jueves, 10 de septiembre de 2009

Ideas para un programa de Prevención y de Normativas en alcohol y drogas en el trabajo - Dr. Ernesto Eduardo González


"Cuando se prevén los peligros, y este es el privilegio de los prudentes, pronto se conjuran, pero si desconociéndolos se los deja de crecer de modo que nadie los advierta, son irremediables."
Nicolás Maquiavelo.

Ideas para un programa de Prevención y de Normativas en alcohol y drogas en el trabajo
Por el Dr. Ernesto Eduardo González.


Objetivos y Políticas
El programa apunta a la formación de recursos humanos y a la planificación en los ámbitos laborales de políticas consensuadas entre la empresa y gremios, con criterios orientados a definir normativas claras y aplicables a la detección, tratamiento y recuperación de trabajadores que consuman indebidamente alcohol y drogas.
La formación de recursos humanos busca generar y determinar sistemas de control y detección,
estableciendo programas de educación y promoción de la salud, normativas adecuadas en reubicación y eventuales actos disciplinarios para casos de reincidencia.
Esto debe resultar clave, ya que no se debe esperar la demanda de los trabajadores, se debe buscar la demanda, desde estrategias de información y educación.
El FUNDAMENTO consensuado entre Empresa y Sindicatos generalmente nos indica que es posible realizar una política preventiva en adicciones dentro de un marco que establece fuertes niveles de protección laboral, priorizando la preocupación por sus recursos humanos.
Las normativas legales laborales deben fijar regulaciones para que las empresas públicas o privadas desarrollen políticas y prácticas de trabajo que reduzcan los riesgos de accidentes, ausentismo y todo otro daño al medio laboral en relación con el uso indebido de alcohol y drogas.
Es responsabilidad de las Empresas y de los Gremios proteger la salud de los recursos humanos promoviendo la seguridad y respetando los derechos individuales.
El abuso de alcohol y drogas incrementa las fallas y errores humanos en las tareas, generando serios riesgos para las personas, las instalaciones e incluso el medio ambiente.
Es por ello que es necesario concretizar y establecer una política sobre Alcoholismo y Drogadicción que incluya a todo el personal. (Hay algunas empresas que incluyen a sus empresas contratistas).
Ideas para establecer una política sobre alcohol y drogas en el ámbito laboral
Criterios a establecer:
1- Las Empresas reconocerán que las Adicciones son una enfermedad tratable, biopsicosocialmente.
2- La actitud comprensiva de las entidades laborales hará estimular el establecimiento de una política
preventiva y asistencial en materia de adicciones, ofreciendo servicios de asesoramiento, diagnóstico y tratamiento a través de organismos especializados contando con la orientación de los servicios del medicina del trabajo, la posible creación de Centros Preventivos Laborales, y el apoyo de las entidades gremiales.
3- Para los fines de una política seria en la materia específica, el alcoholismo y la drogadicción además dedefinirse como aquellas patologías por las cuales se interfiere negativamente en el desempeño laboral y perjudica la salud, sino que además resulta sumamente importante la implementación de pruebas y testeos como aplicación de la política.
4- Las Empresas orientarán a sus trabajadores con el fin de obtener tratamiento específico. (Hay muchos ejemplos en esta materia, por ejemplo a través del Servicio Médico de Tenaris Siderca en la Planta Industrial de Campana, o la Empresa ESSO, o YPF-Repsol; entre otras en nuestro país) .
5- La distribución o venta de drogas ilegales está penado y será además sancionado con despido con causa para aquel recurso humano laboral que trafica en el lugar de trabajo. No así quien consuma, al que se considerará dentro de la enfermedad adictiva y por lo cual recibirá el tratamiento adecuado y confidencial. La política en éste sentido deberá ser muy clara al distinguir consumo, tenencia y tráfico. El consumo de psicofármacos prescriptos por un profesional médico deberá guardar relación directa con la seguridad y la responsabilidad de la tarea asignada y por tal motivo informada al servicio médico laboral.
