas, el trabajo a un ritmo rápido, trabajar con poco tiempo o a niveles de estrés muy altos. En este sentido la percepción de los individuos sobre su ocupación juega un papel fundamental, si creemos que el trabajo que estamos desarrollando, por las causas que sean, puede perjudicar nuestra salud de cualquier forma, entonces posiblemente esto afecte nuestra evaluación sobre la calidad de ese trabajo.

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