Directivos y profesionales, líderes en consumo excesivo de alcohol

Directivos y profesionales, líderes en consumo excesivo de alcohol

26.01.2011 Ángeles Gómez
Los españoles estamos acostumbrados a tomar bebidas alcohólicas, tanto en momentos de ocio como en el trabajo. Pero no es la única droga presente en el ámbito laboral.


La mitad de los trabajadores considera que tomar drogas (legales o ilegales) en el ámbito laboral es peligroso y comporta riesgos importantes. El 80% asegura que no conoce a ningún compañero con problemas de adicción, o lo que es lo mismo, el 20% de la población activa consume alguna sustancia adictiva.
Tabaco y alcohol se llevan la palma, como sucede entre el resto de los ciudadanos, seguidos de cannabis, tranquilizantes y cocaína. Como norma general, los principales consumidores son los hombres jóvenes, de hasta 34 años, y con jornadas reducidas. Pero existen perfiles concretos para cada droga en función del sexo, ocupación, responsabilidad, nivel de estudios o cualificación.
La Encuesta sobre el consumo de sustancias psicoacticas en el ámbito laboral en España, realizada por el Plan Nacional de Drogas sobre 15.000 trabajadores de entre 16 y 64 años, revela que los parados toman más drogas que los que tienen empleo; que las malas condiciones de seguridad y sueldo se relacionan directamente con el consumo de tranquilizantes, cocaína y cannabis; esta droga está más extendida entre las personas que no están satisfechas con su trabajo y los trabajos de riesgo también favorecen el consumo de estas sustancias.
La excepción
Sin embargo, el alcohol es una excepción dentro de esas generalidades negativas, ya que casi el 6,7% de los directivos y profesionales tiene un consumo muy peligroso de alcohol, frente al 5% de los varones de la población general. Entre las directivas, el 2,8% tiene una ingesta etílica de riesgo, medio punto por encima de las otras mujeres. El 5% de los parados bebe en exceso y por sectores, agricultura, ganadería, hostelería y construcción son en los que más se toma. Para la delegada del Gobierno para el Plan Nacional de Drogas, Nuria Espí, estos datos ponen de relieve “el elevado consumo de alcohol que hay entre la sociedad, algo que nos preocupa. Pero los datos que arroja la encuesta no significan que éste sea un grave problema para las empresas”.
En el caso de los directivos, se puede explicar la ingesta alcohólica por el grado de relaciones interpersonales que exige su puesto, por las largas jornadas laborales y por el nivel de estrés.
Espí destacó que los resultados de esa consulta son muy valiosos para adoptar medidas de prevención de adicciones en el ámbito laboral. Además, “se trata de un trabajo pionero en Europa y que nos sirve de partida para próximas evaluciones, con las que comprobaremos la tendencia”.
En Reino Unido, el excesivo consumo de alcohol también está extendido entre puestos directivos y de gerencia (el 74% bebe en cantidades muy peligrosas), seguidos de trabajadores por cuenta propia y pequeños y medianos empresarios, según la encuesta General Household Survey 2007.
En Estados Unidos el problema está menos extendido, y afecta principalmente a trabajadores del sector de la alimentación (17%) y de la construcción (13,7%).
Para el futuro próximo, Espí prevé un incremento de estos consumos derivados de la actual conyuntura, ya que “las personas en desempleo y con unas condiciones laborales deficientes tienen más propensión de recurrir a estas sustancias para paliar su insatisfacción”.
De la adicción al trabajo a la ‘internetpatía’
El juego patológico, la adicción al trabajo o al sexo, las compras compulsivas y la dependencia de Internet son algunas de las denominadas “adicciones sin sustancia”, que esclavizan ya a uno de cada cuatro españoles. Los psiquiatras están alarmados por el aumento de estos trastornos, cuyo número de afectados crece un 5% cada diez años. Para Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Miguel Servet, de Zaragoza, la cultura actual es el caldo de cultivo perfecto para que se multipliquen estas conductas patológicas, que terminan por arruinar la vida familiar, social, laboral y destruir la propia salud.
Son personas que sufren “dependencia y síndrome de abstinencia” de actividades normales y aceptadas socialmente, pero comienzan a ser enfermizas cuando sobrepasan fronteras que no siempre son fáciles de determinar. Según ha detallado García Campayo en un seminario organizado por el laboratorio Lundbeck, los afectados suelen presentar algunas características subyacentes como baja autoestima, introversión, dificultades para controlar sus impulsos, carácter neurótico, hipersensible o depresión o ansiedad, y su tratamiento es similar al de cualquier drogodependiente.
El psiquiatra asegura que Internet se ha revelado como algo “adictivo en sí mismo”. Hasta un 15% de la población es adicto a la Red, y para ello debe pasar más de tres horas conectado.

http://www.expansion.com/2011/01/26/entorno/1296078646.html