6- Las Empresas llevarán a cabo verificaciones para la detección de alcohol y drogas en sus dependencias. Con ese fin y consensuando con los gremios, podrá implementar una política para que los trabajadores se sometan a los análisis correspondientes. (Hay empresas que además articulan políticas que incluyen no solo a los propios sino a contratados por terceros, y a proveedores que ingresan a sus plantas, como lo realiza Tenaris Siderca en Campana o ESSO etc.)
7- Las Empresas podrán articular acciones preventivo-asistenciales con los organismos nacionales,
provinciales, municipales o entes privados prestigiosos especializados en la temática y que asimismo puedan serle de apoyo, supervisión y consultoría en la concreción de éstas políticas específicas.
Qué objetivos implica establecer esta política en el ámbito laboral:
1- El objetivo principal, ante una realidad que es la epidemia adictiva, será el establecimiento de un
pensamiento maduro.
2- Concientizar a los trabajadores sobre los riesgos y daños que genera la ingesta de alcohol y drogas en la salud biopsicosocial de cada ser humano.
3- El monitoreo del personal que trabaja en las diferentes dependencias en las empresas.
4- La Detección de los casos de consumo de alcohol y drogas en los accidentes de trabajo y en aquellos actos que afecten la seguridad o las relaciones entre los recursos humanos.
5- El tratamiento, la orientación y la supervisión de los afectados por la enfermedad adictiva.
La OIT y el Repertorio de Recomendaciones Prácticas sobre el tratamiento de las
Cuestiones Relacionadas con el Alcohol y las Drogas en el Lugar de Trabajo:
El enfoque de la OIT es participativo en la investigación y difusión de información acerca de los problemas
que acarrea el consumo de alcohol y drogas en el lugar de trabajo.
La OIT ha desarrollado múltiples acciones en esta temática específica, siendo este Repertorio un buen ejemplo de desarrollo para implementación de políticas en los lugares de trabajo, y donde destacamos los siguiente puntos:
Las políticas y los programas en materia de consumo de alcohol y drogas deberían promover la prevención, la reducción y el tratamiento de los problemas relacionados con los problemas de alcohol y de drogas que se plantean en el lugar de trabajo. Se aplica a todos los tipos de empleos, públicos y privados, incluidos los del sector no estructurado. La legislación y la política nacional relativas a éstos problemas deberían establecerse tras consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas.
Los problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas deberían considerarse como problema de salud y, por consiguiente, tratarse sin discriminación alguna, como cualquier otro problema de salud en el trabajo y quedar dentro del alcance de los servicios de salud (públicos o privados) , según corresponda.
Los empleadores y los trabajadores y sus representantes deberían evaluar conjuntamente los efectos del consumo de alcohol y de drogas en el lugar de trabajo y deberían colaborar para elaborar, por escrito, una política para la empresa.
Cuando haya indicaciones de que existen condiciones de trabajo que influyen en los problemas relacionados con el consumo de alcohol o drogas, los empleadores, y en colaboración con los trabajadores y sus representantes, deberían adoptar disposiciones que sean razonablemente factibles para identificar y adoptar medidas de prevención o corrección.
Para evitar toda ambigüedad e incertidumbre en su política, el empleador debería emplear idénticas
restricciones o prohibiciones en materia de alcohol tanto al personal de dirección como a los trabajadores.
Para fomentar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo se deberían llevar a cabo programas de
información, instrucción y capacitación sobre el alcohol y las drogas que deberían, en la medida de lo posible ser integrados en los programas de salud más amplios
Los empleadores deberían establecer un sistema para proteger el carácter confidencial de toda información que le faciliten en lo que atañe a los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas. Habría que comunicar a los trabajadores las excepciones a la confidencialidad que surgen a raíz de principios jurídicos y de ética profesional.
Los análisis toxicológicos para determinar el consumo de alcohol y de drogas en el ámbito de trabajo plantean problemas fundamentales de orden moral, ético y jurídico; de ahí que haya que decidir si es justo y apropiado realizarlos.
