fallo de la sala g de la cámara civil
Las prepagas tienen que tratar a los adictos
Los jueces ordenaron cubrir el tratamiento de un joven consumidor de cocaína y alcohol que tuvo que ser internado. La empresa de salud se negaba a darle atención debido a lo prolongada que resultaba la terapia.
10.09.2009
Los tratamientos para los pacientes con adicción a las drogas deberán ser cubiertos en su totalidad, más allá del tiempo, por las obras sociales y las empresas de medicina prepaga. Así lo confirmó la Sala G de la Cámara Civil, que avaló el reclamo del padre de un paciente, quien reclamó ante la Justicia porque la cobertura médica a la que estaba afiliado su hijo no reconoció los gastos del tratamiento.El 24 de agosto, el adolescente, menor de edad, fue internado en el Instituto de Neurociencias (INEBA). Un mes después se decidió su traslado a la Fundación Aylen, con la modalidad internación, por su adicción a la cocaína y al alcohol. Su cuadro era el de “un enfermo mental sin síntomas de productividad psicótica actual. Reviste la forma clínica de trastorno de la personalidad con antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas y tendencia a las descompensaciones depresivas”, decía el diagnóstico.Ante esta situación, el menor debía ser internado y recibir un tratamiento. Pero la prepaga se negaba a solventarlo por su larga duración. En la Fundación Aylén, los pacientes son evaluados por profesionales que determinan bajo qué modalidad serán atendidos: internación u hospital de día. La clínica tiene un convenio directo con la obra social del Poder Judicial, para el resto de personas que deseen atenderse tiene un costo de 4.300 pesos mensuales para internación –con pensión completa, grupos terapéuticos, terapia individual: menos la medicación–, la que le correspondía al joven en cuestión, era de 3.500 pesos para el hospital de día, que funciona de 9 a 18.“Incorporar como prestaciones obligatorias la cobertura para los tratamientos médicos, psicológicos y farmacológicos de las personas que dependan física o psíquicamente del uso de estupefacientes” fue lo que resolvieron los jueces Beatriz Areán, Carlos Carranza Casares y Carlos Bellucci al resolver sobre las obligaciones de las obras sociales y las prepagas. Además, los camaristas establecieron que la cobertura médica pague 16.100 pesos más intereses a la familia del menor por el tratamiento.Un antecedente similar se registró el 6 de mayo, cuando la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Justicia porteña había tomado la misma decisión a partir de una demanda de la Asociación Civil Hospital Alemán contra al gobierno porteño, por los gatos de internación de un drogadicto. Los jueces Esteban Centanaro, Nélida Daniele y Eduardo Russo determinaron que los convenios de servicios prepagos, conforme a la ley 24.754, son “contratos de consumo” por los que “una empresa especializada se compromete a prestar el servicio de asistencia médica a un persona o grupo de ellas recibiendo, como contraprestación, el pago de una suma de dinero que generalmente es periódico”.Para que un paciente esté dado de alta completamente, con un tratamiento que logre su abstinencia y además una buena calidad de vida, se necesita de 18 a 24 meses. “La primera etapa, de internación, dura entre seis y ocho meses. Luego de reinserción social residencial, demanda entre cuatro y cinco meses. El paciente hace su rutina y vuelve a dormir. Luego avanza a una etapa ambulatoria, que oscilará entre los cuatro y seis meses y asistirá a grupos terapéuticos”, explicó el director general de la Fundación Aylén, Carlos Souza, que considera fundamental el papel de la familia en el tratamiento. “Los pacientes pueden recuperarse, pero el tratamiento demanda esfuerzo y tiempo”, concluyó el terapeuta.
Fuente: http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=30558
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