domingo, 4 de julio de 2010

Terapia nocturna para adictos a la cocaína con puesto de trabajo - ESPAÑA


GRANADA
Terapia nocturna para adictos a la cocaína con puesto de trabajo
La memoria de Proyecto Hombre refleja un aumento de cocainómanos y alcohólicos en 2009
04.07.10 - 02:09 -
JOSÉ R. VILLALBA jrvillalba@ideal.es | GRANADA.


Juan tiene trabajo, tiene familia y tiene un gran problema: su adicción a la cocaína. Juan no quiere ni puede dejar su trabajo, ni perder a su familia, ni seguir toda la vida cogido por la vena a ese fantasma de polvo blanco capaz de destrozar la vida de cualquiera. Este joven de 30 años representa al medio centenar de personas acogidas al programa de apoyo nocturno de adicciones de Proyecto Hombre. «Nos dimos cuenta de la necesidad existente para tratar a personas que no podían dejar su trabajo. Necesitaban terapia y el único momento para recibirla era después de su jornada laboral. El 85% sigue el programa de forma satisfactoria», asegura el director de Proyecto Hombre, Manuel Mingorance. El horario de este plan terapéutico se desarrolla entre las ocho de la tarde y las diez de la noche.
La cocaína está haciendo estragos. Y con la crisis más. «Nosotros hemos tratado en el último año a casi mil personas y los aumentos más considerables son entre adictos a la cocaína y alcohólicos». Juan puede representar perfectamente al prototipo de persona que acude a pedir ayuda a Proyecto Hombre, generalmente, cuando ya ha tocado fondo y no puede más. Aunque el fondo de muchas personas tarda mucho tiempo en emerger a la superficie.
No hay un perfil único de cocainómano. Cada vez llegan más personas adictas a esta sustancia con un modelo profesional de tipo liberal, y sin familia estable. «Muchos no son muy conscientes de su problema. Y al no tener familia de soporte o alguien que los acompañe, recurrimos a asociaciones que hacen las veces de familias solidarias que les apoyan en el tratamiento». Juan no la necesitó. Una de las características de esta oenegé, que acaba de cumplir diez años en la provincia de Granada, es contar con la familia del adicto durante todo el desarrollo del tratamiento. «Aquí no tratamos sólo el problema de la droga, sino el de la persona que se ha visto obligada a recurrir a estas sustancias. Por eso es importante contar con la familia», advierte Mingorance.
El programa nocturno de terapia no es el único de los existentes en Proyecto Hombre para abandonar la adicción a la cocaína. Hay un amplio abanico de posibilidades con dos características: entre el 85 y 90% de quienes lo siguen hasta el final logran abandonar su adicción, teniendo en cuenta que este tipo de problemas acompañan a la persona durante toda la vida, es decir, uno es un potencial adicto aunque no consuma, por tanto debe estar siempre vigilante. La segunda cuestión es que el desarrollo de este tipo de programas se prolonga por espacio de 24 meses. Juan, el protagonista de esta historia, acaba de cumplir los dos años en el programa de deshabituación de la cocaína.
La memoria del año 2009 de Proyecto Hombre también destaca el notable crecimiento de ayuda prestada a menores, adolescentes y jóvenes con problemas de conducta asociados a los de consumo, cannabis, hachís y alcohol, unidos a una baja motivación y a numerosos y repetidos fracasos escolares. Si se comparan 2008 y 2009, «el número de derivaciones de menores procedentes de Reforma Juvenil y Protección de Menores de la Junta de Andalucía ha aumentado». avisa Mingorance. Quizá este aumento sea un síntoma de los efectos de la crisis entre los sectores más vulnerables de la población. Muchos de estos menores abandonaron la escuela en su día, atraídos por un salario detrás de la barra de un bar, en la obra, o en servicios de reparto.
Además de atender a las víctimas de sus impulsos irracionales, la oenegé Proyecto Hombre se ha dirigido a 5.946 personas para trabajar en materia de prevención. Acuden a los colegios para trabajar con alumnos de 5º y 6º de Primaria, así como con los de la ESO. También se ha acercado a asociaciones juveniles y parroquias para desarrollar el programa «Me paro, me rallo, me busco, me enrollo». No sólo alumnos, también han llegado a 1.500 padres y madres y a 269 profesores de enseñanza obligatoria.
Un trabajo de campo diario, el de la prevención, con un propósito muy claro: que nunca un adolescente llegue a sufrir en su juventud problemas de adicción a las drogas como el padecido durante más de cinco años por Juan. Un hombre cambiado hoy gracias a su lucha diaria, al apoyo de su familia y al de Proyecto Hombre durante los últimos 24 meses.

Fuente: http://www.ideal.es/granada/v/20100704/granada/terapia-nocturna-para-adictos-20100704.html

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