La estabilidad que ofrece un empleo es a menudo un factor importante para facilitar la superación de los problemas relacionados con el consumo de alcohol o de drogas. Por ésta razón los copartícipes sociales deberían reconocer el papel especial que el lugar de trabajo puede desempeñar para ayudar a las personas que tiene éstos problemas.
Los trabajadores que quieran recibir tratamiento y rehabilitación para sus problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas no deberían ser objeto de discriminación por parte del empleador y deberían gozar de la seguridad del empleo usual y de las oportunidades de traslado y ascenso profesional.
Debería reconocerse que el empleador tiene autoridad para sancionar a los trabajadores cuya conducta profesional sea impropia como consecuencia de problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas. Sin embargo es preferible que los remitan a los servicios de asesoramiento, tratamiento y rehabilitación en vez de aplicarles sanciones disciplinarias. Si un trabajador no colabora plenamente con el tratamiento, el empleador podrá tomar las medidas disciplinarias que considere oportunas.
El empleador debería aplicar el principio de no discriminación en el empleo a los trabajadores que
consumen o consumían alcohol y drogas, de conformidad con la legislación y los reglamentos nacionales.
Es importante considerar este Repertorio de la OIT en la elaboración de las políticas y programas en materia de prevención y asistencia de las adicciones en el ámbito laboral.
La importante propuesta de la OIT para actuar ante las drogas en el ámbito laboral:
Drogas y empresa: política de intervención.
1- Actuar en la empresa
Las políticas y los programas en materia de consumo de alcohol y de drogas deberían promover la prevención, la reducción y el tratamiento de los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas que se plantean en el lugar de trabajo. Se aplica a todos los tipos de empleos públicos y privados, incluídos en el sector ya estructurado. La legislación y la política nacional relativas a éstos problemas deberían establecerse tras consulta con las organizaciones de empleadores y de trabajadores más representativas.
2- Problemas de salud
Los problemas relacionados con el consumo de alcohol y de drogas deberían considerarse como problemas de salud y , por consiguiente, tratarse sin discriminación alguna, como cualquier otro problema de salud en el trabajo y quedar dentro del alcance de los servicios de salud (públicos o privados, según corresponda) .
3- Una política consensuada
Los empleadores y los trabajadores y sus representantes deberían evaluar conjuntamente los efectos del consumo de alcohol y drogas en el lugar de trabajo y deberían colaborar para elaborar, por escrito, una política para la empresa.
4- Las condiciones de trabajo
Cuando haya indicaciones de que existen condiciones de trabajo que influyen en los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas, los empleadores en colaboración con los trabajadores y sus representantes, deberían adoptar disposiciones que sean razonablemente factibles para identificar y adoptar medidas de prevención o corrección.
5- Actuar con toda la empresa
Para evitar toda ambigüedad e incertidumbre en su política, el empleador debería aplicar idénticas restricciones o prohibiciones en materia de alcohol tanto al personal de dirección como a los trabajadores.
6- Información/ formación
Para fomentar la seguridad y la salud en el lugar de trabajo se deberían llevar a cabo programas de
información instrucción y capacitación sobre el alcohol y las drogas que deberían en la medida de lo posible ser integrados en los progresos de salud más amplios.
7- Confidencialidad
Los empleadores deberían establecer un sistema para proteger el carácter confidencial de toda la información que le faciliten en lo que atañe a los problemas relacionados con el consumo de alcohol y drogas.
Habría que comunicar a los trabajadores las excepciones a la confidencialidad que surgen a raíz de principios jurídicos y de ética profesional.
8- Análisis restringidos
Los análisis toxicológicos para determinar el consumo de alcohol y de drogas en el ámbito del trabajo plantean problemas fundamentales de órden moral, ético y jurídico, de ahí que haya que decidir si es justo y apropiado realizarlos.
