jueves, 15 de julio de 2010

Tránsito: desde hoy, tests de drogas - Buenos Aires, Argentina


En la Capital / Más controles en la calle
Tránsito: desde hoy, tests de drogas
La polémica medida se aplicará en zonas de boliches; las multas van de 200 a 2000 pesos y el secuestro del auto
Jueves 15 de julio de 2010 | Publicado en edición impresa

Pablo Tomino
LA NACION

El gobierno porteño comenzará esta noche a instrumentar una polémica medida de control de tránsito: controlará si los conductores consumieron drogas, tanto legales (medicamentos) como ilegales. Lo hará mediante la lectura de la dilatación de las pupilas de los choferes. Para ello, utilizará un instrumento denominado pupilómetro. Si esa comprobación da resultado positivo, se someterá al conductor a un segundo examen: un test de saliva.

Las autoridades contemplan que, de quedar demostrada la falta por ambas vías, se secuestre el vehículo y se imponga al automovilista la multa correspondiente por "conducir bajo los efectos de estupefacientes, cuyo valor es de entre 200 y 2000 pesos, de uno a diez días de arresto y la quita de 10 puntos en el scoring", como señala el Código de Tránsito local.

Según informó el Ministerio de Justicia y Seguridad de la ciudad, este operativo se concretará desde esta medianoche y hasta la madrugada de mañana, en puntos fijos de zonas donde funcionan discos, locales gastronómicos y pubs, aunque no informarán cuál será el sitio elegido.

El debate se plantea porque entre las drogas legales figuran tranquilizantes recetados por médicos y hasta algunos jarabes para la tos.

Para la instrumentación de los tests de drogas a conductores el gobierno se apoya en la ley de tránsito de la ciudad (N° 2148) y en el artículo 111 del Código Contravencional, que sólo refieren a la prohibición de conducir un vehículo con la "presencia de sustancias prohibidas en el cuerpo", sin determinar cuáles son los límites. Por esa razón, especialistas en seguridad vial y legisladores de la oposición aseguran que es necesaria la sanción de una ley que determine los valores permitidos, tal como ocurre con los controles de alcoholemia (se permiten hasta 0,5 mg de alcohol en sangre).

Las principales quejas frente a esta falta de límites provienen de pacientes que consumen medicamentos cuya principal droga es la benzodiazepina, entre cuyos efectos adversos figuran la alteración de la atención. Sin embargo, no con todas las dosis se dan esos efectos ni a todas las personas les causa lo mismo.

"Es necesario que se sancione una ley para determinar un límite específico en cuanto a los niveles de sustancias prohibidas que puede tener el organismo de un conductor. Hoy no se sabe cuál es el umbral de tolerancia; es muy confuso y parece más una medida marquetinera que seria", dijo a LA NACION el legislador Eduardo Epszteyn (Diálogo por Buenos Aires).

En opinión de Alberto Silveira, de la asociación civil Luchemos por la Vida, son positivos los controles de droga a los conductores de vehículos, pero sólo "si se le da -dijo- un marco normativo claro y específico. Puede haber personas medicadas por especialistas a las que se les secuestrará el auto y que no tienen alteradas sus facultades para conducir". En tanto, médicos psiquiatras y otros especialistas de la salud también cuestionan duramente esta iniciativa.

En principio, de los 24 puestos de alcoholemia que rotan por día en la Capital uno será para evaluar si los conductores consumieron drogas. Para realizar esos tests, los agentes de tránsito fueron capacitados por el gobierno, según se informó oficialmente, y estarán acompañados por médicos de la Dirección de Seguridad Vial, además de agentes de la Policía Metropolitana.

"Es un método no invasivo, estéril y descartable. Los controles estarán a cargo de personal especializado y, en principio, se concentrarán en zonas de la ciudad donde abundan los boliches nocturnos", dijo a LA NACION el ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, que agregó: "Buscamos cuidar la vida de los conductores y de las demás personas. Los que consumen drogas no pueden conducir. No me interesa qué hacen en su vida privada. Ahora bien, si el fiscal que interviene le quiere dar parte a la justicia federal para indagar, ésa ya es una decisión suya".
La novedad en estos controles, como se dijo, es la utilización de dos pupilómetros, en los que la ciudad invirtió 238.000 pesos. Previamente, había adquirido 10.000 tests de saliva por $ 750.000. El pupilómetro, desarrollado en los Estados Unidos, permite verificar en 30 segundos si un conductor tiene la pupila dilatada. El test de saliva especifica con mayor exactitud qué tipo de droga fue consumida (ver infografía).

"Seremos el primer distrito en América latina que controle en conductores el consumo de sustancias que disminuyan su aptitud para conducir que no sean el alcohol", se ufanó Montenegro.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1284834

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