El efecto sobre los reflejos, eje del debate
Aún entre quienes defienden la prohibición de manejar, están los que la supeditan a la dosis recibida
La iniciativa oficial para realizar tests de saliva a conductores de vehículos, que, además de detectar drogas ilegales, descubran la presencia de sustancias legales que actúan sobre el sistema nervioso central, fue defendida por varios especialistas consultados por la nacion.
El jefe de Toxicología del hospital Fernández, Carlos Damin, coincidió en que "consumir benzodiazepinas debería ser excluyente para manejar". El especialista consideró apropiado que, "si se controla la alcoholemia, se avance en el control de la presencia de drogas", y destacó que "el consumo de benzodiazepinas constituye la segunda causa de intoxicación atendida en los hospitales porteños, después del alcohol".
En sintonía, Mónica Nápoli, miembro de la Asociación Toxicológica Argentina y médica del hospital Santojanni, sostuvo que, "si bien puede no afectar la conducción regular, utilizar tranquilizantes enlentece los reflejos ante un evento inesperado". Además, recordó, el lanzamiento de esta medida "constituye una buena oportunidad para que la sociedad discuta acerca del alto consumo registrado de estas sustancias".
Negativo
De todas maneras, aclaró, "generalmente, cuando una persona está medicada con bajas dosis de tranquilizantes, estos análisis dan resultados negativos, como sucede cuando se realizan testeos en el ámbito laboral" (ver infografía).
Marcelo Peretta, doctor en Farmacia y Bioquímica y director de la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides, aprobó la medida. "Tanto las benzodiazepinas como algunos antihistamínicos y antialérgicos son medicamentos que producen un estado de sedación, alteraciones de los sentidos [oír menos] e incoordinación motora. En los psicofármacos, la sedación es un efecto secundario de los que llamamos frecuentes, o sea, que se da entre el 5 y el 10 por ciento de los casos", describió.
Quienes se oponen a la limitación que quiere aplicar el gobierno de Macri hacen hincapié precisamente en esa baja incidencia.
"Desde el Colegio de Farmacéuticos de la Capital propusimos, incluso, a la Anmat que obligue a los laboratorios fabricantes de psicofármacos a que indiquen en el envase la prohibición de conducir", agregó Peretta.
Consultado sobre por qué los médicos no suelen aconsejar a los pacientes que dejen de conducir vehículos cuando les prescriben algunas de estas drogas, Peretta recordó que existe una obligación legal de advertir al respecto. "La ley nacional de tránsito, la 24.449, ordena en su artículo 73 a los médicos a advertir a los pacientes cuando un medicamento tenga incidencia negativa en la idoneidad para conducir vehículos", explicó.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1271273
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