9- El empleo: factor protector
La estabilidad que ofrece un empleo es a menudo un factor importante para facilitar la superación de los problemas relacionados con el consumo del alcohol y de drogas. Por esta razón los copartícipes sociales deberían reconocer el papel especial que el lugar de trabajo puede desempeñar para ayudar a las personas que tienen estos problemas.
10- Seguridad laboral
Los trabajadores que quieran recibir tratamiento y rehabilitación para sus problemas relacionados con las drogas y el alcohol no deberían ser objeto de discriminación por parte del empleador y deberían gozar de la seguridad de empleo usual y de las oportunidades de traslado y ascenso profesional.
11- Medidas disciplinarias
Debería reconocerse que el empleador tiene autoridad para sancionar a los trabajadores cuya conducta profesional sea impropia como consecuencias de problemas relacionados con el consumo de drogas y alcohol.
Sin embargo, es preferible que los remitan a los servicios de asesoramiento, tratamiento y rehabilitación, en vez de aplicarles sanciones disciplinarias. Si un trabajador no colabora plenamente con el tratamiento, el empleador podrá tomar medidas disciplinarias que considere oportunas.
12- No discriminación
El empleador debería aplicar el principio de no discriminación en el empleo a los trabajadores que consumen o consumían alcohol y drogas, de conformidad con la legislación y los reglamentos nacionales.
Organización Internacional del Trabajo. Ginebra, 1995.
Informes de la OIT
Los accidentes mortales relacionados con las adicciones se elevaron del 15% al 30% en los últimos 10 años.
Entre un 15% y un 40% de las sanciones disciplinarias guardan relación con el uso indebido de drogas.
Los adolescentes del 70’, hoy adultos, que consumían, hoy pueden persistir (antes marihuana y
alucinógenos, hoy cocaína, benzodiapesinas y alcohol) .
De 1987 a la actualidad el índice del consumo aumentó en empresas argentinas del 3% al 10% (se triplicó) .
Casi el 25% de los desocupados consume alcohol o drogas según el estudio de la Sociedad Argentina de Medicina del Trabajo dependiente de la Asociación Médica Argentina (stress, angustia, frustración, etc.) .
Uno de cada 10 trabajadores está en contacto con el alcohol y /o drogas.
Necesidad de incorporar en las empresas estrategias de detección precoz e intervención temprana.
Para las empresas, las adicciones se entienden como un conflicto que cuesta muy claro, ej.: en EEUU se formó el Grupo Empresario Antinarcóticos integrado por empresas como IBM, Goodyear, GM, Citicorp, etc. las que sostienen pérdidas anuales por adicciones cercanas a los 100 mil millones de dólares. Se calcula en 7200 dólares al año por empleado adicto comparado con el que consume. Se estima que entre el 10 y 40 % del personal consume. En una compañía de 100 empleados con el 20% consumidores, el costo es de 144.000 dólares al año.
En la publicación de "Las Naciones Unidas y la fiscalización del uso indebido de drogas", publicado por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas nos habla sobre:
Las Drogas en el Lugar de Trabajo: Las sociedades pagan un pesado tributo por el uso indebido de drogas tanto en términos económicos como humanos. La mayoría de los consumidores de drogas del mundo tienen de 18 a 35 años de edad, están empleados y llevan su comportamiento al lugar de trabajo. La difusión del consumo de drogas en el lugar de trabajo plantea cierto número de problemas graves. Hay muchas referencias de que los empleados venden y compran drogas en los lugares de trabajo. Los esfuerzos de las personas interesadas y de los directores para detener esas actividades tropiezan a menudo con la violencia y la intimidación. Algunas impresas han recurrido a medidas drásticas de represión, con el propósito de controlar ese elemento criminal, con lo que el empleo de perros adiestrados, cacheos corporales, registros de objetos personales y pruebas con detectores de mentiras está siendo cada vez mas frecuente. La mera presencia de actividad criminal en un medio de trabajo engendra la sospecha tanto por parte de los compañeros de trabajo que desean que esa actividad se detenga como de los propios criminales que temen ser detenidos y procesados.
