EDITORIAL
Droga en las villas, un tema acuciante
La penetración de la droga en las poblaciones marginales y los peligros que ello representa fue denunciado, días pasados por un grupo de sacerdotes que trabajan en villas miseria. Poco después, uno de ellos fue amenazado presuntamente por un narcotraficante, corroborando la gravedad de la situación.
El 3 de abril pasado, el equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia, dio a conocer un documento en el cual sostenían que en las villas la droga está virtualmente despenalizada porque puede tenerse, consumirse y comercializarse sin temor a ser molestado. En ese mismo texto se preguntaban si los funcionarios y jueces conocen esa situación y si han tomado contacto con los habitantes para interiorizarse de la misma.
Días después, el cardenal Jorge Bergoglio denunció que uno de los sacerdotes que había firmado el comunicado había sufrido amenazas.
La denuncia de los sacerdotes explicita una vez más un cuadro conformado por la penetración de la droga en las villas ante la, cuanto menos, inoperancia o tolerancia de las autoridades en todos sus niveles. Esta situación afecta, en primer lugar, a los jóvenes del lugar sometidos al riesgo de caer en la drogadicción o en las redes del delito vinculado al narcotráfico. En segundo lugar, al resto de la ciudadanía que sufre los delitos cometidos por personas bajo la influencia de drogas, que muchas veces delinquen para poder comprarlas.
El debilitamiento de la presencia estatal en las zonas de riesgo alienta la consolidación de circuitos de enfermedad y delito, autodestructivos para los grupos que los sufren, y peligrosos para el resto de la ciudadanía.
Es necesario, por lo tanto, revertir este cuadro con una mayor intervención a través de la escuela, los programas de inclusión social y el trabajo policial. Las autoridades pueden contar con el apoyo de la mayor parte de la población de los barrios carenciados, porque son los primeros afectados por la droga y el delito asociado a la misma.
Curas que trabajan en villas denunciaron la virtual despenalización de la droga en esos lugares. El Estado debe incrementar su intervención a través de la escuela, la inclusión social y la Policía.
Fuente: http://edant.clarin.com/diario/2009/05/02/opinion/o-01909560.htm
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