El alcoholismo y la drogadicción son problemas
complejos. Antes se pensaba que estos trastornos
se debían a un defecto de carácter o una debilidad
moral de la persona, y algunas personas todavía lo
creen equivocadamente.
En cambio, la mayoría de los científicos e investigadores
médicos consideran ahora que la dependencia
del alcohol o de las drogas es una enfermedad
de larga duración, como el asma, la alta presión
arterial o la diabetes.
La mayoría de las personas que toman alcohol lo
hacen moderadamente, y mucha gente puede dejar
de tomar drogas sin dificultad. Sin embargo, algunas
personas desarrollan un trastorno por consumo
de sustancias, es decir, un consumo de alcohol
o drogas compulsivo o peligroso (o ambos).
¿Por qué para algunas personas se convierte
en un problema y para otras no?
El trastorno por consumo de sustancias es una
enfermedad que puede afectar a cualquier persona:
ricos y pobres, hombres y mujeres, empleados
o no, jóvenes y mayores, y personas de cualquier
raza. Nadie sabe exactamente qué lo causa, pero
la posibilidad de desarrollar un trastorno por consumo
de sustancias depende en parte de características
genético-biológicas que se transmiten de
padres a hijos.
El entorno de una persona, sus rasgos psicológicos
y su grado de estrés también constituyen un
factor importante a la hora de consumir alcohol o
drogas.
Los investigadores han descubierto que el consumo
prolongado de drogas altera el cerebro de manera
significativa y a largo plazo. Es como si en
el cerebro se activara un interruptor en algún momento.
Este punto es diferente para cada persona,
pero cuando se enciende dicho interruptor, la
persona cruza una línea invisible y se convierte
en dependiente de la sustancia.
Las personas que comienzan a consumir drogas
o alcohol a temprana edad corren un mayor
riesgo de cruzar esta línea y llegar a ser
dependientes. Estos cambios en el cerebro
permanecen mucho después de que la persona
deje de consumir drogas o tomar alcohol.
A pesar de que uno esté enfermo, esto no excusa
el mal comportamiento que a menudo
viene asociado a ello. Una persona no tiene la
culpa de sufrir una enfermedad, pero sí que es
responsable de procurarse un tratamiento.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno
por consumo de sustancias?
Uno de los signos más importantes de la adicción
o dependencia de sustancias es el hecho
de persistir en el consumo de drogas o alcohol
a pesar de sufrir graves consecuencias.
Es frecuente culpar a los demás o a las circunstancias
por los problemas de uno, en lugar
de darse cuenta de que estas dificultades proceden
del consumo de drogas o alcohol. Por
ejemplo, un empleado puede creer que fue
despedido de su trabajo porque su jefe no sabe
manejar el negocio. O un miembro de su familia
puede creer que la policía le ha multado
por conducir bebido porque le tienen manía.
Tal vez usted tenga un ser querido que haya
llegado a culparle. Las personas que sufren
esta enfermedad pueden llegar a creerse de
verdad que su consumo de alcohol es normal o
que “todo el mundo” se droga. A estas creencias
erróneas se les llama negación, y esto
forma parte de la enfermedad.
Otros síntomas importantes de los trastornos
por consumo de sustancias pueden ser:
● Tolerancia: Una persona necesita
cantidades cada vez mayores de alcohol
o drogas para “evadirse.”
● Ansias: Una persona siente una fuerte
necesidad, deseo o impulso de consumir
alcohol o drogas; sigue consumiéndolos
a pesar de las repercusiones
negativas, y se siente ansioso e irritable
si no puede consumirlos. Estas
ansias son un síntoma clave de la adicción.
● Pérdida de control: Una persona a
menudo consume más alcohol o drogas
de lo que pretende, o en un momento
o lugar que no había previsto.
También puede tratar de reducir o
abandonar el consumo muchas veces,
pero sin éxito.
● Dependencia física o síndrome de
abstinencia: En algunos casos, cuando
se suspende el consumo de alcohol
o de drogas, se experimentan síntomas
de abstinencia y una necesidad física
de la sustancia. Los síntomas de abstinencia
difieren en función de la droga,
pero a menudo conllevan náuseas,
sudores, temblores y ansiedad extrema.
La persona puede tratar de aliviar
estos síntomas ya sea tomando la sustancia
en cuestión o una similar.
¿En qué consiste el tratamiento del
abuso de sustancias? ¿Quién facilita
este tratamiento?
Hay muchos tipos de profesionales que
ofrecen tratamiento para los trastornos por
consumo de sustancias. La mayoría de los
programas de tratamiento son administrados
por individuos que poseen un certificado
o licencia para el tratamiento del abuso
de sustancias. Aproximadamente la mitad
de estos consejeros son personas que también
están recuperándose. Muchos programas
cuentan con personal de distintos grupos
étnicos o culturales.
La mayoría de los programas de tratamiento
asignan a los pacientes un equipo de
tratamiento. Dependiendo del tipo de
tratamiento, los equipos pueden estar compuestos
por trabajadores sociales, consejeros,
médicos, enfermeras, psicólogos, psiquiatras
u otros profesionales.
¿Cuál es el primer paso?
Toda persona que se somete a tratamiento
pasa por una evaluación clínica completa.
Esto permite orientar a los profesionales
para que ofrezcan el tipo de tratamiento
que mejor se adapte a la persona. La evaluación
también posibilita que los consejeros,
en colaboración con la persona, preparen
un plan de tratamiento eficaz. La evaluación
clínica se lleva a cabo al principio
del programa de tratamiento o incluso antes,
pero continúa durante todo el tratamiento
de la persona. El consejero comienza
por reunir la información necesaria
sobre la persona.
Después de la evaluación, se asigna un
consejero o administrador de caso al paciente.
Este consejero trabaja con la persona
(y quizá también con su familia) para
desarrollar un plan de tratamiento. Este
plan describe los problemas, los objetivos
del tratamiento, y las formas de alcanzar
dichos objetivos.
www.LiveDrugFree.org
Fuente: http://www.daltonchamber.org/DDW%20newsletters/July%20Spanish.pdf
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