Además de los aspectos criminales que lleva consigo el uso de drogas en el lugar de trabajo, se considera cada vez más que la disminución de la productividad y los accidentes relacionados con el trabajo son resultados directos del consumo de drogas por los empleados. Ciertos estudios han demostrado que en una nación industrializada, los consumidores de drogas eran un tercio menos productivos, tenían tres veces más probabilidades de sufrir un accidente de trabajo y faltaban al trabajo con doble frecuencia que los empleados que no consumían drogas. El empleado que consume drogas supera el nivel medio de las prestaciones de enfermedad. El empleado que consume drogas supera el nivel medio de las prestaciones de enfermedad. Un trabajo deficiente, combinado con el aumento de los costos de la asistencia sanitaria y una disminución de productividad, aumenta los gastos del negocio para el empresario y puede incluso disminuir la capacidad de la empresa para competir en el mercado. Además los productos y servicios defectuosos crean riesgos de seguridad
y salud para el público.
Es el consumidor quien finalmente sufre el efecto de los costos económicos del consumo de drogas en el lugar de trabajo al comprar mercancías de calidad inferior a precios más altos para compensar el aumento de los gastos de funcionamiento fijados por el empleador o la empresa.
En el caso de empleados relacionados con la seguridad pública, tales como pilotos, conductores de camiones, operarios de los transportes públicos, controladores del tráfico aéreo, operarios de centrales nucleares, etc., es importante justificar la autoentrega del consumidor de drogas a su hábito cuando está en juego la seguridad pública. Además, los Estados no pueden mantener fuerzas armadas ni proteger a sus ciudadanos contra la criminalidad si el consumo de drogas se difunde en las fuerzas militares y en el personal d los órganos encargados de hacer cumplir la ley.
Los problemas que causan las drogas en el lugar de trabajo no sólo afectan a las empresas industriales y comerciales. El uso indebido de drogas también afecta negativamente a la agricultura. Generalmente, la producción ilícita de drogas tiene lugar en zonas remotas de los países productores,, zonas que suelen quedar fuera del control efectivo del gobierno central y estar habitadas por gentes que pueden consumir drogas con fines culturales, religiosos o medicinales. Independientemente de la existencia de la producción tradicional, un agricultor puede empezar a producir plantas de estupefacientes ilícitas bajo la amenaza de violencia por parte de traficantes criminales o como un medio de complementar los ingresos de explotación agrícola. Los ingresos que recibe el agricultor por la producción ilícita de estupefacientes son generalmente mayores que los que recibe por los cultivos alimentarios tradicionales y, con frecuencia, conducen a un aumento de la producción ilícita con exclusión total de los alimentos. El cultivo creciente de plantas ilícitas tiene graves consecuencias:
puede contribuir a la escasez de productos alimentarios en una región dada, crear una economía monetaria artificialmente basada y promover una estrecha relación entre los traficantes de drogas y los agricultores, situando así a éstos en una posición contraria al Gobierno y forzándolos a depender de una actividad criminal como medio de supervivencia.
A su vez la misma publicación nos habla sobre el mito frente a la realidad en el uso indebido y tráfico ilícito de drogas:
1.-¿Porqué tanto alboroto? Realmente, las drogas no son un gran problema.
La realidad es que...constituyen un enorme problema cuya gravedad se está pònien cada vez mas de
manifiesto. Se cuentan por millones las personas que en todo el mundo están haciendo un uso indebido de toda clase de sustancias ilegales. Esas personas están dañando su salud y su bienestar, poniendo en peligro su posibilidad de llevar una vida sana y productiva. Están además los miles de millones de víctimas inocentes del uso indebido de drogas: familias de los usuarios, comunidades, empleadores y sociedades. Los problemas derivados del uso indebido y el tráfico ilícito de drogas están entre los mas graves del mundo actual por cuanto amenazan a las generaciones venideras y, con ello, al futuro de la vida.
2.-El uso "recreativo" de drogas no es perjudicial.
La realidad es que...todas las drogas ilícitas son prligrosas y provocan en el usuario cambios físicos y psicológicos. Un uso prolongado de drogas exacerba esos efectos perjudiciales y puede conducir a la
toxicomanía. Los riesgos para la salud que presentan estas drogas son sumamente reales y, esa misma razón, las drogas terapéuticas deben administrarse siempre de la manera adecuada y usarse únicamente bajo la dirección del médico
Además, el usuario real o potencial debe reflexionar sobre el destino del dinero que se emplea en comprar drogas ilegales. Son los traficantes quienes se quedan con la mayor parte del beneficio de este comercio ilegal.
Después utilizan ese dinero para desestabilizar gobiernos mediante la "compra de votos", la corrupción, la intimidación y la violencia.
3.-La marihuana no es peor que el consumo de alcohol o tabaco.
La realidad es que... la marihuana es muy peligrosa. A diferencia del alcohol, que por lo general abandona el organismo antes de las 24 hs. en virtud de su carácter de hidrosoluble, la marihuana es liposoluble, lo que significa que los productos químicos psicoactivos se fijan en las partes grasas del organismo(por lo general el cerebro y los órganos reproductores) y pueden detectarse hasta 30 días después del uso inicial. Una amplia investigación ha demostrado que la mariguana altera la memoria reciente y retarda el aprendizaje, dificulta las funciones reproductoras normales, afecta negativamente a las funciones cardíacas, tiene graves consecuencias sobre la percepción y el desempeño de actividades especializadas, como la conducción u otras tareas complejas en la que intervienen el juicio o destrezas motoras especiales, y dificulta seriamente las funciones pulmonar y respiratoria. Un cigarrillo de mariguana contiene más agentes carcinogénicos que el más fuerte cigarrillo de tabaco.
4.-Todo el mundo consume drogas.
La realidad es que...los usuarios de drogas emplean este frecuente argumento para tratar de que se acepte su comportamiento desviado. Por alarmantes que sean las estadísticas sobre el uso de drogas, la mayoría de los habitantes del mundo no usan drogas ilegales. Es siempre difícil enfrentarse a la presión del grupo, y hace falta mas coraje y fuerza para defender lo que se considera correcto, y para resistirse a las drogas, cuando los amigos tratan de convencernos de que "todo el mundo lo hace". Pero no es cierto que todos usen drogas, los que lo hacen tienen muchas menos probabilidades de llevar una vida felíz y productiva que los que se mantienen al márgen de las drogas.
5.-Sólo los individuos débiles se convierten en toxicómanos.
La realidad es que..,.lo cierto es lo contrario, los toxicómanos se convierten en individuos débiles. Nadie empieza a usar drogas con la finalidad de convertirse en toxicómanos. Se consumen drogas por diversas razones, entre las que figuran las de huir de la realidad, enfrentarse a la vida cotidiana o ser aceptado por los demás. Las drogas tienen un gran poder de seducción porque, en la mayoría de los casos, proporcionan inicialmente lo que el usuario busca. Sin embargo, ese poder de seducción que poseen las drogas es uno de los factores que con mas fuerza contribuyen a la toxicomanía. Véase por ejemplo el caso de la cocaína. Cada vez es mayor el número de profesionales de todos los ámbitos que reconocen ser cocainómanos. Empezaron a tomarla, según sus propias manifestaciones, con la intención de obtener un "empujón" esporádico, y pensaban que podían mantenerse sin pasar de este nivel. El toxicómano suele llegar a obsesionarse de tal manera con la obtención de más cantidad de droga que es capaz de agotar su dinero y sus bienes, arruinar un matrimonio o una vida familiar y perder una carrera antes de admitir su toxicomanía, debido a la errónea opinión de que solo los individuos débiles se convierten en toxicómanos. Se trata de una enfermedad difícil de aceptar, y de la que muchas personas no llegan a recuperarse jamás. Nadie puede presumir de que se encuentra a salvo de la toxicomanía. No existe una forma "segura" de usar drogas ilegales, ni siquiera cuando se usan solo de manera esporádica.
6.-El uso indebido de drogas es un delito "sin víctimas", solo hace daño al usuario.
La realidad es que...aunque el usuario pone en peligro su salud y sus posibilidades de llevar una vida productiva, esa persona no es la única que padece las consecuencias. La familia pierde la armonía y sufre al presenciar la autodestrucción de un ser querido. El empleador del usuario sufre en términos económicos a través de la pérdida de productividad, la deficiente ejecución de las tareas laborales, el aumento del número de accidentes, el elevado ausentismo y el incremento de los costos de la atención de salud. En última instancia, es el consumidor el que paga el costo de las drogas en el lugar de trabajo al comprar bienes de calidad inferior a precios más altos. Los contribuyentes son también víctimas por cuanto es suyo el dinero que se precisa para apoyar los esfuerzos de los gobiernos, funcionarios de los organismos de represión e integrantes de los servicios de tratamiento para combatir los delitos relacionados con las drogas y rehabilitar a los usuarios. La comunidad, la sociedad y el país son asimismo víctimas por todas las razones mencionadas. A ello que hay que
añadir el apoyo financiero que el usuario está prestando a las organizaciones criminales que se lucran de las drogas, así como la actividad criminal en la que muchas veces se ve envuelto para tratar de mantener su "hábito". En la sociedad entera se padece por causa de la autoindulgencia de la toxicomanía.
7.-Si una persona desea consumir drogas, los gobiernos no deben impedírselo.
La realidad es que...los derechos legítimos del individuo deben ser congruentes con la seguridad y el bienestar del conjunto de la población. Ningún individuo posee un derecho inalienable a comportarse de una manera destructible para los demás. Tal es la razón de que se establezcan leyes, los gobiernos y las sociedades no toleran el asesinato, el robo, el incendio provocado, ni siquiera la conducción en estado de embriaguéz. El uso de drogas ilegales no constituye un caso diferente , debido a sus consecuencias negativas, peligrosas y de largo alcance, puede ser incluso aún mas destructivo. El usuario individual debe aceptar la responsabilidad del daño, la perturbación y los efectos desestabilizadores que provoca su conducta.
8.-Todos los toxicómanos deben ser encarcelados.
La realidad es que...el encarcelamiento de un toxicómano no resuelve el problema. Los usuarios de drogas han cometido un delito, pero para que el toxicómano aprenda a vivir sin drogas es esencial su desintoxicación, tratamiento y rehabilitación. En ello se incluye el poder responder a necesidades médicas inmediatas y críticas, con una disponibilidad constante de consejo y tratamiento médico, así como de apoyo a mas largo plazo en un entorno sin drogas. Además, en muchos países la capacidad de las prisiones suelen ser limitada, y es mas acertado dedicarla a la reclusión de otros tipos de delincuentes. Encarcelar a un toxicómano no le ayuda a vencer la enfermedad, y cuando sale de la prisión es casi seguro que volverá a un estilo de vida destructivo y desviado.
9.-El cultivo de plantas para la obtención de drogas ofrece una posibilidad de ganancia a los agricultores pobres.
La realidad es que...los agricultores están transgrediendo la ley, y por lo general conscientemente. Los ingresos que perciben por la producción de estupefacientes ilícitos son, por desgracia, mas elevados que los que deparan los cultivos alimentarios tradicionales. Ello suele conducir a un aumento de la producción ilícita a costa de cultivos alimentarios. Este aumento de la actividad ilegal crea una economía monetaria que tiene una base artificial, lo que coloca a los agricultores en una situación de absoluta dependencia de la afluencia de dinero de los tratantes de drogas, poniéndoles a merced de traficantes criminales y en oposición al gobierno.
10.-Con la venta ambulante de drogas, los pobres pueden ganar dinero.
La realidad es que....la mayoría de los vendedores ambulantes de drogas son toxicómanos o llegan a serlo. El dinero que ganan no les ayuda a ellos o a sus familias, simplemente están alimentando un hábito de consumo de drogas. A medida que su toxicomanía se hace más profunda, se ven obligados a encontrar mas "clientes" para que les proporcionen mas dinero para comprar mas drogas. De esa manera, buscan nuevos consumidores para las drogas. De esa manera, buscan nuevos consumidores para las drogas que venden. Cada vendedor callejero de drogas es el último eslabón de la corruptora cadena de actividad criminal que no sólo destroza vidas, sino que también destruye comunidades y aterroriza a los ciudadanos.
11.-El uso de drogas es una forma de vida en algunos países. ¿Porqué cambiarla?.
La realidad es que...no es una forma de vida en ningún país. Las estadísticas indican que en las zonas en que es frecuente el uso de drogas, el desarrollo económico puede verse gravemente retrasado. Esto es aplicable tanto a países en desarrollo como a países industrializados.
12.-¿Cómo me hacen daño a mí los traficantes y contrabandistas de drogas?
La realidad es que.....también a las personas que no usan drogas ilegales les causan un daño los traficantes. El comercio de drogas está sumamente organizado, y es muy complejo. Las redes creadas para el transporte de drogas ilegales suelen utilizarse también para el transporte de armas ilegales.
Las organizaciones que intervienen en ese comercio obtienen grandes cantidades de dinero que se destinan a la corrupción, la intimidación y la desestabilización de los gobiernos. Los irregulares altibajos y el enorme volumen del dinero de las drogas tienen un efecto desestabilizador de la oferta de dinero y los mercados de divisas. Además, algunos grupos insurgentes y terroristas financian sus actividades con las ganancias procedentes de las drogas. Los cambios que los traficantes introducen en el interior de los países se ponen de manifiesto en los delitos callejeros de todo tipo –robo, incendio, asesinato, extorsión- y en las vías arruinadas de individuos ,familias, comunidades y sociedades. Los traficantes de drogas nos hacen daño, de alguna manera, a todos.
13.-¿Porqué no puede ocuparse cada país de su propio problema de narcotráfico?
La realidad es que...el cultivo ilícito de plantas estupefacientes se efectúa por lo general en zonas remotas de los países productores, zonas que con frecuencia escapan al control efectivo del gobierno central. La producción de drogas en laboratorios clandestinos se oculta asimismo cuidadosamente, y es frecuente que las drogas no se localicen sino cuando se distribuyen a través de las redes del tráfico ilícito. Además, cuando en un país se aplican estrictamente las leyes contra la producción y el tráfico, a los traficantes les basta con trasladarse a un lugar más seguro dentro de la misma región. Si las naciones no cooperaran en un esfuerzo común, sería sumamente difícil frenar las actividades de las organizaciones criminales que se dedican al tráfico.
14.-El problema es tan amplio que posiblemente no tenga solución.
La realidad es que...las actitudes permisivas y fatalistas del pasado han hecho posible que el problema de las drogas haya alcanzado las proporciones de epidemia con que nos enfrentamos en la actualidad. El alcance del actual problema de los estupefacientes va mas allá de la represión y de cuestiones de salud pública, pues supone una amenaza para el órden económico y social en todo el mundo. El problema trasciende las fronteras nacionales. Pero hay motivos para la esperanza, las naciones del mundo han reconocido que el uso indebido de drogas ha aumentado a un ritmo alarmante. Se están consiguiendo buenos resultados en las zonas en que se ha
efectuado una presión intensa y concertada sobre todos los aspectos del problema: uso indebido, oferta, producción, tráfico y tratamiento.
El problema de las drogas no puede resolverse en un día ni en un año, pero con la activa participación de pueblos, organizaciones y naciones se puede llegar a resolver.
Es sumamente importante analizar los conceptos de instituciones internacionales como la OIT o la ONU respecto de la problemática adictiva, en razón de su experiencia y conocimiento de y en diferentes países. En relación a nuestro país, Argentina, y en lo que se refiere al ámbito laboral, tenemos mucho por hacer, es un gran desafío.

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